

Susana Joma / Marvin Díaz
El gusano barrenador golpea el istmo centroamericano y México
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Un insecto tiene al sector ganadero y de salud pública en Centroamérica y México frente a un desafío sanitario crítico. La reaparición del Cochliomyia hominivorax, conocido como mosca del gusano barrenador preocupa, después de reaparecer tras haber sido erradicada en la región durante la década de 1990.
Un recorrido por las publicaciones de medios de comunicación digitales deja evidente como desde 2023, a la fecha, el también llamado Gusano Barrenador del Ganado (GBG) se ha ido abriendo camino en el istmo, obligando a que los gobiernos lancen declaratorias de emergencias zoosanitarias tras reportes de casos de miasis (infestaciones de gusanos) en animales, incluso seres humanos.
Así la historia, Panamá entró en alerta sanitaria el 5 de julio de 2023; México en esa misma fecha; Costa Rica el 7 de febrero de 2024; Nicaragua el 5 de abril de 2024; Honduras en septiembre de 2024; Guatemala el 29 de octubre de 2024. El Salvador y Belice han sido los últimos de la región en declarar emergencia zoosanitaria, el primero el 20 de febrero de 2025, y el segundo el 15 de marzo de este mismo año.
El primer caso de miasis (infestación parasitaria de tejido vivo o muerto por larvas de mosca) por gusano barrenador ocurrido en El Salvador, después de 30 años de haberse erradicado, fue registrado el 10 de diciembre de 2024, en el distrito de Sociedad, en Morazán Sur.
En Honduras, Costa Rica, México y Panamá ya han surgido reportes de personas enfermas con miasis del gusano barrenador, en los tres primeros países incluso hay fallecidos por esta causa. Al momento de redactar esta nota El Salvador aún no reportaba decesos por esta enfermedad.
En total Honduras registraba tres fallecidos por el gusano barrenador al cierre de abril 2025; Costa Rica en 2024 reportó dos personas muertas, pero no se tienen datos en lo que va del año.
Productores resienten ataque de la mosca
En el territorio salvadoreño, más de un ganadero a pequeña o mediana escala, como Walter Sandoval, presidente del Acopio de Texistepeque, en Santa Ana, se ha visto afectado por este insecto.
“Yo he tenido casos de esos (infestaciones en ganado), por rayones de las vacas en los pezones, y también en ombligos de terneros. Aunque se curen las moscas andan encima. También tuve la pérdida de una ternera que no la veía por cuatro días y cuando llegué los gusanos ya habían crecido, y (aunque) se los eliminé, siempre se murió”, afirmó Sandoval quien trabaja en la producción de leche y fue entrevistado a mediados de abril.
El productor comentó que la pérdida que tuvo se dio en el cantón Cujucuyo, pero también conoce de algunos casos en el caserío Barranquillas, del cantón San Miguel, siempre en jurisdicción de Texistepeque.
“Ahí algunos vecinos me han contado que se han dado casos en ombligos de terneros. Es preocupante, esto va a ir en aumento si la proliferación de moscas va a ser más grande cuando empiecen las primeras lluvias. En el caso de nosotros debemos tener más cuidado y ver de qué manera se logra hacer un programa como el que hubo la vez anterior del Gusano Barrenador”, afirmó en momentos en que empezaban a asomar las primeras tormentas.
La Mesa Agropecuaria, Rural e Indígena advirtió el pasado 20 de abril en conferencia de prensa que, pese a que en el país ya se registran muertes de animales por gusano barrenador, no hay un dato oficial sobre la cantidad de decesos debido a que no se les practica necropsia para confirmar la causa, lo que obliga a los ganaderos a enterrar de inmediato las reses que mueren, con el fin de evitar más contagios.
Mateo Rendón, uno de los representantes de esa organización dijo que la falta de pruebas de laboratorio que confirmen muertes por gusano barrenador se debe a que el personal de la Dirección General de Ganadería ya no da abasto ante tanto caso.
