Hablemos de fútbol
No soy un gran fanático de este deporte, pero de vez en cuando me gusta ver algún partido emblemático o clásico; es inevitable resistirse a esta “religión global”
No soy un gran fanático de este deporte, pero de vez en cuando me gusta ver algún partido emblemático o clásico; es inevitable resistirse a esta “religión global”
El fútbol en El Salvador es una pasión compartida por millones de salvadoreños que ha sido fuente de alegría y desilusión a lo largo de los años. La reciente crisis de la selección másculina, marcada por resultados insatisfactorios, ha generado un debate que a menudo se centra en la figura del entrenador.
Al revisar todos los factores constitutivos de la situación crítica de nuestro fútbol, se percibe que el problema es más complejo de lo que parece.
Hagan ciencia con el deporte, análisis de datos, uso de estadísticas, apoyo profesional para mejorar la “suerte” en los partidos
Pueden rezar, orar y hacer sacrificios, pero seamos algo sensatos, al parecer Dios no se mete en estos líos futboleros; es un mito y una creencia distorsionada de mucha gente que tienen una fe infantil, básica y utilitaria.
Una hoja de ruta para la selecta, para un plazo de no menos de 10 años, supone diseñar ligas infantiles municipales articuladas con las canteras de los equipos de primera división.
Tranquilos no va a haber ninguna masacre. Sólo quería llamar la atención del lector y a su vez recordar un detalle importante: 1) Efectivamente, de vender cerca de 30,000 entradas en cada uno de los dos partidos de la selección, contra Panamá y México, elevará el nivel de contagios, hospitalizados y fallecidos.