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 2706-5421

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Susana Joma

Fotografías: CIMARyL

Los equinodermos de Punta Amapala

El estudio de las especies marinas es esencial para su conservación. En El Salvador, un equipo de biólogas marinas del Centro de Investigación Marina y Limnológica (CIMARyL) de la Universidad Francisco Gavidia (UFG) ha realizado una investigación que revela nuevos hallazgos sobre los equinodermos que habitan el arrecife rocoso de Punta Amapala, en La Unión. Los equinodermos incluyen diversas especies de pepinos de mar, estrellas de mar, entre otros organismos. 

Johanna Segovia, coordinadora del CIMARyl, instancia que funciona bajo la sombrilla del Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación (ICTI), expresó que a través de la investigación se identificaron y registraron para esa zona ocho especies de estrellas, un pepino y un erizo de mar. 

Las estrellas de mar identificadas son: Ophionereis perplexa (frágil); Ophionereis annulata: Ophiactis savignyi; Ophiothrix (Ophiothrix) rudis; Ophiothela mirabilis (frágil); Ophiocoma aethiops (frágil); Ophiocomella alexandri (frágil); Ophioderma panamense (frágil). El pepino de mar es el Holothuria (Halodeima) inornata; y el erizo es el Echinometra vanbrunti. 

Erizo de mar - Echinometra vanbrunti
Erizo de mar – Echinometra vanbrunti

Este trabajo académico se desarrolló en 2021, junto con la bióloga Laura Liseth Figueroa. Los resultados, fueron publicados por el CIMARyL el 1 de marzo, en la Revista Biología Tropical, de la Universidad de Costa Rica. El artículo se puede encontrar bajo el título “Riqueza y densidad de equinodermos en los arrecifes rocosos de Punta Amapala, El Salvador”. 

Segovia y Figueroa, en la publicación científica, definen a los equinodermos como “animales estrictamente acuáticos y de los grupos de invertebrados marinos cuya importancia ecológica es crucial para los ambientes en donde habitan” y, de acuerdo con lo que exponen, su característica más destacada es su simetría pentarradial.  

Según detallan, los equinodermos pueden distribuirse en una amplia variedad de ambientes oceánicos, no habitan exclusivamente en arrecifes. “Estos organismos, cumplen con diversos roles ecológicos, como ser bioindicadores de calidad de agua al tolerar ciertos cambios en las condiciones fisicoquímicas, así como cumplir el papel de hospederos de macrofauna por las cavidades que forman algunos erizos”, destacan las investigadoras. 

Segovia, en entrevista con Disruptiva Media, detalló que este estudio se hizo atendiendo la necesidad de generar información para ese punto de la costa, del cual no hay muchas investigaciones, y que tiene mucho potencial para declararse área marina protegida.  

Pepino de mar - Holothuria impatiens
Pepino de mar – Holothuria impatiens

En este caso no recolectaron ejemplares de las especies, como se ha hecho en otras investigaciones, sino que se observaron, se registraron con fotografías y se contaron para ver cuántos individuos de cada una de las especies había; esto último con la finalidad de establecer si están saludables o no, por ejemplo, cuando se ven muchos pepinos de mar indica que el sitio sí está siendo utilizado, pero de alguna forma está en bastante equilibrio. 

Ellas plantean que estos esfuerzos de muestreo deben incrementarse en estas zonas, con la finalidad de monitorear la calidad y salud de los arrecifes rocosos, cuyo papel es clave porque junto con el de Los Cóbanos, constituyen los de mayor extensión en el país. 

La investigación cubrió un área de entre 0 a 5 metros de profundidad, sin embargo, no descartan que los organismos hallados estén conectados con los arrecifes que están a mayor profundidad. 

La coordinadora del CIMARyl, como amante de los recursos marinos y de la investigación, comentó que incursionar en este mundo permite incluso conocer curiosidades de estos organismos, que a la larga representan un reto de estudio para los científicos. 