Aunque el sitio oficial del MAG no registra mucha información sobre la temática del gusano barrenador, en su cuenta oficial de Facebook ha colgado algunos mensajes que están dirigidos a que los ganaderos, y otras personas, apliquen medidas de prevención ante las miasis del gusano barrenador revisando a sus animales. Sin embargo, en esa plataforma no se aportan datos puntuales sobre la cantidad y sitios en donde ocurren los casos, información que permitiría a la población tener un panorama completo de la situación.
La comunicación estadística que se ha recibido ha sido gracias a los informes que realizan organismos internacionales en el marco del seguimiento que dan a la problemática. En la red social de X, desde enero a la fecha, no se encuentran mensajes alusivos a la problemática. La Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) en su informe del 22 de abril de este año señaló que Tabasco, México, concentraba el 30 % de casos de esa nación; Guatemala acumulaba 395 casos; Honduras había confirmado 21 casos en varias regiones; El Salvador sumaba, entre diciembre de 2024 y el 8 de marzo de 2025, un total de 356 casos, de los cuales 129 se registraron en la semana epidemiológica del 2 al 8 de marzo. Los datos de la OMSA fueron retomados de un informe del Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA), que recibe reportes de todos los países.
Devoradora de hombres
El ingeniero Rafael Antonio Rosa, docente investigador del Departamento de Protección Vegetal, de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de El Salvador (UES), expuso durante entrevista con Disruptiva Media, ocurrida a fines de marzo, que el gusano barrenador es un insecto de la orden díptera (lo que se conoce como moscas, mosquitos, zancudos) y tiene metamorfosis completa, es decir pasa por los estados de huevo, larva, pupa y adulto.
¿Cómo se comporta esta mosca? El ingeniero Rosa señala que el nombre de la especie de mosca que habita en este continente significa en latín devorador de hombres, y aunque los perjuicios que causa están vinculados más con la ganadería, en realidad ataca a todo animal de sangre caliente, incluyendo el ser humano cuando tienen heridas sangrantes expuestas.
Según expone esta mosca es un poquito más grande que una doméstica normal. “A través de sensores que poseen en sus antenas (las moscas del gusano barrenador) detectan esa fuente de sangre y se dirigen inmediatamente a ellas, y alrededor de las heridas depositan los huevecillos, que en un corto periodo eclosionan y las larvas que emergen se introducen en la herida. Estas larvas empiezan a desarrollarse y alimentarse del tejido vivo”, comentó.
En un instructivo del MAG, publicado con apoyo del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA por sus siglas en ingles), se explica que la mosca deposita una media de 343 huevos en una herida, de los cuales emergen las larvas en cuestión de 12 a 24 horas generando las miasis o gusaneras.
El agrónomo de la UES detalló que una particularidad de esta mosca es que en estado de larva respira oxígeno, porque están dotadas de un sistema respiratorio ubicado en la parte caudal del cuerpo, debido a esto es que a pesar de que las larvas se introducen lo más profundo en el tejido de la herida siempre tienden a salir, sacar el extremo posterior para tomar aire. Esta situación hace que la herida se mantenga abierta y que la salud del animal se complique, debido a que siguen llegando más moscas a depositar sus huevos.
El ingeniero Rosa describió como llegado cierto momento los gusanos barrenadores se dejan caer al suelo, en donde se entierran para completar la fase de pupa, para luego emerger como moscas adultas. El ciclo completo de vida de este insecto tiene un promedio de 21 días en climas tropicales, pero el agrónomo salvadoreño no descarta que tanto ese proceso como el tamaño que alcanzan se incrementen debido al cambio climático.
“Las hembras copulan con los machos y vuelven a poner sus huevecillos, por lo tanto, los animales no se alimentan, baja su peso. En el caso del ganado vacuno pues baja la producción de leche grandísimo y al final todos los animales pueden morir por miasis”, apunta.
