Marvin Díaz / Susana Joma
Asamblea Legislativa aprueba ley de minería metálica en El Salvador
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Los diputados de Nuevas Ideas y de partidos aliados al gobierno, derogaron, de forma exprés y sin discusión, la Ley de Prohibición de la Minería Metálica, aprobada en marzo de 2017; también, avalaron la creación de una nueva ley para la minería que permitiría la exploración, extracción y explotación de minerales en el territorio nacional.
La Ley General de Minería Metálica fue aprobada la tarde de este lunes 23 de diciembre con 57 votos de los legisladores aliados al presidente Nayib Bukele; mientras que, tres diputados, de los partidos Arena y Vamos, se opusieron a la nueva ley. Según los diputados oficialistas, la reactivación de la minería vendría a incentivar, permitiría la inversión en infraestructura del país.
Esta normativa permitirá al Estado, a través de instituciones, sociedades en las que tenga participación accionaria o de economía mixta, realizar las actividades mineras en los territorios, sin la necesidad de tener un permiso de concesión por parte de la Asamblea Legislativa, según establece el artículo seis de la Ley General de Minería Metálica.
También, personas naturales y jurídicas podrán hacer minería, siempre y cuando tenga la autorización y permiso de la Dirección General de Hidrocarburos y Minas, autoridad rectora de las actividades mineras en el país.
En la ley se prohíbe el uso del “mercurio y otras sustancias no autorizadas” durante el ciclo minero. También, no se podrá realizar actividades mineras en zonas catalogadas como áreas protegidas, recarga acuífera y asentamientos urbanos de los municipios.
Según la ley, el cierre de minas y los daños ambientales provocados por la minera serán remediados por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) y la Dirección General de Hidrocarburos y Minas.
Daniel Alvarez, director general de hidrocarburos y minas, aseguró que las actividades mineras se harían “respetando el medio ambiente”; sin embargo, sectores sociales, como la academia, la iglesia católica y las organizaciones ambientalistas, afirmaron, durante un plantón frente a la Asamblea Legislativa, la mañana del lunes, que esta industria va a contaminar las fuentes de aguas, destruir bosques y generar el desplazamiento de comunidades. “La minería Salvador es inviable. Lo sabemos todas las comunidades que vivimos cerca de los proyectos mineros. Nuestra agua está contaminada y la minería vendría a contaminar más”, dijo Vidalina Morales, de la Asociación de Desarrollo Económico y Social (ADES), en Cabañas.
Salvadoreños sin ver el encanto frente a la minería
El mismo día en que se aprobó la nueva ley que avala la minería, una encuesta presentada por el Instituto Universitario de Opinión Pública (IUDOP) de la Universidad Centroamericana Dr. José Simeón Cañas (UCA), evidenció la preocupación de la población ante la situación económica actual, el medio ambiente y, sobre todo, la minería metálica.
El estudio realizado por el equipo del IUDOP bajo el título “La población salvadoreña opina sobre la minería metálica”, se desarrolló del 5 al 17 de diciembre, periodo en el que se entrevistó a 1,266 personas para conocer su percepción sobre temas económicos, pero sobre todo en materia medioambiental.
La directora del IUDOP, Laura Andrade, afirmó que la encuesta se llevó a cabo a nivel urbano y rural a nivel nacional. «Pueden ver en esta presentación que el 44.3 % de la población salvadoreña señaló que el principal problema que enfrenta el país al cierre de este 2024 es la economía, seguido por un 16.4 % que señaló el desempleo, un 7.1 % que mencionó la pobreza y un 6.6 % que señaló el alto costo de la vida”, afirmó Andrade durante la presentación de resultados, en la que también participaron Omar Serrano, vicerrector de proyección social y Andrés Mckinley, especialista en agua y minería. Según los datos el 77.6 % de entrevistados está muy preocupado por la situación medioambiental del país, el 11.6 % algo y el 9.5 % algo.
En opinión del 52.3 % de las personas consultadas durante este año la deforestación y el deterioro ambiental han aumentado, aunque el 33.6 % dice que sigue igual y 11.5 % considera que ha disminuido. La construcción de residenciales (52.6 %), la deforestación o tala de árboles (14.2 %) y la construcción de plazas y centros comerciales (9.8 %) están entre las tres primeras razones que los entrevistados enuncian como causantes de la problemática.
