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Susana Joma

Las mujeres son más longevas que los hombres en El Salvador, según el Censo de Población y Vivienda 2024

El VII Censo de Población y VI de Vivienda 2024 no solo ha dado cuenta de que El Salvador tiene 6,029,976 habitantes por debajo de los 7 millones proyectados, que San Salvador y La Libertad lideran como departamentos con más población, sino que también la tendencia al envejecimiento de sus ciudadanos se está marcando. 

En el VI Censo de población y V de Vivienda que se llevó a cabo en 2007, es decir hace 17 años, los datos mostraron que entonces había 5.7 millones de habitantes. Sin embargo, los datos del censo 2024, hechos públicos el pasado 29 de octubre, muestran que, en relación con aquella medición, la población solo ha mostrado un incremento del 5 % en los últimos 17 años, frente a una ya marcada reducción en los índices de natalidad. 

Del total de población 2,848,533 son hombres y 3,181,443 son mujeres.  

“Si usted se fija hay un crecimiento del envejecimiento, es decir que antes las personas se morían antes y ahora los salvadoreños viven más”, señaló Douglas Rodríguez, presidente del Banco Central de Reserva (BCR) durante la entrevista Frente a Frente, de TCS, del pasado 30 de octubre. 

Siempre en términos de longevidad por género hizo notar que las mujeres salvadoreñas viven más que los hombres “Los cambios demográficos que hay en la población son notables y lo vemos en la pirámide (poblacional)”, insistió en el marco de la entrevista realizada un día después de lanzar públicamente los resultados. 

Los datos, según afirmó, muestran que en el país nacen más niños que niñas, pero también que entre los rangos de edad de 15 a 85 años se evidencia una reducción en la población de hombres, un fenómeno que según manifestó el funcionario tendrá que ser objeto de estudio. 

El funcionario dijo que a pesar de que los nacimientos han disminuido todavía hay una franja significativa de población que está en las edades en las cuales las personas se consideran económicamente activas, es decir pueden trabajar; eso es algo que ve como una gran ventaja para dinamizar la economía de país. “El bono demográfico, que es la parte más ancha de la pirámide que está dentro de los de 25 a 34 años, y esa es la gran oportunidad que tiene este país, y que esto no solo aplica para este país, sino que aplica para todos los países”, sostuvo. 

No obstante, detalló que, en San Salvador, con una población de 1,563,371 habitantes y Chalatenango, con 185,930, son los dos departamentos en donde se presentan mayores índices de envejecimiento de sus poblaciones, mientras en Ahuachapán y Sonsonate esos indicadores son menores. 

En su exposición el presidente del BCR destacó que, en Cabañas, departamento en donde se registraron 143.049 habitantes, la tasa de población que ya no puede trabajar y depende de otros que están en edad productiva es alta, 59.2 %, eso implica que hay 59 personas dependientes por cada 100 que pueden trabajar. 

Rodríguez aseguró que se cubrió al cien por ciento de la población, incluso a reos que están recluidos en centros penales, en bartolinas, así como a personas que viven en las calles. 

Pirámide de edad, según el VII Censo de Población y VI de Vivienda 2024

¿Impactó el COVID-19 y la inmigración? 

De cara a los resultados del nuevo censo el doctor Oscar Picardo Joao, especialista educativo e investigador, señaló en una entrevista del programa La Tribu, que al analizar las proyecciones del Censo 2007 y los datos finales del de 2024 resulta difícil de entender y explicar por qué hay casi un millón menos de salvadoreños que debería haber. 

Sin embargo Picardo Joao señaló algunas hipótesis al respecto de la reducción poblacional: la primera es que en la pandemia por COVID-19 murieron más personas de las que se dijo, algo que ya se sabe hay un subregistro; la segunda es que en los días de inseguridad por pandillas asesinaron a muchas personas; la tercera es que los privados de libertad son más de los que presenta el gobierno; la cuarta es que la migración sigue siendo muy fuerte en los hogares salvadoreños; la quinta es que la tasa de natalidad ha bajado sustancialmente, y la sexta es que  pudo haber fallos metodológicos en la recolección de datos para el censo. “En resumidas cuentas yo me quedaría con la primera hipótesis que hubo muchos muertos por COVID que no fueron reportados, y la cuarta hipótesis que mucha gente se ha ido y se sigue iyendo aún”, citó Picardo, quien dirige el Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación (ICTI), de la Universidad Francisco Gavidia (UFG). 

Consultado por Disruptiva Media, el investigador señaló que al revisar la pirámide poblacional que se generó con el censo de 2007 y el de este año se ve que “hay un cambio notorio, hay muchos menos niños y la masa poblacional más representativa está en el rango de los 29 años. Esto va a tener implicaciones a futuro muy críticas, sobre todo para el tema de pensiones, porque para empezar tenemos un gran sector informal versus una minoría en el formal, pero además está envejeciendo la población laboral, vamos perdiendo el bono demográfico”. 

