Susana Joma
“La inteligencia artificial tiene un enorme potencial para personalizar el aprendizaje”, Herberth Oliva, investigador educativo
La Inteligencia Artificial (IA) se ha convertido en un término clave a nivel mundial, aplicado en múltiples ámbitos. En educación, el Dr. Herberth Alexander Oliva, investigador educativo, sugiere que es momento de que los gobiernos inviertan en capacitar a sus docentes para integrar esta tecnología en todos los niveles de enseñanza, potenciando el aprendizaje y adaptándolo a las necesidades de cada estudiante.
¿De qué trata la Inteligencia Artificial? El documento Orientaciones y definiciones sobre el uso de la inteligencia artificial generativa en los procesos académicos Guía Práctica, emitida por la Universidad de Guadalajara, expone que la IA es un subcampo de la informática que se centra en el diseño y desarrollo de algoritmos, sistemas y técnicas que permiten a las máquinas imitar, simular o superar aspectos de la inteligencia humana.
El doctor Oliva, quien forma parte del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Francisco Gavidia (UFG), expresa que hoy en día hay muchas herramientas de IA ampliamente utilizadas, por ejemplo, Grammarly, Quillbot o DeepL, que son para mejorar la escritura académica y la comunicación en la panorámica del aula. Sin embargo, advierte que ha logrado detectar que hay una creciente adopción de plataformas de aprendizaje adaptativo como Khan Academy, Duolingo y Coursera, especialmente en áreas como idiomas, matemáticas y ciencias básicas.
El también investigador y docente de la Universidad de Guadalajara subrayó, durante una entrevista con la revista Disruptiva Media, que estas herramientas de IA “tienen un enorme potencial para personalizar el aprendizaje” de los estudiantes según las necesidades.
Oliva señala que sus colegas de otras latitudes dan cuenta de cómo en otros campos, como la Medicina, Ingeniería y Arquitectura, la IA se está utilizando para simular entornos complejos, analizar grandes conjuntos de datos y automatizar tareas repetitivas. “Me comentaban que ya en Chile, por mencionarte un ejemplo, los estudiantes de medicina pueden practicar cirugías en entornos virtuales con pacientes simulados por IA, mientras que México ya he logrado identificar estudiantes de ingeniería pueden utilizar herramientas de IA para diseñar estructuras más eficientes y sostenibles”, explicó.
Este año el especialista educativo, un apasionado de esta temática, publicó en la revista Realidad y Reflexión No. 59, de UFG Editores, el artículo titulado Gestión e Implementación de la Inteligencia Artificial en el contexto de la Educación Superior, en el que aborda no solo la historia de la IA, el impacto que tiene y lo que se puede lograr con este tipo de herramienta tecnológica si se aplica en forma correcta.
Según manifiesta, ya se ha visto que el interés por la IA ha crecido también rápidamente en Ciencias Sociales y Humanidades, en donde se están utilizando herramientas de análisis de texto y procesamiento del lenguaje natural para investigar patrones en textos históricos, analizar discursos políticos y comprender la evolución del lenguaje.
¿Qué ventajas tiene el uso de estos recursos tecnológicos para los docentes y los estudiantes? Sobre este punto detalla que más allá de la automatización de tareas y la personalización del aprendizaje, la IA ofrece oportunidades pedagógicas muy interesantes, tanto que en su caso y el de otros colegas esta se está convirtiendo en un verdadero aliado en el aula, porque les permite identificar las necesidades de cada alumno, a partir de lo cual, en su caso, puede adaptar estrategias de enseñanza para beneficiarlos.
Sostiene que en el entorno que los docentes tienen en la región centroamericana la IA les puede ayudar a detectar de forma más temprana a aquellos estudiantes que presentan dificultades en un tema específico, y brindarles apoyo individualizado antes de que se produzca un retraso significativo.
Además, Oliva precisa que “a la nueva generación de estudiantes salvadoreños la IA les abre un mundo de posibilidades para aprender de forma más activa, comprometida e interactiva, puesto que las herramientas de realidad virtual, los juegos educativos con IA y las plataformas de simulación dan lugar a que puedan experimentar, explorar y aprender haciendo”.
El docente universitario advierte cómo la IA puede ayudar a los estudiantes a desarrollar habilidades esenciales para el siglo XXI, entre ellas el pensamiento computacional, la resolución de problemas complejos y el trabajo colaborativo en entornos digitales, y a su criterio esto podría dar luces a las autoridades educativas sobre cuales deben ser los nuevos contenidos o áreas de formación de los nuevos docentes frente a las realidades actuales de un mundo lleno de tecnología en el cual el internet es un aliado indispensable para todo.
En palabras del doctor Oliva, además del enorme potencial que tiene la IA para personalizar el aprendizaje, las nuevas herramientas de este tipo son capaces de ajustar el nivel de dificultad, el tipo de contenido y las actividades en función del rendimiento, las preferencias y el estilo de aprendizaje de cada estudiante.
¿Qué desventajas puede tener el uso de las IA, tanto para profesores como alumnos? Su reflexión al respecto, como docente con 20 años de experiencia y frente a la realidad latinoamericana, es que introducir estas herramientas en los sistemas educativos realmente es un desafío: “Una de las principales dificultades que enfrentan los estudiantes de buena parte del sistema educativo público de nuestra querida América Latina es el tema de la brecha digital. No todos los estudiantes tienen acceso a la tecnología ni poseen las habilidades digitales necesarias para aprovechar al máximo las herramientas de IA. Esto puede generar nuevas desigualdades y excluir a aquellos estudiantes que provienen de contextos socioeconómicos más desfavorecidos”.
