Número ISSN |
 2706-5421

cierre escuelas
Picture of Susana Joma

Susana Joma

Cierre de escuelas y secciones podría desincentivar a alumnos, advierten gremios docentes

Los cierres de varias escuelas y la unificación de secciones, entre otras medidas adoptadas por el Ministerio de Educación (MINED) en los últimos meses, son, a criterio de algunos gremios de docentes, situaciones derivadas de varios factores, pero que desmotivan a estudiantes y padres de familia, ante lo cual no descartan que se produzca más deserción escolar. 

Entre 2023 y lo que va de 2025 medios de comunicación nacionales han hecho eco de las voces de padres de familia denunciando este tipo de acciones en varios centros educativos de la capital y del interior del país. En ese periodo se han conocido casos como el del Centro Escolar Antonio Najarro, de Mejicanos, que trascendió estaba en planes de albergar a otro centro de enseñanza.  

Otras instituciones que han sido noticias debido a la misma situación son: el Centro Escolar Caserío Comunidad Regalo de Dios Rodríguez Porth, del distrito de Ahuachapán; el Centro Escolar Jardines de Sonsonate; Centro Escolar del Caserío Cantón Paso de Canoa, en Santa Isabel Ishuatán, de Sonsonate; Escuela de Educación Parvularia Colonia Jardín, de Mejicanos; Escuela Parvularia Zacamil; Centro Escolar Santa Eduviges, ubicado en Cuscatancingo y el Centro Escolar de Parvularia María Reina de La Paz, de la colonia Las Palma, en Sonsonate Centro; y Centro Escolar Basilio Plantier. 

Otros de los casos conocidos recientemente, a través de las redes sociales, es el del Centro Escolar Comunidad El Bambú, en Izalco Sonsonate, que recién había sido mejorado con financiamiento de la embajada de Alemania. La sede consular en un primer momento se pronunció en la red social Facebook externando su preocupación por el hecho; luego, en otra publicación, expuso que el MINED les informó que la infraestructura será destinada para atender personas mayores. 

Las informaciones difundidas en distintos medios dieron cuenta de que la población estudiantil de El Bambú y de otra escuela de Izalco que corrió la misma suerte fueron concentrados en otra institución que dista dos kilómetros. 

Las gremiales de docentes y las noticias exponen que en la mayoría de los casos las comunidades educativas han denunciado que las autoridades de oficinas departamentales de Educación han dado directrices para reasignar a los estudiantes a otras escuelas y proceder a los cierres; los argumentos son varios, en unos casos amparados en que hay baja matrícula, en otros en que están en locales alquilados que los dueños ya no quieren arrendar, o que harán obras de reparación de las escuelas o en sus alrededores. 

David Rodríguez, secretario general de Bases Magisteriales de El Salvador, expuso que  en la segunda quincena de enero algunos colegas han confirmado que, en varias escuelas, especialmente en Sonsonate, la directora departamental ha girado instrucciones para que las aulas no tengan menos de 28 estudiantes, porque en caso contrario tienen que unificar secciones de estudiantes de distintos grados; algo que a su criterio se traduce en una violación a la Constitución de la República, porque, por ejemplo, a un primer grado que tenga diez o quince niños deben darle la educación que se merecen, de calidad, algo que no ocurre en las aulas integradas. 

Aunque el Ministerio de Educación (MINED) guardó silencio sobre el tema durante varias semanas, el pasado 3 de marzo el titular de esa cartera de Estado, Mauricio Pineda, afirmó en la Comisión de Hacienda de la Asamblea Legislativa que no están cerrando escuelas, sino unificándolas. No obstante, entre enero y febrero los análisis de los gremios docentes han venido enfocando que esta medida no es acertada. “Lo primero que hay que decir es que cerrar una escuela es una palabra que nosotros no utilizamos. Nosotros estamos unificando algunas”, afirmó Pineda, tras argumentar que muchas escuelas están demasiado cercanas. “En un kilómetro usted puede encontrar hasta tres o cuatro centros educativos y ese es el problema. Como acá la educación no era importante para nadie, menos la calidad de la educación”, insistió. 

El funcionario, al referirse al caso del Centro Escolar de la Comunidad El Bambú, sostuvo que la escuela no se ha cerrado y tienen las actas en donde los padres de familia han aceptado que la escuela se unifique con otra. 

Ahorro versus calidad 

El profesor David Rodríguez, entrevistado por Disruptiva Media al cierre de enero pasado, dijo que lo que están haciendo los funcionarios de educación es un error, porque están tratando a los niños como estar produciendo una camisa. 

