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Con Obama y Biden la crisis migratoria es igual

La Casa del Migrante de Guatemala espera un segundo desplazamiento masivo de migrantes centroamericanos para este 30 de marzo. 

Donald Trump puede haber endurecido su retórica antiinmigrante con las amenazas de poner fin a los estatus migratorios o con un murque nunca construyó. Sin embargo, las comparaciones con las cifras de deportaciones hacen suponer que la intención de quien esté en la Casa Blanca será la de perseguir la migración irregular. Unos con mano dura y otros con guantes de seda.  

Durante su primer año como presidente, Trump deportó 177 mil migrantes menos que Barack Obama en el 2009, su primer año en la Casa Blanca, de acuerdo a datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos. 

Durante la crisis de los niños migrantes, 8,510 niños y adolescentes retornaron por mandato de Obama al país. De estas cifras; 4,505 salieron sin compañía de sus padres. Estos datos son del Consejo Nacional de la Niñez y la Adolescencia CONNA. 

Hasta el 23 de marzo, son 14 mil los menores que han atravesado solos la frontera entre México y Estados Unidos y que se encuentran bajo custodia de las agencias estadounidenses. De estos, 9.562 permanecen bajo el cuidado del Departamento de Salud, mientras 4.500 son custodiados por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza. 

No obstante, estas cifras podrían hasta triplicarse en los próximos días, pues según un comunicado de la Casa del Migrante de Guatemala Misioneros de San Carlos Scalabrinianos esperan la llegada de un desplazamiento masivo de migrantes centroamericanos a partir del 30 de marzo. 

Migrantes han denunciado que algunos miembros de la Policía Nacional Civil guatemalteca los han extorsionado a pesar de traer consigo la prueba negativa del COVID-19 

También el Movimiento Migrante Mesoamericano ha denunciado abusos por parte de las autoridades mexicanas.   

El Movimiento ha documentado la denuncia de un grupo de personas migrantes que dijeron haber sido víctimas de asalto por parte de policías del estado de Chiapas, y quienes se transportaban en una camioneta color blanco”, sostiene Rubén Figueroa miembro de la organización humanitaria. 

Además, Figueroa sostiene que desde las primeras semanas de enero el flujo de migrantes se ha incrementado quienes buscan en una primera instancia obtener asilo para después dirigirse hacia la zona fronteriza con Estados Unidos el cual es el final de su travesía. 

La administración Biden suspendió el Acuerdo de Cooperación de Asilo (ACA) con El Salvador, Guatemala y Honduras firmado por la Administración del expresidente Donald Trump, que permitía la utilización de países seguros. Una medida en la que Estados Unidos podía enviar migrantes deportados. 

Esta medida viene a engrosar la lista de “buenas intenciones” de la nueva administración quien busca atender el tema migratorio con la insistente retórica: “No vengan”.  

En medio de las señales de alerta el tema no ha pasado por alto en algunas esferas políticas del país. La Comisión de Seguridad Pública y Combate a la Narcoactividad de la Asamblea Legislativa acordó esta semana, el dictamen favorable de la «Ley especial contra el tráfico ilegal de personas» que condena de 8 a 12 años, no solo al “coyote”, sino también a los que transporten, trasladen o albergan a personas con el propósito de evadir controles migratorios. 

No obstante, y en medio de la presión por el aumento de la migración irregular, se realizaron reuniones bilaterales con las autoridades norteamericanasDesde marzo de 2017 los diputados impusieron penas de cárcel contra los traficantes de personas, con el objetivo de frenar la migración. Para ello se reformó el artículo 367-A del Código Penal para establecer prisión de entre 6 y 10 años para los traficantes. Anteriormente el castigo era entre 4 y 8 años.   

En todo caso independientemente que fuera ratificada por el presidente Bukele, ya existe ley o al menos las armas para perseguir a los traficantes de personas; sin embargo, hasta la fecha no ha existido una detención ejemplarizante que incluya funcionarios de gobierno. 

Ahora que se cumpla o que se logre un debido proceso estaría por verse ya que para esto tendría que sustentarse en una demanda. 

Para Omar Jarquín, secretario general del Comité de Familiares de Migrantes Fallecidos y Desaparecidos (COFAMIDE), el migrante que busca a un traficante es por lo general porque este ha sido recomendado por otro familiar que reside en los Estados Unidos. Además, existe el temor de represalias. 

“El que va a viajar va a buscar al “más bueno” de los coyotes quien además conoce a toda su familia, así que no tan fácil llamará a la policía. Están prácticamente amenazados por el pollero”, sostiene Jarquín. 

Todo indica que 2021 será un año que albergará una nueva ola migratoria hacia Estados Unidos, el gobierno de Joe Biden se enfrenta a una gran crisis humanitaria, pues la llegada de los demócratas al poder atrajo nuevamente al igual que con Obama, los rumores de una supuesta apertura migratoria.  

Actualmente, un traficante ha elevado hasta $15K el cobro por transportar un salvadoreño hasta los Estados Unidos. Además, los menores se pueden quedar en los refugios, pero los que van con sus padres son regresados a México, siendo llevados en avión desde otros puntos fronterizos a cientos de kilómetros de distancia de donde fueron localizados originalmente, lo que vulnera su seguridad. 

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