Pese a las bondades que pueda tener el uso de las IA el investigador aborda situaciones que pueden resultar desfavorables para usar estas herramientas de forma efectiva, entre ellas la excesiva dependencia tecnológica que la juventud latinoamericana tienen hacia los dispositivos celulares.
“Es fundamental que los estudiantes desarrollen un pensamiento crítico y autónomo, y que no se limiten a seguir las instrucciones de una máquina o peor aún de un desentendimiento de la realidad debido a las redes sociales. Desde el hogar hasta la escuela se les debe enseñar a utilizar la IA como una herramienta para potenciar su aprendizaje, no como un sustituto del pensamiento propio; ahora más que nunca considero que lo dicho por autores como Erick Sadin retoman vida al considerar que la IA nos presenta una cultura por el mínimo esfuerzo”, expone.
Aunque hay grandes expectativas sobre el uso de las IA para la enseñanza, el doctor Oliva deja ver también que “la IA no es una varita mágica que garantiza un mejor aprendizaje. La efectividad misma de la IA depende de cómo el docente la integre en el proceso educativo y la forma en la que el estudiante define usarla. Por ello se debe recordar que cuando la IA se utiliza de forma pedagógica, como complemento de las estrategias de enseñanza tradicionales, puede contribuir a un aprendizaje más significativo, personalizado e interactivo”.
El académico advierte qué, si bien hay ejemplos de cómo la IA está desplazando la labor docente, como ocurrió en un colegio privado de Londres, Inglaterra, llamado David Game College, en donde sustituyeron a los profesores convencionales por Inteligencia Artificial y realidad virtual en uno de sus cursos, “se debe dejar en claro que en la práctica no se trata de reemplazar al docente, sino de brindarle herramientas que le permitan potenciar su labor y atender mejor las necesidades de sus estudiantes”.
Sin embargo, también adelanta que, para integrar la IA en el sistema educativo, indistintamente del nivel que sea, requiere un enfoque holístico que abarque aspectos curriculares, pedagógicos y tecnológicos, pero, además, señala que “debe ser de carácter fundamental el poder solicitar a los gobiernos del mundo que inviertan en la formación docente, brindando a los profesores las herramientas y conocimientos necesarios para utilizar la IA de forma efectiva en el aula”.
El investigador de la UFG considera que para llevar la IA al aula se debe revisar los currículos y promover el desarrollo de las habilidades digitales en los estudiantes, de igual forma garantizar que todos tengan acceso a la tecnología y a una conexión de internet de calidad, para evitar que la brecha digital se profundice.
¿Es necesario complementar el uso de la IA con otras herramientas? “Desde mi conocimiento en varias latitudes del planeta, sobre diversos sistemas educativos y su funcionamiento sobre todo en buena parte de América Latina, siempre he considerado que la IA se debe complementar con otras herramientas y estrategias pedagógicas que permitan que el aprendizaje se vuelva un proceso complejo que en todo momento requiera de la interacción humana, el trabajo colaborativo, el pensamiento crítico y la creatividad por tanto la podrá facilitar y potenciar estos procesos, pero nunca sustituirlos”, externa el doctor Oliva.
El docente e investigador insiste en que la IA jamás logrará reemplazar la retroalimentación del docente, pero con la guía metodológica de este puede generar resultados mucho más ricos y significativos que terminen por mejorar el acto educativo.
Sobre los cuestionamientos alrededor de que el uso de la tecnología reduce la capacidad, incluso la inteligencia de los seres humanos, el investigador considera que “la tecnología, en sí misma, no reduce la capacidad ni la capacidad de las personas, pero sí obliga a los docentes a entender que el problema radica en el uso que las personas hacemos de la IA”, pero si está (la IA) en el aula se utiliza como una herramienta para la creación, la investigación y el aprendizaje, podrá mejorar las capacidades de aprendizaje de los estudiantes.
Los esfuerzos para utilizar la IA, según la visión del catedrático universitario, deben ir acompañados por otras acciones al interior de las instituciones educativas, entre ellas el crear reglamentos que permitan trabajar dichos recursos con responsabilidad ética, sobre todo aquellos vinculados con la privacidad, la seguridad de los datos; pero esas iniciativas también deben de venir del lado gubernamental.
“Se debe invitar a los responsables de la educación salvadoreña a crear y establecer marcos éticos y regulatorios claros para el uso de la IA en la educación, que protejan la privacidad de los estudiantes y garanticen un uso responsable y equitativo de la tecnología”, explica.
En la actualidad, de acuerdo con sus palabras, desde el Observatorio de Políticas Públicas de la UFG, se trabaja en investigaciones que proponen marcos regulatorios que garanticen esa privacidad y seguridad de los datos de las personas, y además, permitan trabajar en la prevención del mal uso de estos recursos tecnológicos.
Sostiene que, con el fin de fomentar un debate abierto y participativo sobre el impacto de la IA desde la UFG, en sintonía con la Alianza CINTANA, promueven debates y realizan publicaciones sobre esta temática, incluyendo su reciente publicación en la revista Realidad y Reflexión No. 59.