“De seguir así la educación, cerrando secciones, turnos o centros educativos, van a desmotivar a que los niños que están en lugares distantes vayan a estudiar, porque lo que se buscaba al acercar las escuelas a la comunidad era motivar a los niños y que no hubiese excusas para no asistir a la escuela; para eso se implementaron varios programas después de la guerra: el programa EDUCO, el de la Alimentación Escolar, el tema de los paquetes escolares, hoy el tema de la tecnología, pero no puede ser a costa de sacrificar a los estudiantes el ahorro, porque entonces no tiene sentido», aseveró. 

¿Qué implicaciones tiene que un profesor atienda varias secciones en una misma aula? A criterio del profesor Rodríguez “eso es solo (buscar) lograr números, pero no calidad de la educación. Yo ya lo viví en 2005, en una escuela que tenía 6o, 7o., 8o., y 9o.; uno no logra alcanzar los objetivos, hoy las competencias en los niños, porque (solo) es una forma de que el niño tenga el certificado, pero sin las competencias para enfrentar el día de mañana un trabajo, o al entrar a la universidad va a entrar en desventaja en relación con un niño que ha estado toda su vida en un aula pura”. 

El representante de Bases Magisteriales lamentó también que este año el MINED haya determinado pagar los sobresueldos a los docentes a partir del 3 de febrero, a pesar de que estuvieron asistiendo a atender labores y dar clases desde enero, lo cual implica una pérdida económica para los educadores: “El año pasado tenía razón de ser que (el pago) era a partir del 3 de febrero, porque el 6 (de febrero) entraron los niños a clases, pero ahora han ingresado antes», subrayó. 

Desde la gremial califican como “una violación a los derechos de los trabajadores” el que no les paguen a los docentes los primeros quince días de sobresueldo. 

El profesor Rodríguez, en su calidad de representante de esta organización docente, advirtió que el MINED con todas esas acciones lo que están buscando es ahorrar, por la reducción de los más de 35 millones de dólares que ha tenido de presupuesto. “Yo creo que a cualquier profesor que esté en estas condiciones van a desanimarlo; yo no sé si ese es el objetivo desanimarlo, pero al final por necesidad el profesor se va a quedar atendiendo a los estudiantes, pero vamos a seguir teniendo los mismos o peores resultados sino se le pone un alto a aquellos directores departamentales que están girando instrucciones a los gestores para que no aprueben estos sobresueldos, o en el caso más fatal que estén cerrando centros educativos”, insistió el profesor Rodríguez. 

Centralización y golpe a la salud mental   

Al hablar sobre cómo inició el año escolar, el profesor Francisco Zelada, secretario General de la gremial SIMEDUCO, sostuvo que ellos también han tenido confirmación del cierre de varias escuelas y de otras que están por enfrentar ese mismo destino. “Nosotros tenemos un estimado de diez centros educativos que han sido cerrados, podrían ser más porque no tenemos toda la información, y otros están en proceso de cierre, como esa información se va actualizando”, indicó. 

Zelada detalló, en una entrevista realizada por Disruptiva a finales de enero, que había unas cinco escuelas que estaban en proceso de cierre, algo que en su opinión se ha dado en muchos departamentos y obedecería a una política ministerial nacional. Sin embargo, en un nuevo balance que el mismo docente hizo el pasado 20 de febrero sobre la situación educativa, durante la entrevista Frente a Frente, señaló que a esas alturas ya tenían conocimiento de 30 escuelas cerradas. 

El sindicalista advierte que los padres de familia, a la hora de denunciar, también enfocan que los cierres se tratan de medidas de austeridad del MINED debido a problemas económicos que enfrenta el gobierno. 

Aunque el dirigente del SIMEDUCO, al igual que su colega de Bases, reconoció que hay casos de cierres relacionados con la baja matrícula escolar, también dijo que en este contexto las autoridades le estarían apostando a tener solo escuelas fuertes, con muchos alumnos y docentes, con miras a centralizar recursos; sin embargo, esto trae complicaciones a los padres, niños y maestros. 

 “Cuando unifican centros educativos, en el caso de que  unifiquen dos, que ha sido la dinámica, el centro escolar más amplio en infraestructuras, con más personal docente, con más estudiantes, generalmente ha estado absorbiendo a otros centros pequeños, pero cada centro educativo tiene su propia organización, tienen su concejo directivo escolar, tienen su directos, su director y al unificar las instituciones los que son directores pierden el derecho, porque hay uno de ellos que no va a poder seguir siendo director, lo mismo ocurre con el subdirector”, expuso el educador. 