Comentó que uno de los equinodermos más llamativos es el pepino de mar, que debe su nombre al parecido que guarda con el pepino comestible (hortaliza) y se caracteriza porque puede variar de coloración; los más comunes generalmente son oscuros, pero pueden encontrarse rojizos y anaranjados, además, tiene unas protuberancias y estructuras que le dan movilidad. “Una de las cosas que más llama la atención del pepino de mar es que tiene un mecanismo de defensa bastante interesante, cuando se ve molestado por otros organismos para poder escapar o disimular su presencia él puede lanzar, o expulsar todo el sistema digestivo, en un afán de que si lo quieren depredar seleccionen el sistema digestivo para alimentarse o asustarlos para que se vayan, pero lo puede volver a regenerar”, expuso Segovia. 

Pepino de mar – Holothuria inornata

En el lenguaje científico los pepinos de mar también son conocidos como holotúridos y se alimentan de materia orgánica u otros organismos que atrapan con sus tentáculos. 

Segovia recordó que entre 2007 y 2010 las especies de pepino de mar de las costas salvadoreñas sufrieron un gran impacto, debido a que estaban siendo extraídos y exportados para su venta en el mercado de países asiáticos, en donde hay una gran demanda para su consumo. Esa práctica, que se habría hecho de forma ilegal e implicó sanción para la persona que la impulsó, llevó a que la presencia de este animal marino colapsara en el país. Esto motivo a que los pepinos de mar fueron ingresados a la lista de especies amenazadas y en peligro de extinción del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, a fin de evitar que haya nuevos intereses para extraerlos y comercializarlos. 

La ecóloga dijo que las estrellas frágiles, que tienen los brazos menos robustos, son capaces de soltar uno de ellos para liberarse y escapar cuando son atacadas por otros organismos, entre ellos los peces. Las estrellas también tienen la capacidad de regenerar el brazo que han perdido. 

El que pepinos de mar y estrellas frágiles tengan la posibilidad de regenerar partes de su cuerpo es motivo de investigación, dado que en la comunidad científica se buscan opciones de tratamiento para los seres humanos. 

Según expresó, en el marco de este esfuerzo investigativo, además, se logró conocer más información sobre especies como las anémonas y gorgonias.  

Expuso que en 2013 las gorgonias y algunos corales fueron ingresados a la lista de especies amenazadas y en peligro de extinción. 

Pepino de mar – Holothuria kefersteini

El estudio de las especies marinas es esencial para su conservación. En El Salvador, un equipo de biólogas marinas del Centro de Investigación Marina y Limnológica (CIMARyL) de la Universidad Francisco Gavidia (UFG) ha realizado una investigación que revela nuevos hallazgos sobre los equinodermos que habitan el arrecife rocoso de Punta Amapala, en La Unión. Los equinodermos incluyen diversas especies de pepinos de mar, estrellas de mar, entre otros organismos. 

Johanna Segovia, coordinadora del CIMARyl, instancia que funciona bajo la sombrilla del Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación (ICTI), expresó que a través de la investigación se identificaron y registraron para esa zona ocho especies de estrellas, un pepino y un erizo de mar. 

Las estrellas de mar identificadas son: Ophionereis perplexa (frágil); Ophionereis annulata: Ophiactis savignyi; Ophiothrix (Ophiothrix) rudis; Ophiothela mirabilis (frágil); Ophiocoma aethiops (frágil); Ophiocomella alexandri (frágil); Ophioderma panamense (frágil). El pepino de mar es el Holothuria (Halodeima) inornata; y el erizo es el Echinometra vanbrunti. 

Erizo de mar - Echinometra vanbrunti
Erizo de mar – Echinometra vanbrunti

Este trabajo académico se desarrolló en 2021, junto con la bióloga Laura Liseth Figueroa. Los resultados, fueron publicados por el CIMARyL el 1 de marzo, en la Revista Biología Tropical, de la Universidad de Costa Rica. El artículo se puede encontrar bajo el título “Riqueza y densidad de equinodermos en los arrecifes rocosos de Punta Amapala, El Salvador”. 

Segovia y Figueroa, en la publicación científica, definen a los equinodermos como “animales estrictamente acuáticos y de los grupos de invertebrados marinos cuya importancia ecológica es crucial para los ambientes en donde habitan” y, de acuerdo con lo que exponen, su característica más destacada es su simetría pentarradial.  