A la pregunta de ¿qué tanto cree usted que está haciendo el Gobierno para proteger el medio ambiente? 49.6 % evaluó que poco o nada, mientras el 48.3 % indicaron que mucho o algo.
La visión del 67.3 % de encuestados es que sí existe una crisis de agua, frente al 30.4 % que considera que no hay. Los que consideran que la problemática es real asocian esto con la escasez del recurso, la deforestación, la contaminación, que los ríos se han secado, porque las autoridades no administran bien el agua, el alto costo del agua y el aumento de colonias o residenciales.
Un significativo número de personas que fueron consultadas (59.2 %) consideran que El Salvador no es un país apropiado para hacer minería metálica, otro 23 % piensa que sí y un 17.8 % dijo no saber o no respondió. “Los datos muestran que 61 de cada 100 salvadoreños consideran que la minería metálica tendría algún tipo de impacto negativo sobre el medio ambiente”, señala el informe de resultados.
Sobre el impacto que traería la minería metálica en el medio ambiente el 29.9 % cree que la contaminación de las fuentes de agua, el 15.6 % señala que la contaminación general del medio ambiente, 7.7 % deforestación, 3.6 % un aumento de enfermedades en la población, 3.0 % contaminación de la tierra, 2.5 % contaminación del aíre, 1.3 % que se deteriora el medio ambiente/cambio climático, un 1.3 % considera que si lo hacen bien no habría impacto, otro 1.2 % alude a incendios forestales y 2.1 % dio otras respuestas.
En este ejercicio los datos muestran que aproximadamente 95 de cada 100 salvadoreños advierten que vivir cerca de una mina conlleva algún nivel de riesgo, pero sobre todo “solo 3 de cada 100 salvadoreños considera que serán los trabajadores o la población en general quienes recibirían la mayor parte de la riqueza generada por la minería. En este caso el 60.6 % considera que el que más se beneficiará es el gobierno, el 32.4 % cree que las empresas.
Muchos de los entrevistados (54.4 %) sabe que químicos como el cianuro, el amoniaco, el mercurio y otros son utilizados en la minería para extraer oro, el 45.6% no sabía. Omar Serrano, al brindar un análisis de los datos, afirmó que “se mantiene la conciencia que tomó la mayoría de la población sobre la situación de vulnerabilidad del territorio salvadoreño y sobre los daños que implicaría explotar la minería metálica industrial en el país”, y además, hay consciencia de que el cuido del medio ambiente es responsabilidad de todos, de la ciudadanía, del Gobierno, de las empresas, pero la gente sabe que es el Gobierno el principal responsable de velar porque se cuide el medio ambiente”.
Serrano añade que la postura de un buen porcentaje de la población está en consonancia con lo que dice la ciencia sobre la minería metálica y sobre lo que han revelado los estudios serios sobre la situación medioambiental de El Salvador, así como los daños que causaría. “Implementar la minería sería desoír la voz de la mayoría de la gente y sería un atentado de consecuencias impredecibles para el país, para su territorio y para la mayoría de la población. Esa es otra de la gran conclusión. Sería una bofetada a esta historia de lucha, no solo de los ambientalistas, no solo de las comunidades que se vería directamente afectadas por la explotación minera sino para todo el territorio nacional… Sería una bofetada a esta lucha que demoró años hasta lograr que en 2017 se prohibiera la minería metálica en el país”, reflexionó el vicerrector de proyección social.
Advierten problemas por contaminación y acceso al agua
Andrés McKinley, el especialista en agua y minería sostuvo que en este tema hay muchos mitos que se pueden escuchar. “Lo más común que se escucha es que existe una nueva tecnología que permite explotar oro y plata a nivel mundial sin hacer daño al medio ambiente, es por eso que escuchamos tanto sobre fenómenos como minería verde, minería responsable, minería moderna, minería sostenible”.
