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 2706-5421

Gerentologa
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Susana Joma

La vejez y la longevidad son el reto económico y social de los países, según la gerontóloga Carmen Basso

El envejecimiento de la población y el incremento de la longevidad evidenciado en el VII Censo de Población 2024 de El Salvador implica, según la gerontóloga social Carmen Álvarez Basso, una necesidad urgente de que El Salvador haga ajustes en todos los ámbitos, pasando por los temas de salud, pensiones, empleo, ocio y, también, la oferta de las universidades. 

La Organización Mundial de la Salud (OMS), en un artículo publicado a principios de octubre, también plantea que en general todos los países deben prepararse para los cambios demográficos, porque el ritmo de envejecimiento es más rápido que en el pasado; incluso señaló que “en 2050 el 80 % de las personas mayores vivirá en países de ingresos bajos y medios». 

Sobre el envejecimiento, la OMS lo describe desde un punto de vista biológico como “el resultado de la acumulación de una gran variedad de daños moleculares y celulares a lo largo del tiempo, lo que lleva a un descenso gradual de las capacidades físicas y mentales, a un mayor riesgo de enfermedad y, en última instancia, a la muerte”. 

El organismo apunta que en 2030 una de cada seis personas en el mundo tendrá 60 años o más y “en ese momento, el grupo de población de 60 años o más habrá subido de 1,000 millones en 2020 a 1,400 millones».Para el 2050 la población mundial de personas de 60 años o más se habrá duplicado alcanzando los 2,100 millones. “En 2050 el 80 % de las personas mayores vivirá en países de ingresos bajos y medios», subraya la OMS. 

Las inquietudes de la OMS sobre este tema se dan luego de que la Asamblea General de las Naciones Unidas declarase el periodo 2021 – 2030 como la Década del Envejecimiento Saludable. 

El artículo de la OMS sostiene que ese proceso no es lineal y conlleva cambios y transiciones vitales como la jubilación, el traslado de viviendas más apropiadas y el fallecimiento de amigos y parejas. 

Pero, ¿qué pasa en El Salvador? Los datos brindados por el VII Censo de Población en El Salvador apuntan que hay 1,135,635 personas que tienen entre 40 y 54 años, en las cercanías a la jubilación. Además, hay 1,190,710 que ya tienen 55 años o más, es decir ya alcanzaron la edad de retiro, en otros casos ya están pensionadas, de ese total 57 % son mujeres y 43 % hombres. 

Prepararse para disfrutar en la vejez 

Álvarez Basso, quien es española con nacionalidad salvadoreña, visitó el país en las primeras semanas de octubre precisamente para impartir a mujeres un taller sobre los cambios vitales, cambios vitales estresantes, terremotos vitales, transiciones y la nueva longevidad, conceptos que son poco conocidos acá pero que son claves en las diferentes etapas de la vida. 

Basso dice, citando a Bruce Feiler, que hay 58 cambios vitales a lo largo de la vida, es decir que casi uno cada 18 meses; los cuales podemos manejar con las habilidades que hemos aprendido en casa, en la sociedad, en el colegio y el entorno. Sin embargo, del total de cambios vitales hay 5 que tienen potencial de convertirse en terremotos vitales, como el divorcio o separación, el retiro, la pérdida de trabajo, una enfermedad grave, casos en los que, de acuerdo con lo que expone, se necesita tener ayuda para superar el dolor que conllevan. 

“Si tu reflexionas, si te pones a prepararte o acudes a alguien que te diga cómo salir, es decir si aprendes de ese dolor tú vas a tener crecimiento, sino aprendes, si le quitas a la ecuación la reflexión o el aprendizaje te vas a quedar con el dolor. Hay mucha gente que se estanca, que no es capaz de salir”, señala Basso. 

La gerontóloga, cuenta como en un momento de su vida atravesó casi de forma simultánea por una lucha contra el cáncer, un proceso de divorcio, despido, su madre enfermó de Alzheimer, la etapa del nido vacío cuando sus hijos ya adultos marcharon, entre otros. 

Según su testimonio, tras estas situaciones de cambios que le generaron crisis personales se vio en la necesidad de rediseñar una tercera etapa de su carrera y su vida en general, algo que solo logró hacer con ayuda de una “coach” (entrenadora) que trabaja en estos temas y quien le dio libros para que empezar a aprender al respecto.  

Replantearse y rediseñar la vida, tal como expone Basso, es ahora un paso imprescindible ante el hecho de que las nuevas generaciones están viviendo más, lo cual también demanda alcanzar más años, pero con calidad.  