Los animales que tienen miasis al estar siendo devorados vivos se vuelven nerviosos, tienden a aislarse debido a la pérdida constante de sangre, también dejan de comer por lo cual se debilitan y terminan muriendo.
Sandoval, presidente del Acopio de Texistepeque, dijo que las medidas que ha adoptado por su cuenta es mantenerse vigilantes de que el ganado no tenga heridas en las ubres o cualquier otra parte, con el fin de que aplicarles pronto algún medicamento que se las seque.
De acuerdo con lo que contó Sandoval, la asociación de ganaderos a la que pertenece, en los días previos a ser entrevistado, no había tenido contacto alguno con técnicos del MAG, ni recibido ninguna indicación oficial, pero ve la necesidad de que haya comunicación. “Sería interesante, para poder coordinar y ver qué se puede hacer por esta plaga, porque ya está causando pérdidas y hay personas que tal vez conocen más de esta situación. En el caso mío he tenido empleados que ni sabían que era eso, porque ya hace tiempo había desaparecido y pues ahí hemos estado enseñándoles para poder erradicar esto. Esto es una plaga que sí nos afecta”, advirtió.
Tal como lo externó el productor en ese momento necesitan conocer por parte del MAG orientaciones sobre algún tipo de medicamentos para tratar las miasis que no están disponibles en los agroservicios pero que se requieren a fin de que los animales curen más pronto.
“Como ya se había erradicado (el gusano barrenador) son pocos los productos (existentes) que, si lo destruyen, que no son tan efectivos como antes. Sí se encuentran (medicamentos) en los agroservicios, pero hay que tener paciencia para estar sacando los gusanitos y aplicando remedios. A veces uno pasa hasta tres días sacando gusanito por gusanito”, citó Sandoval.
El resurgimiento
El ingeniero Rafael Rosa rememora que el gusano barrenador fue erradicado en el marco de una estrategia que Estados Unidos inició en la década de los 50, pero que luego coordinó este esfuerzo con México, hasta alcanzar Centroamérica, además, la zona del Darién en Panamá, que es una zona selvática fronteriza con Colombia.
La estrategia antes mencionada consistió en generar machos estériles de mosca del gusano barrenador, los cuales fueron liberados de forma masiva, tanto vía aérea como terrestre. Esto se hizo aprovechando que la mosca copula una sola vez en su vida. Es así como en la década de los 90, tras un esfuerzo sostenido de los países de la región, se declaró erradicado.
Ese programa requirió la instalación de plantas en México, Guatemala y Panamá, en las cuales se irradió a los insectos para que fueran estériles.
El agrónomo señaló que hay varias teorías de cómo se ha dado la nueva reinfestación del gusano barrenador en estas tierras, una de ellas que él más acepta, está asociada con el incremento del flujo migratorio irregular de personas que vienen de Sur América, atravesando la zona selvática del Darién, pasando por los países del istmo en su ruta hacia los Estados Unidos; esto debido a que la mosca no fue erradicada en Sudamérica, se mantiene como endémica.
Explicó que la población humana que pasaba por esa zona era más y más cada día. ¿Entonces qué sucedió? Los migrantes durante el trayecto empezaron a sufrir heridas, llegaban ya con gusaneras a la zona del Darién. Ya en muchos casos las primeras generaciones de gusanos barrenadores habían caído al suelo, se estaban reproduciendo de tal manera que (las moscas) iban saliendo de esa área selvática hacia el norte, entrando a Panamá. Es así como primero se habrían visto afectados animales silvestres y luego, al extenderse, también el ganado.
Otras de las situaciones que no descarta es que tras la aparición de los primeros casos en Panamá los países se hayan confiado un poco, a lo que sumaría la influencia del incremento de las temperaturas en acelerar el ciclo de vida de la mosca.