Mckinley sostiene que la concentración de oro y plata que queda en el subsuelo del planeta, después de miles de años de hacer minería, es muy bajo, de ahí que los grandes pedazos de oro que la gente encontraba en siglos anteriores ya no existen. Señaló que en este caso ese oro y plata al que los expertos hacen referencia es en términos microscópicos casi invisible al ojo, por eso las empresas que se dedican a eso sacan tierra del subsuelo, la mandan a los laboratorios, para determinar si hay oro, cuál es el nivel de concentración, si es factible, si es rentable o no explotarlo. “En el caso de El Salvador la concentración de oro es más o menos 6 gramos por tonelada de roca. Eso es lo que estaba encontrando Pacific Rim en el área de Cabañas cuando estaban explorando en esa zona… Eso implica que para lograr suficiente oro parara hacer un anillo, una onza de oro digamos, hay que sacar, procesar más de 20 toneladas de roca y tierra. Solo pónganse a pensar qué implicaría eso para un país tan pequeño como El Salvador. Es convertir al país en la luna con sus cráteres por todos lados dentro de un periodo muy corto si decidimos abrir la puerta a esta industria”, afirmó el especialista en agua y minería.
Según indicó McKinley si se instala esta industria habría una sobreexplotación del agua para procesar oro, plata u otros metales preciosos, pues la minería requiere enormes cantidades de agua en cada fase del proceso minero. “Las minas promedio en Centroamérica utilizan más de un millón de litros de agua diario para sus procesos mineros.”, sostuvo.
En este contexto puso el ejemplo de que una mina ubicada en San Marcos, Guatemala, que es considerada por el Banco Mundial como la mina más moderna en Centroamérica; ahí se utilizan 6 millones de litros de agua diarios, además de que hay minas en Europa Oriental que usan hasta 350 millones de litros de agua diario para procesar. El especialista precisó que la preocupación sobre el tema de la sobreexplotación del agua se incrementa debido a que el país ya está en crisis hídrica, se está sufriendo el fenómeno de estrés hídrico, lo que implica que ya no hay suficiente agua para responder las necesidades de la gente.
Según indicó esta industria provoca que los ríos cercanos a las minas se sequen, también las fuentes de agua que utilizan las comunidades cercanas; además, de que las empresas para explotar oro y plata de baja concentración tienen que utilizar grandes cantidades de cianuro, un químico altamente tóxico capaz de matar al ser humano.
Mckinley externó que las empresas mineras las aguas cargadas con tóxicos las depositan en grandes lagunas que se quedan para siempre en extensiones de terrenos, contaminando.
Otro tema que abordó en la presentación de la encuesta fue el problema del transporte del cianuro, el almacenaje y el manejo. En este punto recordó que desde hace varios años hay 19 barriles de cianuro embodegados en un contenedor, en un cerro de San Sebastián, esperando cómo se va a retirar a pesar de que un juez ordenó al Ministerio de Medio Amiente que procediera. “Es una bomba de tiempo (esos barriles de cianuro) y el Gobierno no ha podido en cinco años deshacerse de esos barriles de cianuro”, sostuvo.
Además, abordó el tema del drenaje ácido que se da en las minas de oro. Esto es un fenómeno que ocurre cuando las rocas que se están explotando tienen altos contenidos de sulfuros, como el caso de El Salvador. Entonces, cuando se muele esa roca y los sulfuros se exponen al oxígeno, en el aire o la lluvia, se transforma en sulfatos y estos a su vez en ácido sulfúrico que penetra los ríos, llega a las aguas subterráneas y los lagos.
Señaló con preocupación que una vez inicia ese fenómeno de contaminación por minería metálica es casi imposible detenerlo y limpiarlo como ha ocurrido en San Sebastián, en donde el Gobierno no ha podido resolver.
Al hablar sobre el tema aclaró que Costa Rica prohibió la minería metálica a cielo abierto en 2016, un año antes que se diera en El Salvador, contrario a lo que han argumentado los diputados de la comisión que tuvieron en sus manos la discusión de la Ley de minería presentada por el Ejecutivo. “Observé el debate dentro del comité de dictamen el otro día sobre la minería y me preocupa tanto el bajo nivel de conocimiento que hay en El Salvador, en general, pero también más especialmente en este comité, en la Asamblea Legislativa. (Estamos ante) diputados y diputadas que es obvio que no saben, que no entienden la amenaza de esta industria que estamos enfrentando; estamos tomando decisiones sobre una industria, sobre fenómenos, sin saber, sin estar informados, sin información objetiva, científica para apoyarnos en esa decisión”, puntualizó.