¿Qué tanto más viven las mujeres respecto a los hombres? “Eso depende de cada país, pero se calcula que de entre 8 y 12 años más”, afirma. 

Los retos de la longevidad 

Basso expone que “la longevidad es una cosa muy desigual”, aludiendo al hecho de que quienes tienen más recursos económicos, más educación, acceso a mejores servicios de salud son las que tienen oportunidad de tener vida larga, incluso también depende del área geográfica donde se vive. 

«Hay personas que llegan (a estar) muy bien mucho más tiempo, y no depende de la genética, depende de cómo te has cuidado, y cuidarse depende de cuatro saludes: la salud física, la salud cognitiva, la salud psicológica y la salud emocional. Y esas cuatro saludes las tenemos que cuidar”, asegura. 

La gerontóloga precisa que ahora ya no se habla solo de esperanza de vida, sino de esperanza de vida saludable, porque es necesario estar mejor, incluso ahora que se supone que hemos pasado la primera ola de longevidad. 

¿Cómo cuidar la salud física ante la vejez?  

La gerontóloga afirma que “la única píldora que funciona ahora para la longevidad es hacer ejercicio, porque en los últimos 200 años la esperanza de vida se ha extendido como 40 años, y de esos 40 años se prevé que solo los últimos 6, a lo sumo los últimos 10 estés mal, pero de lo que se trata es de estar bien y autónomo la mayor cantidad de tiempo, porque no queremos 30 años más si vamos a estar inhábiles, siendo una carga para otros”. 

Ella es de la opinión que se puede empezar a hacer ejercicio a cualquier edad, sobre todo caminar por lo menos media hora a una hora al día, porque en la medida que envejecemos se van presentando las enfermedades cardiovasculares, los reumas, artritis. También se debe echar mano de ejercicios con peso porque ayuda a construir músculo y consolidar huesos. Igual se deben hacer ejercicios que ayuden a la flexibilidad y el balance para evitar caídas. 

Al ahondar sobre el tema de la reconstrucción de la vida a partir de los 50 años afirmó que la razón fundamental es que las empresas son ciegas ante esta longevidad, de ahí la razón de que cuando las personas alcanzan esta etapa de la vida empiezan la marginación y los despidos, sobre todo con las mujeres.  

Impacto social del cambio demográfico 

Carmen Basso explicó que el cambio poblacional en las naciones desarrolladas se ha dado en los pasados 50 años, pero en las de América Latina que están en vías de desarrollo esto se va a dar de forma más acelerada, en 20 años, incluso más rápido: “La pirámide (poblacional) se convierte en un cuadrado porque tienes la misma cantidad de gente (joven) abajo que (adulta) arriba. En Colombia se preveía que se iba a llegar a esa situación en 2030 y están llegando en 2024”. 

Sostiene que solo los países y empresas que se preparen podrán estar a la vanguardia, porque en el siglo XXI los tres grandes paradigmas que se enfrentarán son el cambio climático, la irrupción de la inteligencia artificial y la nueva longevidad. 

Al hablar de las economías que se generan en torno a la longevidad, enumera que entre ellas está la plateada, en donde las personas ya han perdido su autonomía y, por ejemplo, requieren el uso de pañales, andaderas, bastones operaciones de cataratas.  

Externa que en El Salvador esta economía del cuidado tiene gran potencial, considerando que en Estados Unidos esta es cara y no cuentan con mucho profesional (enfermeras, fisioterapistas) de esa área, razones por las cuales compatriotas que tienen padres en edad avanzada optan por mandarlos para que los cuiden en el país. 

El cambio en la población no solo se vuelve retador en el tema de gestión gubernamental, económico, sino también para los sistemas educativos público y privados, advierte. 

“Uno de los modelos de negocios que más rápidamente se necesita cambiar son las universidades, porque se espera que en los próximos diez años la base de su clientela que son los jóvenes ya no sea tan grande, entonces tu por ejemplo puedes encontrar en una ciudad a lo mejor 20,000 jóvenes que están en edad de ir la universidad, de 18 a 25 (años), pero vas a tener 145,000 personas que necesitan volver a la universidad, que somos nosotros”, matizó. 

La especialista sostiene que hay autores que ya han advertido como la reducción de población estudiantil joven será más notoria en los próximos diez años, y cita el caso de Virginia, un estado de Estados Unidos, en donde de 39 universidades públicas que hay 7 están al borde de cerrar porque no tienen jóvenes asistiendo: “Esto se llama la caída de las matriculaciones o el precipicio de las matriculaciones”, afirmó la gerontóloga. 