Según precisó, esta medida de centralización estaría teniendo un impacto en los padres de familia, quienes tienen que invertir más recursos económicos para que sus hijos puedan desplazarse a otros centros educativos que les quedan más retirados, pero también estaría generando un problema socioemocional en los niños, porque estos de forma repentina se ven separados de sus compañeros con los que ya han formado grupos, tienen una afinidad; algo similar pasaría con sus colegas docentes que tienen que volver a construir nuevas relaciones interpersonales. 

Al hablar sobre este tipo de decisiones ministeriales, el sociólogo Roberto López, coordinador del Observatorio Universitario de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), considera que hay un impacto cultural muy importante que es el sentido de pertenencia e identidad que los estudiantes tienen con respecto a las comunidades educativas. “El estudiante debe ahora comenzar a apropiarse de una nueva referencia, en el sentido de a qué comunidad ahora pertenezco, en este caso la comunidad educativa, y debo conocer a los compañeros”, advirtió el académico a principios de enero durante una entrevista matutina de radio YSUCA. 

López, que en su momento también laboró en un centro educativo de nivel básico, afirmó que a los estudiantes cuando llegan a un nuevo centro educativo les lleva todo un proceso de adaptación y resocialización que no siempre es fácil de manejar. 

El profesor Zelada, como dirigente del SIMEDUCO, no descarta que con el paso de los meses este tipo de disposiciones gubernamentales de cierre de escuelas, de unificación de secciones, que afectan a las comunidades educativas persista:  “Al parecer esta es una política institucional que no se detendrá, al menos eso es lo que nosotros creemos que podría pasar; cada día el fenómeno de cierre de escuelas podría ser más marcado, porque el país está aplicando medidas propias de un país subdesarrollado, porque nosotros conocemos la experiencia de otros países en las que cierran centros penitenciarios y crean escuelas; entonces al fortalecer el tema educativo los ciudadanos cometen menos delitos y por lo tanto las cárceles no se necesitan y tienen que ir cerrando, pero la decisión de nosotros como sociedad ha sido involutiva”. 

Sobre los efectos de las medias Zelada expuso que los habrá a corto plazo, porque incluso ya hay padres de familia que han tomado la decisión de retirar a sus niños de escuelas públicas e inscribirlos en centros privados, pero hay otros que incluso están evaluando si sus pequeños continuarán estudiando debido a esto les significa un incremento en sus costos, en momentos en que tienen problemas para cubrir la canasta básica. 

Es necesario revisar los cambios demográficos 

El tema de la baja matrícula tendría que ser en sí un tema de estudio, porque según lo expresado por los profesores no en todos los sitios afecta de la misma forma este fenómeno.  

En el caso del profesor Rodríguez, de Bases Magisteriales, comentó que los reportes que ellos han conocido advierten que algunos centros de la zona de Colón, en La Libertad, han experimentado un incremento de matrícula en el nivel de Parvularia, eso es algo que lo han vivido en la escuela en donde labora, lo cual ha llevado a la necesidad de requerir más mobiliario para estos escolares. La matrícula se nos ha incrementado en los niveles de Parvularia, como efecto de la pandemia, como en esa época de la pandemia se incrementaron los nacimientos, ya a finales de 2022, y ahora ya están entrando los niños a parvularia 4 y 5 años”, agregó el dirigente gremial. 

El profesor Zelada, por su parte, no descarta que en algunas instituciones del país se haya dado un aumento de la matrícula, pero destacó que no es en todos los lugares, porque en San Salvador se habla de una reducción de esta, e incluso se han reportado cientos de maestros puestos a disposición para ser reubicados en otras instituciones. 

En la entrevista Frente a Frente Zelada dijo que en efecto se ha visto un descenso de población estudiantil en el sector público y estimó que solo para este año habría cerca de 25,000 estudiantes menos en las aulas.  

Mientras, en la entrevista con Disruptiva Media detalló que “en el mes de diciembre posiblemente más de 200 profesores pudieron haber sido puestos a disposición de recursos humanos de la departamental, solo en el caso de San Salvador. Para el caso de enero 2025 ya hay más de 120 profesores puestos a disposición de la departamental de San Salvador. Este no es un fenómeno exclusivo de San Salvador, sino que es un fenómeno en todos los departamentos, en algunos más que en otros”. 

