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 2706-5421

cerebro neuro
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Óscar Picardo

¿Por qué estudiar Neurociencias…?

“La neurociencia es, por mucho, la rama más excitante de la ciencia, porque el cerebro es el objeto más fascinante del universo. Cada cerebro humano es diferente, el cerebro hace a cada ser humano único y define quién es”.

Un interesante diálogo entre los académicos María Xesús Froxán (psicóloga) y Saúl Martínez-Horta (neuropsicólogo) puso sobre la mesa los diversos puntos de vista o corrientes que estudian el cerebro o el comportamiento humano; y desde el mismo planteamiento del problema inició el debate entre conductismo y neuropsicología, o mejor entre psicología y neurociencia, ya que el conductismo en sí mismo representa una teoría filosófica de la psicología.

Podríamos centrarnos en estudiar el cerebro y sus efectos en el comportamiento humano; podríamos estudiar la mente, la conciencia o las emociones; o quizá la conducta, que es un fenómeno muy amplio. En el Centro Universitario de Neurociencias (CUN) de la Universidad Francisco Gavidia (UFG), este mes abrimos el programa de “Maestría sobre Neurociencias” desde la línea de investigación: Ciencias del comportamiento humano; y desde la creación de este programa surgen muchas preguntas sobre su objeto curricular, sus fines y sus perfiles de salida.

Deberíamos hacer un primer intento desde la “Filosofía de las Ciencias”, para delimitar este programa de postgrado; Michele Farisco publicó en 2021 el libro “Filosofía de las Neurociencias, cerebro mente y persona” y problematizó el alcance extracientífico de las neurociencias, por su uso instrumental y banal. Hoy en día todo lo “neuro” vende bien…  y se utiliza para múltiples campos, sea educación, marketing, etcétera. Pero vamos más allá…

Es innegable que en los últimos años ha habido un progreso biotecnológico del conocimiento y de los cognoscitivo. Desde Santiago Ramón y Cajal, a inicios del siglo XX, pasando por Rodolfo Llinás, Howard Gardner, Stanislas Dehaene hasta Mel Levine, por citar algunos autores emblemáticos, la neurociencia ha consolidado una profunda plataforma de bases biológicas para comprender la dinámica cognitiva y conductual de los seres humanos.

La neurociencia como disciplina científica abarca una amplia gama de campos de estudio sobre los sistemas nerviosos de los seres humanos y de otros animales, cómo se desarrollan y cómo funcionan para generar la conducta o el comportamiento. Estas preguntas pueden explorarse usando las herramientas analíticas de la genética y la genómica, la biología molecular y la biología celular, la anatomía y la fisiología de los aparatos y sistemas, la filosofía, la biología conductual y la psicología.

El objeto de estudio de la neurociencia ha sido, entre otras perspectivas interdisciplinares, conocer y comprender la perspectiva biológica del cerebro, desde lo puramente molecular hasta lo específicamente conductual y cognitivo, pasando por el nivel celular (neuronas individuales), los ensambles y redes pequeñas de neuronas (como las columnas corticales) y los ensambles grandes (como los propios de la percepción visual), incluyendo sistemas como la corteza cerebral o el cerebelo, e incluso el nivel más alto del sistema nervioso.

Junto con el psicólogo José Rodolfo Pérez, la candidata a Doctora Ana María Ábrego y éste servidor, trabajamos en un proyecto de libro titulado: “El arte de educar el cerebro” (para 2025); se trata de una propuesta editorial que pretende ser uno de los hilos conductores del programa de Maestría en Neurociencias, pero apuntando a todos los que ejercen la docencia. Ya que los que educan a los niños (as) deben ser especialistas en el aprendizaje y deben saber cómo funciona el cerebro cuando aprende.

El libro está organizado en tres capítulos: Capítulo I: Neurociencia y el cerebro (1.- Introducción; 2.- Aproximación al concepto de Neurociencia Educativa o Neuroeducación; 3.- El cerebro; 4.- La formación del símbolo; 5.- Cerebro y Aprendizaje; 6.- La mente; 7.- La conciencia; y 8.- Teoría de las emociones). Capítulo II: El aprendizaje (9.- Neurociencia y lectoescritura; 10.- Neurociencia, bilingüismo y educación inicial; 11.- Neurociencia y andragogía; y 12.- Trastornos de aprendizaje). Capítulo III: Mentes diferentes, aprendizajes diferentes (13.- Modelo de los sistemas neuroevolutivos de Mel Levine y All Kinds of Minds (AKOM); 14.- Desmitificar el aprendizaje: el modelo de la curva; 15.- Administrar el aprendizaje: Taxonomías, competencias,  capacidades y estándares; y 16.- Conocimiento y aprendizaje: una breve mirada filosófica).

Pero aclaremos un par de conceptos: Como anotamos anteriormente Neurociencia es el conjunto de ciencias y disciplinas científicas que estudian el sistema nervioso, centrando su atención en la actividad del cerebro y su relación e impacto en el comportamiento, utilizando conocimientos y tecnologías desde la biología molecular y celular, anatomía, fisiología, filogenética, bioquímica, genómica, psicología, psiquiatría, neuroimágenes, etcétera. Por otro lado, Filosofía del cerebro parte de las preguntas y corrientes que han intentado aportar explicaciones epistemológicas -Teoría del conocimiento-, cognoscitivas e interpretativas en la relación persona-realidad o persona-persona.

Cuando nos acercamos al ser humano desde la Neurociencia o desde la filosofía del cerebro nos encontramos diversos interrogantes sobre la mente, conciencia, emociones, personalidad, razonamiento, reflexión, ideas, pensamientos, inteligencia, etcétera; nos enfrentamos, además, a las complejidad y los misterios de los procesos de codificación y decodificación de los símbolos y de la plasticidad cerebral. Por si fuera poco, aparecen en el horizonte un amplio inventario de patologías, y trastornos en el cerebro que impactan en la vida cotidiana.

Son demasiados los grandes teóricos que nos han antecedido con sus aportes: desde los filósofos griegos y sus primeros planteamientos sobre la pneuma o la psyché, el ensayo sobre el entendimiento humano de John Lock; pasando por Wilhelm Wundt (1832-1920); William James (1842-1910); Sigmund Freud (1856-1939); Lev Vygotsky (1896-1934); Jean Piaget (1896-1980); B. F. Skinner (1904-1990); Abraham Maslow (1908-1970); Albert Bandura (1925-2021); hasta los grandes neurocientíficos contemporáneos citados al inicio.

En este contexto y desde esta perspectiva, resulta imprescindible para psicólogos, médicos, docentes, reclutadores de empresas, gerentes y otros profesionales que trabajan con seres humanos, poder estudiar un Master en neurociencias, que les permita comprender cómo somos y cómo actuamos los seres humanos, desde la perspectiva del cerebro y sus implicaciones en la vida cotidiana. 

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