Prospectiva: El próximo papa

Es muy complejo y arriesgado saber quién podría ser el próximo papa, considerando las múltiples probabilidades y los amplios requisitos. Más allá de los 133 cardenales electores, de dónde posiblemente salga el próximo pontífice, también debería considerar en el análisis que podría ser un presbítero –dispuesto a ordenarse obispo- o un laico, varón, bautizado de 60 años, dispuesto a ordenarse de presbítero y obispo, lo cual es muy poco probable.

La iglesia cuenta con el Derecho Canónico (DC 1983) y otras normas específicas para elegir al Papa. Hasta 1996 estaba en vigor la Constitución Apostólica Romano Pontifici Eligendo (1975). Actualmente está en vigor la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis (que citaremos por sus siglas: CA-UDG), sobre la vacante de la sede apostólica y la elección del Romano Pontífice (1996).

La CA-UDG está precedida por la experiencia de muchos siglos, y diversos documentos, muchos de ellos proceden de las leyes anteriores sobre la elección del Romano Pontífice. Incluso, algunas de sus normas se remontan al siglo XI. Algunos principios de esta tradición señalan los siguientes elementos:

Sede Vacante y cónclave: (nihil innovetur= no se cambie nada) esto sucede cuando fallece el Papa vigente y asume las responsabilidades el Cardenal Camarlengo. El cónclave: Inicia 15 días después de la sede vacante

Electores: Cardenales no mayores de 80 años a la fecha de la sede vacante (Derecho Canónico 351 § 2 y artículo 36 de la CA- UDG. Los Cardenales in pectore tampoco pueden ser admitidos, puesto que su nombre no ha sido publicado en Consistorio. Sobre este punto, sin embargo, el último Papa puede haber dejado indicaciones en su testamento o en otro escrito. Durante el cónclave los cardenales tienen dos tipos de reuniones, Congregaciones Generales y las Congregaciones Particulares.

Exclusiones: La CA-UDG reitera en su artículo 33 la exclusión del derecho de elección activa por parte de cualquier otra dignidad eclesiástica o la intervención del poder civil de cualquier orden o grado. El artículo 80, además, castiga con excomunión latae sententiae a los Cardenales que acepten el encargo de una autoridad civil de proponer el veto contra algún Cardenal; en el Cónclave de 1903 se conoció el veto al Cardenal Rampolla; en 1904 se promulgó la Constitución Apostólica Vacante Sede Apostólica, por la que se abolía cualquier derecho de veto.

Operación: El Secretario del Colegio Cardenalicio actúa como Secretario de la asamblea electiva; también participan el Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias con dos Ceremonieros y dos religiosos adscritos a la Sacristía Pontificia; un eclesiástico elegido por el Cardenal Decano, o por el Cardenal que haga sus veces, para que lo asista en su cargo. También deberán estar disponibles algunos religiosos de varias lenguas para las confesiones, y también dos médicos para eventuales emergencias.

Lugar: El artículo 41 de la CA-UDG señala que “el cónclave para la elección del Sumo Pontífice se desarrollará dentro del territorio de la Ciudad del Vaticano, en lugares y edificios determinados, cerrados a los extraños. Normalmente se ha desarrollado en la Capilla Sixtina, sin embargo, hasta el momento no se designaba el lugar. El artículo 41 de la Constitución Apostólica Romano Pontifici Eligendo prescribía que la elección del Papa se realiza en el Palacio Vaticano sin más detalles.

Elección: Primero, Misa votiva «Pro eligendo Papa»; segundo procesión a la Capilla Sixtina; tercero solemne juramento; cuarto retiro de personas ajenas con la frase «extra omnes» (fuera todos) que debe pronunciar el Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias. Una vez que se han ido todos los ajenos al Cónclave, se cierran las puertas de la Capilla Sixtina.

Método de elección: Según la CA-UDG es per scrutinium (por escrutinio); se eliminaron los métodos per acclamationem seu inspirationem (por aclamación o inspiración). Se realizan dos votaciones cada día y se debe contar con dos tercios de los votos.

Aceptación: Una vez elegido, el Cardenal Decano pregunta al elegido si acepta su elección canónica como Sumo Pontífice. Si el elegido que es Obispo acepta, desde ese momento adquiere de hecho la plena y suprema potestad sobre la Iglesia universal. Una vez que ha aceptado, le pregunta el nombre por el que quiere ser llamado. Si el elegido no fuera Obispo se procede a su ordenación episcopal.

Anuncio: Después de cada elección se queman las papeletas. La tradición indica que los Cardenales provoquen con paja seca o húmeda que el humo sea negro, si no se ha elegido al Papa, o blanco si se ha elegido al nuevo Romano Pontífice: es la conocida fumata negra o fumata blanca. En el Cónclave de 2005, para asegurar que el humo salía del color deseado, se arrojaron productos químicos a la chimenea. Además, se introdujo una novedad, y es que tocaron las campanas de la Basílica de San Pedro cuando la fumata fue blanca para anunciar a todos que efectivamente se había producido la elección del nuevo Papa. Finalmente, el Cardenal Protodiácono- anuncia desde el balcón de la Basílica Vaticana: “Nuntio vobis gaudium magnum: habemus Papam” (os anuncio una gran alegría: tenemos Papa). El Romano Pontífice saluda al pueblo reunido en la plaza de San Pedro e imparte la bendición Urbi et Orbi. De acuerdo con el artículo 90, si el elegido se encuentra fuera de la Ciudad del Vaticano, “deben observarse las normas del mencionado Ordo rituum Conclavis”.

Inicio del Pontificado: Después de la ceremonia de inauguración del pontificado y dentro de un tiempo conveniente, tomará posesión de la Patriarcal Archibasílica Lateranense y el nuevo Papa celebrará una Misa de inauguración del pontificado.

La elección del próximo pontífice será el resultado de un equilibrio entre espiritualidad, política interna y expectativas doctrinales.

Sobre esta base hagamos algo de especulación prospectiva en tres escenarios:

Escenario 1: El papa no debería ser alguien de la línea muy conservadora ni del otro extremo muy progresista (hipótesis del P. Rodolfo Cardenal SJ).

Escenario 2: El papa debería surgir de la representación de África, Asia o Norteamérica (Estados Unidos y Canadá), hasta ahora no representados en la historia del pontificado, luego de lograr la representación Latinoamericana con el Papa Francisco.

Escenario 3: El papa debería surgir de una lista de papables equilibrados, entre ellos los Cardenales: Pietro Parolin; Jean-Marc Aveline; Pierbattista Pizzaballa; Mario Grech; Robert Francis Prevost; Matteo Maria Zuppi; Luis Antonio Tagle; o Joseph Tobin.

Dicen que quien llega a Roma como candidato a papa sale cardenal. Como sea, sobre esta base de escenarios, mis probables candidatos podrían ser: Cardenal Luis Antonio Tagle (Filipinas, Asia) o el Cardenal Robert Francis Prevost (Estados Unidos, América del Norte).