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Los partidos políticos están en coma

“Hemos pasado página a la postguerra” fue la frase con la que comenzó el, en ese momento, presidente electo Nayib Bukele al confirmarse los resultados de la elección presidencial en 2019. En efecto, logró hacer realidad el slogan de su campaña “hacer historia”. Lo hizo. El resultado fue contundente, Bukele (y no GANA) obtuvo el 53 % de los votos, Arena, 32 %, el FMLN, 15 % y Vamos, menos de uno por ciento de los votos.  

Bukele logró algo casi impensable dos años antes, derrotar a las fuerzas hegemónicas de la postguerra: Arena, que había gobernado El Salvador 20 años y que surgió en los ochenta con un mensaje radical de un escuadronero de la muerte confeso, Roberto D´Abuisson; y al FMLN, la histórica guerrila que no pudo ser derrotada por el ejército y que tenía diez años de liderar el ejecutivo. 

Los resultados de la encuesta de enero 2020 realizada por el Centro de Estudios Ciudadanos de la Universidad Francisco Gavidia mandan un claro mensaje a los partidos políticos, otrora, mayoritarios: febrero 2019 no fue un accidente, están en estado de coma. Los resultados de esta encuesta no permiten lugar a dudas y uno esperaría que los partidos políticos reaccionen ante tal llamado. Por ello quiero escribir unas lineas al respecto. 

Primero al FMLN: Estos resultados no son el primer llamado. De confirmarse, el FMLN tendrá muy difícil incluso formar grupo parlamentario propio, esto se hace con cinco diputados. La lectura de la gente es que no han visto cambios en ustedes, pese a que hoy ya no está la “cúpula de siempre” dirigiendo en el 1316. Poner al frente a Anabel Belloso y a Javier Valdez y esconder a Carlos Ruiz y a Nidia Díaz no ha sido suficiente.  

El juego de percepción es importante en política (así como en otras áreas) y uno de cada dos salvadoreños creen que ustedes perderán diputados y uno de cada tres creen que el FMLN va a desaperecer. Hoy en día, es más facil ser electo diputado con candidatura independiente, que con su bandera, esa de la que siempre se sintieron confiados. Lejos queda aquella frase arrogante de Carlos Ruiz: “el FMLN era invencible en Soyapango”.  

Quien diría que aquel resultado de 2018, su peor de la historia, hoy sería un sueño casi imposible. Por lo tanto, ante este escenario, este no es su primer llamado, puede ser el último. 

¿Qué decir de Arena? De materializarse los resultados de esta encuesta, Arena sufriría su peor derrota electoral de su historia. Y que borraría el espejismo del que han vivido. Arena en 2018 obtuvo un resultado electoral fantástico: 39 diputados, doblando al partido de gobierno. Un resultado que les permitía soñar con volver a la tierra prometida: al 5500 de la Araujo. Este resultado fue un espejismo. Lo único que hizo posible esa victoria fue la campaña que Bukele, recién expulsado del FMLN, hizo contra su expartido. No fueron sus candidatos, no fueron sus propuestas, no fue su liderazgo ni su bandera: fueron los terceros beneficiados del boicot de Bukele contra el FMLN.  

¿Qué pasó luego? Se creyeron el cuento. Pensaron que la victoria en 2019 estaba garantizada. El resultado electoral de 2019 fue un duro golpe, pero no fue mortal. Ese 37 % de los votos les prometía poder trabajar y reconstruirse, pero no lo hicieron. No se puede entender cómo un partido político como Arena ha estado controlado por personas que no son políticas. Los “liderazgos” de Interiano y Gustavo López han hecho mucho daño. Su gerencia frente al Coena demuestra claramente que mezclar política y empresas no es garantía de buenos resultados. 

La renovación en política no es una virtud que se practique, menos en partidos políticos grandes. Sin embargo, en el caso de Arena siempre había encontrado la fórmula, al menos en los rostros. Cuando la Arena-Empresarial perdió la elección en 2003, el Coena (o los dueños del Coena) tuvo la cintura política para renovar liderazgos y ganar la elección en 2004. Claro, el costo fue alto, darle el poder total a un tal Tony Saca que derivó en lo que ya sabemos que derivó. Hoy es complicado ver esa renovación.  

Los resultados de esta encuesta, de confirmarse, le dejarían un peso legislativo similar al que tiene el PCN actualmente. Quizás si los financistas logran comprender lo que significa esto, pueden acelerar la desaparición / o no de ARENA. En todo caso, el juguete ya está roto y quizás lo más fácil es comprar uno nuevo, no sería la primera vez. 

Ambos partidos no han sabido como enfrentar a Bukele. La pelea parece desigual e incluso, da mucha pena. Un solo tuit (unido a su red de “buenos comunicadores” de las redes sociales) del presidente puede destruir cualquier carrera política. La torpeza de los liderazgos de estos partidos políticos ante el nuevo escenario raya en lo estresante, ¿hay equipos de comunicación y de estrategia en estos partidos? ¿a que juegan? Parece que todos trabajan para un mismo fin, desaparecer en 2021. 

Quien diría que los dos partidos mayoritarios, sin los cuales no se ha podido modificar la constitución en los últimos 30 años, hoy con suerte pueden aspirar a sumar juntos 28 diputados que impidan hacer reformas constitucionales a Bukele. 

Los resultados de la encuesta también arrojan una clara tendencia. De confirmarse, el partido Nuevas Ideas, perdón… Bukele está cerca de obtener una sobrada mayoría simple (43 diputados). Y es que algo está claro, la gente no está diferenciando liderazgos en el gabinete ni en el partido Nuevas Ideas. “Un voto para arena, es un voto para Tony Saca” era el slogan que usaba Tony Saca en 2006 y que le permitió obtener 34 diputados, lejos de la mayoría simple. La ola de votos que generó Funes en 2009 generó tanto miedo en Arena que el TSE, comandado por Walter Araujo, separaron las elecciones presidenciales de las legislativas y, pese a ello, el FMLN logró 35 diputados, su mayor bancada en la historia. Bukele va camino a obtener lo que Saca ni Funes lograron: convencer al electorado que no importa el candidato que ponga Nuevas Ideas, igual hay que votarlo. 

Y allí es donde surge el mayor problema de NI, gestionar la avalancha de expectivas de sus precandidatos. Queda claro al leer la evaluación del gabinete, que no importa lo excéntrico o repulsivo que puedan sonar los candidatos de NI, los “Joseyoutuber”, Marcelo Larin, Mónica Táher y los Walter Araujo, tienen una posición garantizada en la Asamblea Legislativa que hoy tanto critican, y anhelan. El reto está allí. 

Los otros partidos… pues creo que está demás decirlo. Gana y PCN, que hoy facilitan la gobernabilidad de Bukele, no tienen opciones para pelear ni los residuos que les ha hecho sobrevivir hasta hoy. Con suerte Gana obtendrá dos diputados; Mario Ponce debe disfrutar cada minuto en esa silla y, quizás, negociar un puesto en el Gobierno una vez deje ese despacho. Nuestro Tiempo aún no existe en el radar y CD, Vamos, PDC podrán de una vez por todas desaparecer. Las candidaturas no partidarias parecen ser el camino para los que no estén interesados en darle el poder total al presidente Bukele. 

Claro. La campaña electoral 2021 aun no empieza y hay muchas variables que van a modificar este escenario. Las encuesta son solo el reflejo de un momento y lo único que se puede leer en este día es que el color cyan va para rato. 

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