Picardo subrayó que desde el punto de vista demográfico el futuro para las pensiones va a ser un tema bastante crítico, porque “no va a haber quien sostenga los fondos para los trabajadores del futuro”. 

El académico insiste en que en la reducción del bono demográfico también estaría incidiendo en que siguen migrando jóvenes, lo cual compromete la productividad y competitividad del país. 

¿Cómo podría salir adelante el país de esta situación? Según las palabras del especialista educativo esto pasaría solo si se logra atraer inversión extranjera para generar empleo y evitar la migración, pero además también al invertir en educación. 

¿Un golpe o una oportunidad para educar mejor? 

Picardo plantea, además, que el tema de la baja natalidad y la inmigración de niños y jóvenes traerá un impacto a nivel de la educación, por ejemplo, habrá más desempleo entre los docentes del sector público, así como de colegios y universidades. 

En este contexto él ve con poco optimismo que el gobierno aproveche estas situaciones adversas que evidencia el Censo 2024 para mejorar el sistema educativo, dado que la tendencia que muestra es restarle prioridad a la educación y dársela a otras cosas, tal como evidencia la reducción del presupuesto para el Ministerio de Educación (MINED). 

El doctor Jeser Candray, investigador educativo y docente universitario, coincide con Picardo Joao, en que el censo marca una tendencia hacia la reducción de la población estudiantil y teme que esto pueda convertirse en una excusa del gobierno para seguir reduciendo el presupuesto específico para atender las escuelas, para contratar docentes, y tome la vía de cierre de secciones, turnos e incluso escuelas completas. “Además, otro problema que puede darse es la acentuación o la apuesta de abrir más escuelas con secciones multigrado, es decir, con aulas con dos o tres grados diferentes atendidos por un mismo profesor. Esto sería gravísimo en términos de la calidad educativa. Recordemos que ya casi el 30% de nuestras escuelas hay funcionan como uno, bi o tri docentes y esto si se refuerza con la excusa de menos estudiantes sin duda va a afectar la calidad educativa”, advirtió el investigador, quien está especializado en la enseñanza de la matemática. 

 Candray, al igual que Picardo, no descarta que el gobierno en este contexto mantenga la lógica de apostarle a la parte presupuestaria y no a la de luchar por la calidad educativa, lo cual podría derivar en el cierre de opciones educativas en las zonas rurales y la concentración de opciones en San Salvador y el Área Metropolitana de San Salvador (AMSS), lo cual sería grave porque es algo que reiteraría una política hegemonizante, que excluye las realidades de las comunidades. 

¿En la lógica de buscar la calidad educativa qué acciones se deberían tomar para que el sistema educativo no se caiga y al contrario mejore? El doctor Candray sostiene que eso debe pasar por “eliminar esa política de “si tiene menos de 20 o 15 estudiantes se cierra la sección”, puesto que al contrario “las aulas deberían tener entre 20 y 25 (estudiantes) para dar un mejor nivel de acompañamiento. Infelizmente, se ve con la lógica financiera y esta es una variable que es transversal a todos los gobiernos, los pasados y el actual”. 

A partir del análisis del investigador el tener menos población estudiantil en una sección puede ayudarle al docente, porque puede dedicarle más tiempo a cada estudiante: “Es matemática simple, si se quiere ver en términos de calidad”. 

El presidente del BCR informó que esta ha sido una primera entrega de los datos del censo, pero habrá otras el otro año, una de ellas en enero de 2025, en donde se dará la información por distritos. 

Otros datos sobre los censos de población en El Salvador: 

  • En 1930 el I Censo de Población marcó 1.4 millones de habitantes. 
  • El II Censo realizado en 1950 identificó 1.8 millones de salvadoreños. 
  • El III Censo de 1961 registró 2.5 millones de habitantes.  
  • Según el IV Censo realizado en 1971 la población subió a 3.5 millones de habitantes.  
  • En el V Censo, de 1992, se marcó 5.1 millones de personas viviendo en El Salvador. 
  • Y el VI de 2007 reportó 5.7 millones de habitantes. 
  • La inversión en el VII Censo de población, según los datos brindados por el presidente del BCR, fue de $54 millones, parte de ello proveniente de un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y parte de fondos propios del gobierno. 
  • Se llevó a cabo entre el 2 de mayo y el 30 de junio. 
  • El instrumento que sirvió de base para las entrevistas a la población contó con 70 preguntas. 
  • Contrataron 13,000 personas en cada localidad para realizar el censo. 

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