En palabras del agrónomo es necesario que los países se vuelvan a poner de acuerdo, coordinarse, para poner en marcha una estrategia simultánea que frene el avance de este insecto hasta erradicarlo, tal como ocurrió décadas atrás, algo que demandará montos millonarios. Mientras tanto las únicas alternativas que se tienen disponibles actualmente para prevenir casos es desarrollar en los territorios campañas agresivas de vigilancia de la situación de los animales.
Carlos David López, médico veterinario, también graduado de la UES, que tiene una maestría en reproducción animal y otra en epidemiología, señaló que la mosca tiene un avance rápido a nivel geográfico debido a que puede llegar a volar de 40 a 200 kilómetros de distancia.
Al hablar sobre los impactos, López advirtió que en primer lugar están las pérdidas económicas que se genera en la producción de leche y carne, como resultado de los animales enferman o mueren. A esto, según dijo, suma el riesgo de que se genere una zoonosis, es decir, que afecte a los seres humanos.
López coincide con Rosa en la idea de que se monte nuevamente una estrategia regional agresiva de combate contra este insecto, similar a la que llevó a erradicarlo previamente. Sin embargo, también apela al esfuerzo individual de los ganaderos, dueños de mascotas, y los ciudadanos en general. “Lo ideal es que nuestros productores, o nosotros que tenemos mascotas, revisemos a los animales al menos una vez al día, no solo en busca de miasis, sino de cualquier lesión que pueda tener la piel, sea un aruñoncito, rasponcito, heridita por más pequeña que sea”, advirtió el también docente.
Con el tema de contagio de los humanos dijo que, según la literatura, estos casos están más asociados a aquellas personas de mayor edad, a niños pequeños, individuos que tienen algún nivel de parálisis o deficiencia de movimiento, que permanecen quietos y tienen algún tipo de lesión.
El veterinario, quien trabaja desde hace diez años en la UES y previamente en el MAG, primero como técnico de campo y encargado del Sistema de Información de la Vigilancia Epidemiológica, manifestó que en los esfuerzos como academia están procurando que los estudiantes reciban capacitación sobre esta problemática, esto es algo que se da con el apoyo del MAG.
Cuando López fue entrevistado, en abril pasado, los estudiantes de esta carrera ya habían tenido tres jornadas informativas sobre este gusano. “Estamos haciendo consciencia (en los estudiantes de la carrera) de la necesidad, no solamente de identificar las miasis (en los animales), tratarlas, sino también en el reporte que debe hacerse al Ministerio de Agricultura para que haya una mejor atención a los casos. Desde el punto de vista de enfermedades parasitarias se les enseña también a tratar de reconocer lo básico de una miasis…”, citó el veterinario.
Informaciones disponibles en la web muestran que países de la región, por ejemplo, en Guatemala, ya están trabajando con apoyo del USDA en una estrategia contra este gusano. El Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA), de Guatemala, tal como consignan notas periodísticas, desarrolla actualmente una campaña informativa dirigida a la población también realiza acciones de control y vigilancia.
Mientras en el caso de El Salvador, el MAG ha establecido dos números de teléfono, 2202 –0881 y 2202-0226 para reportar la presencia de gusano barrenador en animales, también el Ministerio de Salud ha emitido un documento titulado Lineamientos técnicos para la atención integral de la miasis causada por gusano barrenador en humanos”. No obstante, hasta el cierre de esta nota de parte del gobierno, en general, no hay disponible información puntual sobre la estrategia completa que está aplicando, cómo y dónde se lleva a cabo, así como los recursos que está usando para frenar el avance de esta mosca en el país.
La situación del gusano barrenador es tal que ya a principios de mayo se conoció que Estados Unidos, como ya se hizo en el pasado y en coordinación con Panamá, ha empezado a liberar cada semana, de forma masiva, cerca de 14 millones de moscas Cochliomyia hominivorax macho estériles vivos sobre la selva de Panamá, como una medida estratégica puntual para combatir la plaga y lograr una estabilidad sanitaria de la región.