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La generación de los “Challenges”

Los “Challenges” son retos, desafíos que ponen a prueba dos niveles de nuestros adolescentes: a) Qué tan intrépidos son; y b) qué tan estúpidos pueden llegar a ser… A través de las redes sociales, de Influencers y de Youtubers, los challenges se viralizan, y se despliega una cadena de videos que documentan estas aventuras, muy asociadas a la pirámide de Maslow, particularmente a las necesidades de aceptación o presión de grupo. En efecto, los adolescentes tienen importantes necesidades sociales de seguridad y protección, así como de afiliación y pertenencia. 

Vale la pena acuñar, para que docentes, padres y madres tomen nota, que en los challenges siempre participan tres clases de personas: a) Las víctimas o más vulnerables –quienes hacen el reto- y quienes sufren las consecuencias directas; b) Los instigadores que animan, exigen, y generalmente quedan impunes (los verdaderos culpables); y c) Los apáticos o cuestionadores ante los retos o desafíos. 

Puede ser que antes del 2014 ya tengamos alguna experiencia de Challenges, pero si algo marca el inicio de este fenómeno es el “Ice Bucket (conocido en español como desafío o reto del balde de agua fría o helada) que inició como una campaña publicitaria solidaria con los enfermos de esclerosis lateral amiotrófica, impulsada entre otros por el estadounidense Corey Griffin, y al cual se sumaron figuras de talla global, deportistas, actores, políticos, etcétera. 

Luego siguieron –en grado de peligrosidad-: Banana Peel Challenge; Choking Game; Planking Challenge; El reto del hielo y la sal; el reto de la Canela; El NekNominate; Kiki Challnge; no Lakin Challenge; Tide Pot Challnge; Condom Challenge; Blue Whale Challenge; entre muchos otros que ponían en grave riesgo la salud de los participantes. La lista es interminable ¿sabe si su hijo ha participado en uno de estos…? 

Solo en 2019 se documentaron los siguientes Challenges: Eat it or Wear it; 100 Layers of; Try Not to Laugh; Internet Slang Challenge; Boyfriend Does My Makeup; The Whisper Challenge; Not My Hands; Baby Food; Chubby Bunny Challenge; Roast Yourself; 7 Seconds; Ghost Pepper Challenge; Speed Drawing; Blindfolded Drawing; Korean Spicy Noodle Challenge; Hungry Hippo; Duct Tape Challenge. Investiguen sobre estos retos y se asustarán… 

Estamos ante una generación de alta exposición en las redes sociales, y debemos saber qué están consumiendo nuestros hijos, a quienes siguen y qué están dispuestos a hacer para lograr reconocimiento social y aceptación. Más likes, más amigos, más retuits es la nueva métrica del liderazgo entre los adolescentes. 

Existen challenges que pueden ser divertidos o simples travesuras, pero hay otros que no solo ponen en riesgo la salud o la vida, sino que además establecen las pautas de sociabilización y en ella el típico “bullying”: Si no haces el reto o el desafío no eres de los nuestros, no tienes valor, no eres popular, etcétera. 

La adolescencia es una etapa compleja, de transición, de cambios fisiológicos y psicológicos, de rebeliones, de descubrir el yo, del desarrollo sexual, de independencia; y debemos tener mucho tacto, y mucho diálogo. Estos jóvenes pasan horas en Instagram, Facebook o YouTube, y se están educando con las herramientas tecnológicas, algo que no podemos evitar, sino solo guiar. 

Seguramente tus challenges fueron bajar unos mangos, tocar timbre y huir, algún vidrio roto de un pelotazo, y otros tipos de travesuras típicas de tu generación; las cosas han cambiado, es difícil detener o frenar estos procesos generacionales, pero al menos debemos hacer el intento permanente de dialogar y conocer a nuestros hijos, y saber si es víctima, instigador o indiferente… 

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