Ante el problema de reducción de estudiantes, viendo el lado positivo, los educadores coinciden en que sería una oportunidad para que los niños reciban atención de mejor calidad, más efectiva, por ejemplo, destinando un maestro titular y un auxiliar en cada sección como ocurre en otros países. Esto también evitaría que los maestros vayan quedando desempleados. 

“El maestro auxiliar ayuda a hacer uso efectivo del tiempo; el maestro auxiliar le ayuda al profesor en la planificación didáctica; le ayuda a estar pendiente de cada detalle de cada uno de los alumnos; le ayuda con la atención personalizada mientras el maestro titular está desarrollando el contenido; le ayuda también a revisar tareas y registrar los datos en los sistemas informáticos, a pasar asistencia, una serie de actividades administrativas en las que el docente está enredado que no le permite fortalecer directamente el hecho pedagógico”, resaltó el docente. 

La profesora Idalia Zúniga, del Frente Magisterial Salvadoreño, al igual que Zelada, no descarta que los cierres se incrementen e insiste en que la baja matrícula no es motivo para que cierren las escuelas, sino que se trata más de una medida de austeridad gubernamental. 

Durante la segunda quincena de enero, Zúniga reportó en diversos espacios de entrevistas el cierre de alrededor de 24 centros escolares públicos, incluso compartió un listado en las redes sociales. La cifra brindada por Zúniga no pudo ser confirmada con los secretarios generales de Bases Magisteriales ni del SIMEDUCO y hasta la fecha el MINED no se habría pronunciamiento sobre tales datos.  

A finales de febrero la docente informó a un medio nacional que hasta el 7 de febrero la cifra de instituciones educativas públicas cerradas había alcanzado las 44. 

En el caso de la profesora Zúniga no solo visualiza un posible aumento de la deserción escolar, por la desmotivación de los padres de las zonas rurales a enviar a sus hijos a zonas distantes exponiéndolos a peligros, sino que además no descarta un aumento en el analfabetismo. 

Cuando se realizaron estas entrevistas los dirigentes gremiales de Bases Magisteriales y SIMEDUCO coincidieron en que el Ministerio de Educación ya había comenzado a entregar algunos recursos. En ciertas escuelas ya habían recibido los libros, los uniformes del año pasado, pero no les habían entregado los cuadernos, o en otros casos se les habían dado incompletos. Mientras los alimentos los esperaban para este mes de febrero. 

Impacto hasta el sector privado 

El problema de baja matrícula no es un problema exclusivo de las escuelas. Javier Hernández, presidente de la asociación de Colegios Privados de El Salvador (ACPES), confirmó en la misma entrevista Frente a Frente del 20 de febrero que ese sector también enfrenta el mismo reto. 

Hernández, quien también tiene experiencia en la educación pública, sostuvo que el descenso de la población escolar en el sistema público podría ser mayor a los 25,000 escolares citados por Zelada. 

Hernández dijo que los datos de proyección de matrícula en los colegios, que tienen hasta febrero, indica que han alcanzado más o menos los 185,000 estudiantes, una cifra que será inferior a la de 2024, la cual a su vez también presentó reducción respecto a 2023. “Estamos hablando en el sistema privado (la reducción es) no menos de 25,000 estudiantes (para este año). Yo creo que en el sistema público tienen que ser más porque estamos hablando de un universo mayor que el sistema privado”, indicó. 

El representante de la ACPES, tras señalar que en el sector privado en los últimos dos años la reducción de población estudiantil rondaría los 50,0000, advierte que esto no necesariamente estaría relacionado con falta de oportunidades para estudiar, porque en lo público y privado se han abierto diferentes opciones para que los niños y jóvenes puedan aprender.   

Según Hernández, esta reducción en la demanda de servicios educativos podría estar vinculado con el valor que se está dando por parte del Estado, la comunidad educativa, los hogares y los mismos estudiantes. “Puede ser que cuando haya más consciencia de que la educación es la base de todo entonces puede cambiar las cifras de matrícula de los centros educativos», precisó. 

El también docente, citando datos brindados antes de la pandemia, sostuvo que, del 2009 al 2019, el país ya había perdido medio millón de estudiantes en total, una década en la que se enfrentaban otros problemas. 

A criterio de Hernández, a la fecha no se conoce que haya alguna investigación de parte del MINED ni de las universidades sobre este descenso de población estudiantil, por eso se tiende a pensar que se debe a la reducción de la baja de la natalidad en el país, así como a la migración. 

Comparte disruptiva