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 2706-5421

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Evelyn Campos

Fundación Altas Capacidades El Salvador

Altas capacidades intelectuales: un potencial que no se aprovecha en El Salvador

El impacto económico debido a la emergencia por covid-19 pone una vez más en evidencia el poco interés, que el sistema educativo ha tenido para el desarrollo de las competencias en las áreas científicas y tecnológicas. Los países más golpeados en tiempos de crisis social, pandemias y catástrofes naturales son aquellos que tienen poca visión e inversión en el potencial de los estudiantes que podrían llegar a destacar significativamente en estas áreas. No es casualidad que El Salvador tenga escasos investigadores, científicos y personas eminentes.

El talento es una especial capacidad intelectual o aptitud que una persona tiene para aprender con facilidad o para desarrollar con mucha habilidad una actividad (Oxford). Pero, el talento no se da por si solo, éste es el resultado de dos condiciones: el primero hace referencia a una especial capacidad; es decir, las capacidades naturales (herencia genética) que se refiere a las aptitudes (físicas y mentales) o “dones”. Las capacidades estan relacionadas con la inteligencia; lo que Howard Gardner llamó inteligencias múltiples (inteligencia lógico matemático, naturalista, intrapersonal, interpersonal, lingüística, cenestésica, etc) estas están presentes en cada persona y se ejecutan paralelamente combinadas en un código, depende de ésta combinación el que sobresalgan o no una o más inteligencias. La segunda condición, y la más importante para el desarrollo de un talento, es el factor ambienteal que ayudará a potenciar estas capacidades (catalizadores) es decir, el medio físico, la cultura, la familia, la educación, los mentores, los recursos, la motivación, el entrenamiento, la disciplina y las oportunidades que van a potenciar el desarrollo de las competencias que luego se convertirán en talentos (Cfr. P. e. Gagné, 2002; 2009).

Un niño con una voz extraordinaria para el canto nunca podría llegar a ser un talento si no se le detecta y se le brindan las oportunidades necesarias para desarrollar su potencial. Por el contrario, un niño o niña que desee cantar y no tenga una voz extraordinaria, tendrá que esforzarse más en las clases de canto para adquirir dicha habilidad y por supuesto ambos tendrán que esforzarse y trabajar si desean llegar a ser un talento.

Nadie nace siendo un genio, ni un talento, las personas tienen un potencial en proceso de ser o llegar a ser y está claro que todos los estudiantes tienen diferentes capacidades o aptitudes, intereses, ritmos de aprendizaje y diferencias individuales que deben ser potenciadas por la educación, para convertirlas en competencias y desarrollar el talento. No se puede hablar de educación con igualdad de oportunidades sin tomar en cuenta todos estos factores; a cada estudiante se le debe ofrecer la posibilidad de llegar tan lejos como le sea posible, es ilógico pensar que, como no todos tienen la capacidad de llegar a ser “tan rápido”, mejor que no llegue nadie y promover una educación igualitaria (J. Tauron).

Cuando se habla de altas capacidades intelectuales nos referimos a un potencial en desarrollo, a la capacidad natural o a la cualidad que tiene un estudiante para destacar significativamente del grupo social y educativo al que pertenece en uno o varios ámbitos de las áreas científicas-tecnológicas, humanístico-social, artístico o deportivo (Ley de educación Javits, EE.UU). Altas capacidades es el término que se ha adoptado en los últimos años para referirse a una población (no es una etiqueta) con aptitudes sobresaliente y características diversas que tienen una forma peculiar de capturar, comprender e interpretar la realidad de forma cualitativamente diferente. Un alto potencial tiene implicaciones a nivel cerebral, conductual y emocional que requiere de una educación diferenciada; mentes diferentes, aprendizajes diferentes (Mel Levine).

Las altas capacidades incluyen a los estudiantes dotado/superdotado (traducción de gifted talent, inglés) para referirse a una habilidad intelectual compleja, significativamente elevada y otros rasgos de personalidad como el desarrollo asíncrono, la creatividad inusual (Renzulli) e hipersensibilidad de los sentidos. Un porcentaje corresponde a estudiantes con una doble excepcionalidad que se refiere a estudiantes con dislexia, discalculia, autismo (asperger), déficit de atención, hiperactividad y otras condiciones (El matemático John Forbes Nash Jr. tenía una doble excepcionalidad: esquizofrenia). Los estudiantes sobresalientes o talentos específicos que son los estudiantes capaces de destacar significativamente del grupo social y educativo al que pertenecen en una sola área como los talentos matemáticos, lingüístico, musical, entre otros. Los prodigios cuya habilidad extraordinaria es demostrada y manifestada a muy temprana edad, superando las habilidades de un adulto; y, el genio o eminente que se refiere a la persona que ya ha aportado o creado un producto novedoso, universal y trascendental para la humanidad, que sirven de base o referencia para otros descubrimientos.

Aunque estas definiciones parecieran que estos estudiantes lo tienen todo para triunfar en la vida, la realidad es otra. Para algunos el potencial que se les ha dado lejos de ser una ventaja es un problema debido al desconocimiento de sus características y la falta de oportunidades por parte del sistema educativo. Frecuentemente son etiquetados con patologías que nada tienen que ver con su potencial, negándoles el derecho a recibir una educación de acuerdo a sus capacidades (LEPINA, Artículo 81). Durante años se ha creído que la educación especial es solo para los estudiantes con limitaciones y que estos estudiantes no necesitan ayuda, olvidando el Art. 35 de la ley de Educación con respecto a la educación especial que hace referencia a las necesidades educativas especiales tanto por limitaciones o por aptitud sobresaliente en el literal a) Contribuir a elevar el nivel y calidad de vida de las personas con necesidades educativas especiales por limitaciones o por aptitud sobresaliente.

El concepto de aptitud sobresaliente ha cambiado en los últimos años, como han cambiado los estudios sobre la inteligencia a nivel mundial. Europa y Estados Unidos llevan más de un siglo estudiando las altas capacidades en los últimos 10 años. México, Costa rica, Argentina, Chile han implementado ya reformas educativas, programas y escuelas especiales para detectar y atender este potencial. Según el NAGC (National Association for Gifted Children EE.UU), más del 10 % de los estudiantes podrían tener altas capacidades independientemente de la cultura o nivel económico de los estudiantes. En El Salvador existen más de un millón cuatrocientos mil estudiantes (censo escolar, 2019), al aplicar el 10 %, aproximadamente, se podrían llegar a identificar más de ciento cuarenta mil estudiantes con altas capacidades sin dejar de lado a los que tiene una doble excepcionalidad. 

Las aptitudes sobresalientes NO se detectan por las notas o el desempeño sobresaliente. Para detectar un potencial es necesario realizar un proceso de detección e identificación orientado por un profesional de psicología con conocimientos sobre altas capacidades.  En El Salvador no existen estadísticas, escuelas, aulas de apoyo, ni programas de educación especial para atender a esta población. El país solo cuenta con programas extracurriculares dirigidos a los estudiantes con desempeño sobresaliente en áreas específicas, dejando fuera a muchos otros que pueden tener un gran potencial, estos programas están desligados de la escuela, por lo que no se podrían considerar programas para la atención de las altas capacidades. La falta de información y preparación de los docentes con protocolos de detección y orientación provoca que El Salvador no aproveche el potencial de estos estudiantes que el futuro podrían llegar a ser recursos humanos con grandes aportaciones para la humanidad. 

 “Existe algo mucho más escaso, fino y raro que el talento. Es el talento de reconocer a los talentosos”, Elbert Hubbard.

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