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 2706-5421

Disruptiva ART-2
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Susana Joma

Foto principal, cortesía del CIMARYL

Científicos piden más investigación sobre el problema de la basura marina en la región

Las imágenes de las toneladas de basura acumuladas en la playa de Acajutla, en Sonsonate, durante el fuerte temporal que afectó al país en junio de este año, impactaron a los usuarios en redes sociales y generaron preocupación entre los biólogos marinos locales, por el daño que supone para esos ecosistemas.   

En esa oportunidad las cuadrillas de trabajadores de varias dependencias del gobierno, entre ellas el Ministerio de Obras Públicas, retiraron de ese punto de la costa salvadoreña cerca de 800 toneladas de basura, una tarea nada fácil y que tomó días. 

Marcela Díaz, bióloga de la Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES), sostiene que la presencia de basura, desechos sólidos en los cuerpos de agua es una problemática que va en aumento, debido al uso indiscriminado de botellas de plástico, la falta de consciencia ambiental, aunado al estilo de vida rápido y fácil que llevamos.  

Díaz sostiene que esta situación no solo afecta la calidad del agua, sino también a los animales que habitan en los ecosistemas acuáticos, así como la de los seres humanos que dependen de esos recursos naturales para vivir. 

La bióloga detalló que esta situación impacta en la calidad del agua disponible, también a los animales que en unos casos quedan atrapados o mueren por el consumo de los plásticos y otros objetos que, en la época lluviosa, de las cuencas de los ríos pasan a las corrientes de agua y llegan hasta el mar.   

Johanna Segovia, bióloga y ecóloga marina coordinadora del Centro de Investigación Marina y Limnológica (CIMARYL), del Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación (ICTI), de la Universidad Francisco Gavidia (UFG), sostiene que la basura es un problema a nivel mundial y que es necesario estudiar bastante en el país, esto con la intención de definir estrategias para su combate, por el mismo hecho de que proviene de las ciudades, pero también hay que considerar que no solo los ríos salvadoreños están aportando desechos sino también los de países vecinos, incluso otros lejanos. 

¿Qué organismos se vieron afectados en este evento? La investigadora precisó que en la playa de Acajutla hay corales, hay gorgonias hay arrecifes rocosos, entre otras especies no menos importantes para el equilibrio. 

Según detalló la investigadora, las acumulaciones prácticamente entierran y sofocan a los organismos que están en las costas, dentro de ellos los más afectados son los sésiles, es decir aquellos que no pueden movilizarse del fondo marino, pero otros como los cangrejos que si se mueven pueden llegar a sobrevivir dependiendo de su dieta. 

Segovia expuso que también existe el reto de investigar en la parte física y química lo que está ocurriendo en la costa, por lo que se necesita que oceanógrafos físicos, geólogos costeros planteen un debate sobre cómo hacer las cosas. “Debemos tener la consciencia también en aceptar que hay que cambiar ciertas modalidades de vida y de consumo que tenemos y luego exigir que el manejo de los desechos sólidos sea el correcto para no tener este tipo de problemas”, sostiene la bióloga. 

Ella es de la opinión que se debe establecer planes de emergencia o contingencia para abordar esta situación, pero también que “definitivamente tiene que haber una conversación sobre el tema a nivel regional”, porque de hecho a nivel mundial sí se están viendo bastantes iniciativas. Un ejemplo de ellos podría ser la suscripción de tratados dirigidos a regular o prohibir el uso del plástico de un solo uso, que sigue convirtiéndose en nano plásticos que entran al organismo de peces, cangrejos, corales. 

Díaz, al igual que Segovia, coinciden en que la problemática debe atenderse de forma regional. 

 El oceanógrafo Ángelo Picardo, quien también forma parte del equipo de investigadores del CIMARyL, es de la opinión que es un problema global y de nada sirve que algunos países estén trabajando por solucionarlo si otros no ponen de su parte; dado que el océano es el que conecta al planeta y que la basura puede llegar a cualquier costa entonces ahí vale la pena comprometerse y trabajar juntos como región centroamericana. 

El joven oceanógrafo detalló que el ser humano vio en el océano una solución para la basura que genera, pensando que dada su inmensidad no pasaría nada, pero eso no ha ocurrido así y por eso en cualquier playa del mundo hay fragmentos de plástico. 

Picardo manifestó que algunos países, entre ellos Guatemala, están desarrollando proyectos de recolección de la basura en los afluentes, utilizando rio bardas, para el caso en el río Las Vacas. “Eso nos beneficia a nosotros porque ese plástico llegaría al océano Pacífico y puede llegar a nuestras costas”. Una iniciativa similar al del río Las Vacas se estaría dando en El Salvador, específicamente en el río Lempa. 

Díaz, aunque no rechaza el esfuerzo de las río bardas impulsadas para evitar que la basura llegue al océano, explica que lo más importante y clave es que se fomente la educación ambiental, que la gente ya no lance la basura en cualquier lado, porque de continuar con esa práctica las río bardas se vuelven insuficientes, pueden colapsar. Esto implica que siempre se requieren medidas complementarias. 

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