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 2706-5421

Trump - Harris
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Óscar Picardo

¿Trump o Harris…?: las cartas están echadas

La analítica digital de diversas fuentes nos aportan tendencias sobre los resultados electorales del 5 de noviembre en Estados Unidos; la pregunta que muchos se hacen es: ¿quién va a ganar?, ¿Donald Trump o Kamala Harris?

Las primeras dos fuentes de consulta fueron: 2024 RCP Electoral College Map y 270 to win; luego consideramos los datos de las principales redes sociales: Twitter (X): Trump 91 M de seguidores; Harris 21 M seguidores; TikTok: Trump 12.3 M; Harris 6.1 M; YouTube: Trump 3.5 M; Harris 640 K; Instagram: Trump 26.8 M; Harris 18.6 M; y Facebook: Trump 35 M; Harris 5.5 M. Los números son muy favorables a Trump.

No debemos obviar en el análisis, la campaña desesperada de Elon Musk a través de X o Twitter a favor de Trump y en contra de Harris; en efecto, el control de este microblogging funciona como una caja de resonancia para otras redes; su espectro real es limitado, pero su capacidad expansiva es demasiado influyente y Musk está invirtiendo mucho dinero, incluso en la compra de votos a favor de Trump.

En el estudio de tendencias consideramos la analítica de Social Blade; y por último la de TalkWalker, en dónde se analizaron sentimientos y eventos. Aquí aparecen cuatro hitos: El debate de ABC News de septiembre lo gana Harris, sobre todo después del insano comentario de Trump que sirvió de burla: “En Springfield, Ohio los emigrantes haitianos se están comiendo a los perros, se están comiendo a los gatos, se están comiendo a las mascotas de la gente que vive allí …”. Pero luego Kamala Harris se desploma con la entrevista 60 minutos dirigida por Bill Whitaker -8 de octubre-, y con otra entrevista de Fox News con Bret Baier -17 de octubre-; ambos programas fueron conflictivos y de mucha presión sobre los temas migratorios y LGBTI; más los bulos en contra de Harris sobre la ayuda por los huracanes.

¿Tienen tanto peso estas entrevistas en los votantes…? Sí y no. De los medios tradicionales, impresos o entrevistas televisivas se capturan imágenes, frases o videos cortos descontextualizados que luego circulan en las redes sociales y son amplificados o desfigurados por youtubers e influencers ideologizados; este es el método de comunicación que afecta a los votantes.

Observamos tres grandes preocupaciones en las necesidades y en las narrativas políticas de los estadounidenses: La moral, la economía y la migración. Es un enfrentamiento fuerte entre dos cosmovisiones muy distintas que provienen de dos establishment distintos: el “pragmatismo” visceral  neo-republicano de Donald Trump y la tradición demócrata de los “derechos” que impulsa Kamala Harris.

Esta semana, el prestigioso economista Joseph Stiglitz, profesor de la Universidad de Columbia y ganador del premio Nobel en 2001, junto con los recién galardonados con el Nobel de economía Simon Johnson y Daron Acemoglu, del Instituto Tecnológico de Massachusetts, y otros 20 economistas ganadores del premio Nobel, firmaron una carta en la que calificaron la agenda económica de la vicepresidenta Kamala Harris de “muy superior” a los planes establecidos por el expresidente Donald Trump.

Pero la razón, la evidencia o la cientificidad, no son valores compatibles con las democracias contemporáneas, las cuales se mueven en los escenarios digitales de las redes sociales en dónde los cardúmenes de ignorancia tienen mayor preponderancia. Esto es lógico en Latinoamérica, pero ¿y en países más desarrollados? 

En Estados Unidos, el 92 % de los adultos entre 25 y 64 años ha terminado la educación media superior; la escolaridad es bastante alta; asimismo, el estudiante medio en Estados Unidos obtuvo un resultado de 495 puntos en lectura, matemáticas y ciencias en la prueba PISA, cifra mayor que el promedio de la OCDE de 488.

Entonces si la educación es potente, ¿por qué prevalece la irracionalidad política? La clave está en lo religioso, en la moral y los miedos; la gente es muy educada, pero a la vez sigue patrones religiosos y morales muy rígidos que provienen del luteranismo y el calvinismo, y esto afecta o altera a lo educativo; y en estas elecciones lo moral tiene un peso muy importante y la migración les genera terror a los estadounidenses.

La evidencia empírica y “digital” que manejamos indica que ganará Trump… La conexión emocional, los dilemas del «wokeness» y/o las preocupaciones conservadoras estarán influyendo demasiado en estas elecciones, frente a un bloque progresista potente y liberal acuerpado por una multitud de artistas influyentes de las costas este y oeste de los Estados Unidos. Es muy riesgoso cuestionar la infalibilidad de Allan J. Lichtman, pero tomaré el riesgo desde la perspectiva digital. A nivel “territorial” esto podría cambiar, pero en esta época las redes mandan.

Muchos de los latinos que viven en Estados Unidos, los que ya tienen documentos legales, apoyan a Trump; no quieren más competencia y se han hecho conservadores, aunque sean despreciados en silencio por sus apellidos o rasgos físicos…; los que están en el limbo migratorio -DACA, TPS, etcétera- están preocupados. Obviamente las ideas de Trump podrán afectar en el mediano plazo múltiples factores, particularmente relaciones comerciales y disminución de remesas. 

La racionalidad de las élites académicas es una minoría…; y las redes sociales democratizaron la información -a la vez que la han desfigurado-; antes solo estaban informados los lectores de medios impresos, ahora estamos infoxicados con memes, videos, fotos, fake news, que circulan en las redes sociales, y ahí la “razón” perdió su batalla frente a la “emoción” y sus aliadas: la endorfina y la dopamina…, por esta razón creemos que ganará Donald Trump, a quien le enviamos un saludo desde una “shithole nations…”.

Principales cuentas de Trump y Harris en redes sociales

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