Eduardo Sancho
Eduardo Sancho

Eduardo Sancho

Firmante de los Acuerdos de Paz.

A 28 años del Acuerdo de Paz

Es clave este hecho histórico que marca el surco de la siembra de importantes y decisivas reformas del Estado salvadoreño, que son continuidad de la Constitución de 1950 y la reforma de 1984. Este logra la estabilidad Institucional de la democracia alternante, la sucesión presidencial y la tendencia por la independencia y coordinación entre los tres poderes del Estado reformado.  

El espíritu del Acuerdo de 1992, la conciliación de intereses, es una categoría de identidad; los líderes en el poder se niegan a su aplicación y por ello las iniciativas de acuerdos, alianzas con empresarios y viceversa, no funcionan. Un ejemplo es la negociación bilateral empresariado-trabajadores en el Foro Económico Social de los Acuerdo de Paz, que tuvo corta duración. No hay voluntad para conciliar intereses económicos, porque se impone la globalización parcial. 

Los líderes privatizan gobiernos. Los funcionarios públicos se alejan de los ciudadanos, esto lleva a que se pueda, a la luz pública, saquear arcas del Estado, privatizan empresas rentables, dejan sin divisa al Estado con una deuda externa impagable, que equivale a saquear tu propia casa.  

Paralelamente la institución de la alternancia 2009-2019 funciona y llega al punto crítico de involución antes de la sucesión presidencial del 3F -excepto cuando intervino el ejército aunque no le corresponda, apareció en los medios de comunicación y anunció que no iba a reprimir a la población-.  

Algunos ciudadanos piden dictadura, tiranía y autoritarismo ante el vacío político real del sistema partidario. Culmina el desplazamiento de líderes en las elecciones del 3F y previsiblemente, también en el 2021, dado que las encuestas unánimemente anuncian esa tendencia.  

El hecho histórico cumple su rol en la alternancia democrática y es memoria obligada que trasciende pese a la omisión oficial del GOES en no mencionar el 28 Aniversario. Lo obligatorio, lo ético en este momento de vacío político partidario y escasez económica, la expectativa es que el GOES, plantee a los ciudadanos una perspectiva de país a largo plazo con cabeza de Estado.

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