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 2706-5421

Mauricio Manzano

88 de cada 100 jóvenes quedan excluidos de la educación superior salvadoreña

El objetivo de este artículo es describir la cantidad de jóvenes que quedan al margen del nivel superior educativo salvadoreño. La tesis que se enuncia es que muchos jóvenes en edad universitaria quedan excluidos de la educación superior y esta exclusión evidencia la falta de equidad en este nivel educativo.

La ley general de educación superior en el artículo 4 define la educación universitaria como “todo esfuerzo sistemático de formación posterior a la enseñanza media” y comprende: la educación tecnológica y la educación universitaria.  La UNESCO la define como “la formación sistemática en el nivel postsecundario, impartida por universidades u otros centros de enseñanza que estén acreditados por las autoridades competentes del Estado». UNESCO (2008).

La inclusión es un concepto de la rama de la sociología que reconoce el asentimiento e inclusión de toda persona independiente de su pluralidad de ser y pensar. En el campo de la educación, la inclusión es un proceso social que tiene por objetivo acabar con la exclusión educativa. Así lo afirma Mel Ainscow cuando certifica que la inclusión es proceso que tiene por objetivo identificar y responder a la diversidad de todos y todas las estudiantes a través de una participación en el aprendizaje. Ainscow M, (2005)

En El Salvador, 88 de cada 100 jóvenes quedan excluidos de la educación superior. En el país la exclusión educativa, en todos los niveles, ha sido un problema histórico. Se han realizado mejoras significativas en cuanto a cobertura, sin embargo, la educación adolece de un gravamen de calidad y de inclusión. En el nivel de la educación superior el problema se desmejora aún más, tanto en la cobertura, que es la cantidad de alumnos de estudiantes atendidos por el sistema en relación con la demanda, cuanto en la pertenencia de las carreras y en la calidad de la educación que ofrecen las instituciones de educación terciaria.

Ciertamente la cobertura es incompleta en relación con el territorio demografía. Según el Ministerio de Educación (MINED) en el país existen 38 instituciones de educación superior (IES), 24 universidades, una pública y 23 privadas. Ocho institutos tecnológicos y seis institutos especializados. La mayoría de estas instituciones privadas se encuentran concentradas en la capital, San Salvador. La única universidad del Estado solo tiene presencia en cuatro de los catorce departamentos que conforman el país.

En concreto, según datos del N-CONACYT, para el año 2018 se reportaron 190,519 estudiantes matriculados en todas la IES, de los cuales 1,556 estudian en los Institutos Tecnológicos y 11,918 en los Institutos Especializados. El resto 176,268 jóvenes estudia en las 24 universidades. 50,348 (28.5%) estudiantes estaban matriculados en la Universidad Nacional (UES). Por su parte las 23 universidades privadas reportaron 125.920. (71.4%). (N.CONACYT, 2019).

El vacío de cobertura que deja el Estado en este nivel educativo es capitalizado por las universidades privadas, a la vez se puede percibir la demanda y anhelo de los jóvenes en estudiar una carrera universitaria. Las graduaciones de jóvenes anualmente validan el nivel de cobertura. En el año 2018 se graduaron 19,653 estudiantes. La universidad de Estado, la UES, graduó 4,318 (21.9%) y las universidades privadas graduaron 15,335 (78%). Es decir, las universidades privadas están atendiendo en mayor cantidad la formación de los jóvenes de este nivel educativo terciario.

El dato cuantitativo de estudiante por IES se espeluzna cuando se contempla el dato real de cobertura neta y bruta en la educación superior. Según estimaciones del mismo N-CONACYT del año 2019 en relaciones con las estimaciones de población de la DIGESTIC para el año 2018 la tasa bruta, que es la población estudiantil matriculada sin importar la edad que tengan, ascendía a 19.37%, es decir, que 80.63% no pueden acceder a una carrera universitaria. Respecto a la tasa neta, que se refiere a la cantidad de estudiantes de acuerdo a su edad, asciende a 11.89%. Esto significa que de 100 jóvenes en edad universitaria, 88.11% no pueden acceder a la educación superior.

Otro dato que evidencia el bajo acceso a la educación superior es la Prueba de Aprendizaje y Aptitudes para Egresados de Educación Media (PAES), en el año 2019 se examinaron 76,018 (MINED, 2019). Del total de graduados solo 25,000 lograron entrar a las 24 universidades y un poco más de 3 mil a los institutos técnicos y especializados, más de 50 mil jóvenes quedan excluidos.

En fin, se puede concluir a partir de los datos expuestos que el bajo ingreso de estudiantes a la educación superior evidencia poca inclusión y se percibe la falta de equidad en este nivel educativo. Con la pandemia ha disminuido la cobertura y la deserción, sin embargo, no se sabe con certeza el número, no conocemos datos oficiales.

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