Basso insiste en que las universidades deben tomar en cuenta que si bien la población joven decae siempre hay población mayor, gente preparada, arriba de los 50 años, que están deseando volver a la universidad y estar involucrados en actividades: Al respeto afirmó “hay asociaciones mundiales que se han hecho desde el 2012 que están recreando la función de la universidad para atender estos nuevos sectores, hay varios programas, porque obviamente ligado a la longevidad hay distintos tipos de economías que se potencian». 

Detalla que las instituciones de educación superior deberían estar planificando ya qué ofrecer al sector de población de 50 años o más, dando la oportunidad de que este talento se reentrene, se reeduque para volver al mercado laboral. 

La especialista insiste en que “hay que flexibilizar los programas (de estudio universitarios); ahora hay micro máster, hay micro certificaciones, hay no sé qué más, todos esos sistemas tienen que empezar a darlos las universidades, Ya lo están haciendo en otros países. Entonces si no lo haces tú te quedas anquilosado en las carreras de cuatro años y los postgrados rígidos”, agregó. 

Ese reentrenamiento es necesario para que las personas mayores de 50 empiecen a manejar la tecnología y otro tipo de recursos, porque en la actualidad no se puede prescindir de ella. 

Vivir con sentido la otra mitad de lavida 

Según explica, todos estaremos en un momento en lo que ella llama curva de la madurez, dentro de esto habrá un pequeño grupo de personas que una vez que se jubilen no van a poder trabajar porque tienen algún problema de salud y también las que deciden que después de haber trabajado no harán nada. Sin embargo, habrá un grupo más grande de personas que quieren volver a estar activas laboralmente porque la pensión no les es suficiente para cubrir el nivel de vida que tenían, pero también quieren disfrutar de tiempo de ocio; y en otros pocos casos seguirán trabajando porque, aunque poseen recursos quieren aportar a la sociedad, haciendo lo que les gusta, incluso distintas de las que acostumbraban, en esta entran generalmente expresidentes, artistas. “Entonces nos enfrentamos a una etapa de vida que tenemos que planificar, igual que planificamos en nuestros primeros 25 años lo que íbamos a hacer en nuestra vida productiva, que ahora esta puede ser la más larga, puede llegar a ser 30 años con actividad si te mantienes con salud”, sostiene. 

En las etapas venideras, de acuerdo con expuesto por la gerontóloga social, se debe establecer propósitos de vida y para poder cumplirlos no solo tenemos que cuidar la salud física y cognitiva, sino también la parte financiera, entre otras. “El propósito (de vida) no es una «p” grande, puede ser una “p” minúscula, puede ser cuidar tus plantas, puede ser calcetar, puede ser pintar, algo que te haga olvidar el paso de las horas, eso se llama entrar en estado de fluidez”. 

Como parte del replanteamiento de vida, las personas deben tener la intencionalidad de crear nuevas amistades, pero no de las mismas edades sino más jóvenes, a las que no van a estar viendo que mueren y que se vuelves a quedar solas. 

En este contexto dijo que uno de los retos de país es primero el sistema de pensiones, que enfrenta varios escenarios difíciles como la reducción de la población joven y la migración de esta, aunque las naciones en desarrollo no lo quieran reconocer; de ahí viene el problema de quien va a sostener las pensiones de la cantidad de gente mayor que habrá. Citó de ejemplo el caso de Portugal, en donde han tenido que recurrir a un programa dirigido a incentivar a los jóvenes porque estos se van debido a que los salarios son muy bajos. 

Advirtió que otros de los retos de país es hacer que las ciudades y los sistemas de transporte público sean amigables para las personas adultas mayores, así como también que los sistemas de salud brinden atención de calidad para ellos. 

La OMS en el marco de la Década del Envejecimiento Saludable ha lanzado un proyecto de colaboración a escala mundial para que todos los sectores a lo largo de diez años sumen esfuerzos para promover vidas más largas y saludables; esto pasa por lograr que se reduzcan las desigualdades en el acceso a esos servicios de calidad, sino también a que se fomenten las capacidades de las personas mayores. 

Carmen Álvarez Basso 

Es experta en longevidad, gerontóloga social, máster en coach de vida, conferencista, autora y editora de libros. Es licenciada en Derecho, en España y posee una Maestría en Administración Pública de la School Management, de Nueva York. 

Llegó a El Salvador en 1991, como parte del equipo de Naciones Unidas. Durante 30 años trabajó para este y otros organismos internacionales como experta en derechos humanos en el contexto de las guerras y procesos de paz tanto de Nicaragua como de El Salvador.  

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