Disruptores
El espíritu de nuestro tiempo…
Quisimos suplir nuestros vacíos emocionales con cosas, nos preocupamos más por trabajar que por disfrutar y conversar, nos interesó más la nota que el aprendizaje, creímos que dándole todo lo posible a nuestros hijos le resolveríamos el futuro y ahí están las consecuencias.