Según detallan, los equinodermos pueden distribuirse en una amplia variedad de ambientes oceánicos, no habitan exclusivamente en arrecifes. “Estos organismos, cumplen con diversos roles ecológicos, como ser bioindicadores de calidad de agua al tolerar ciertos cambios en las condiciones fisicoquímicas, así como cumplir el papel de hospederos de macrofauna por las cavidades que forman algunos erizos”, destacan las investigadoras. 

Segovia, en entrevista con Disruptiva Media, detalló que este estudio se hizo atendiendo la necesidad de generar información para ese punto de la costa, del cual no hay muchas investigaciones, y que tiene mucho potencial para declararse área marina protegida.  

Pepino de mar - Holothuria impatiens
Pepino de mar – Holothuria impatiens

En este caso no recolectaron ejemplares de las especies, como se ha hecho en otras investigaciones, sino que se observaron, se registraron con fotografías y se contaron para ver cuántos individuos de cada una de las especies había; esto último con la finalidad de establecer si están saludables o no, por ejemplo, cuando se ven muchos pepinos de mar indica que el sitio sí está siendo utilizado, pero de alguna forma está en bastante equilibrio. 

Ellas plantean que estos esfuerzos de muestreo deben incrementarse en estas zonas, con la finalidad de monitorear la calidad y salud de los arrecifes rocosos, cuyo papel es clave porque junto con el de Los Cóbanos, constituyen los de mayor extensión en el país. 

La investigación cubrió un área de entre 0 a 5 metros de profundidad, sin embargo, no descartan que los organismos hallados estén conectados con los arrecifes que están a mayor profundidad. 

La coordinadora del CIMARyl, como amante de los recursos marinos y de la investigación, comentó que incursionar en este mundo permite incluso conocer curiosidades de estos organismos, que a la larga representan un reto de estudio para los científicos. 

Comentó que uno de los equinodermos más llamativos es el pepino de mar, que debe su nombre al parecido que guarda con el pepino comestible (hortaliza) y se caracteriza porque puede variar de coloración; los más comunes generalmente son oscuros, pero pueden encontrarse rojizos y anaranjados, además, tiene unas protuberancias y estructuras que le dan movilidad. “Una de las cosas que más llama la atención del pepino de mar es que tiene un mecanismo de defensa bastante interesante, cuando se ve molestado por otros organismos para poder escapar o disimular su presencia él puede lanzar, o expulsar todo el sistema digestivo, en un afán de que si lo quieren depredar seleccionen el sistema digestivo para alimentarse o asustarlos para que se vayan, pero lo puede volver a regenerar”, expuso Segovia. 

Pepino de mar – Holothuria inornata

En el lenguaje científico los pepinos de mar también son conocidos como holotúridos y se alimentan de materia orgánica u otros organismos que atrapan con sus tentáculos. 

Segovia recordó que entre 2007 y 2010 las especies de pepino de mar de las costas salvadoreñas sufrieron un gran impacto, debido a que estaban siendo extraídos y exportados para su venta en el mercado de países asiáticos, en donde hay una gran demanda para su consumo. Esa práctica, que se habría hecho de forma ilegal e implicó sanción para la persona que la impulsó, llevó a que la presencia de este animal marino colapsara en el país. Esto motivo a que los pepinos de mar fueron ingresados a la lista de especies amenazadas y en peligro de extinción del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, a fin de evitar que haya nuevos intereses para extraerlos y comercializarlos. 

La ecóloga dijo que las estrellas frágiles, que tienen los brazos menos robustos, son capaces de soltar uno de ellos para liberarse y escapar cuando son atacadas por otros organismos, entre ellos los peces. Las estrellas también tienen la capacidad de regenerar el brazo que han perdido. 

El que pepinos de mar y estrellas frágiles tengan la posibilidad de regenerar partes de su cuerpo es motivo de investigación, dado que en la comunidad científica se buscan opciones de tratamiento para los seres humanos. 

Según expresó, en el marco de este esfuerzo investigativo, además, se logró conocer más información sobre especies como las anémonas y gorgonias.  

Expuso que en 2013 las gorgonias y algunos corales fueron ingresados a la lista de especies amenazadas y en peligro de extinción. 

Pepino de mar – Holothuria kefersteini

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