Número ISSN |
 2706-5421

Creación de los orificios corporales inferiores
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Rafael Lara-Martínez

Rafael Lara-Martínez
Professor Emeritus, New Mexico Tech
rafael.laramartinez@nmt.edu
Desde Comala siempre…

Creatividad narrativa: Creación de los orificios corporales inferiores

Se ofrece el comentario de un relato corto publicado recientemente en el libro de Josué Ramos (compilador y traductor), Nechilwiat katka ka seujti.  Me contaban que una vez (San Salvador: Dirección de Publicaciones e Impresos, 2023). La traducción semi-literal anhela conservar el ritmo original del náhuat que se pierde en la glosa literaria acostumbrada. Más fiel al original, esta glosa se acompaña de observaciones posteriores sobre las características singulares que definen esa variante del náhuat salvadoreño. No interesa solo rastrear los rasgos gramaticales y mito-poéticos, en la hablante, también la creatividad del discurso sugiere comentar las discrepancias que se establecen entre su libertad de palabra y las reglas gramaticales prescriptivas. La secuencia de presentación es la siguiente: texto en náhuat analizado y traducción semi-literal, traducción literaria, características generales del discurso. Se resalta la fluidez mito-poética del náhuat —en los verbos conjugados en serie, sin infinitivo. También, se subraya la creatividad del discurso subjetivo que oscila del singular al plural, al igual que del pasado de la creación al presente narrativo.

Relato náhuat analizado y traducción semi-literal

Traducción literaria

Los hombres no tenían ano.  Cuentan que había un pueblo donde los hombres y mujeres no tenían ano. Cuentan que los hombres no comen ni agua beben. Solo podían olerla la comida y así se satisfacen.  Hubo un santo dice: —Rájenlos con un pedazo de vidrio/güiste.  Así va a poder comer y va(n) a poder orinar.  Lo rajaron para poder orinar y lo ponen lo que tienen hombres y mujeres, para (que) puedan orinar que no lo tenían.  Comenzaron a existir hombres y mujeres así.  Por eso (ya) no hay traseros-hombres.  No tenían ano.

Características generales:

1) El plural se triplica tanto por la diferencia de género —-met, masculino, sin absolutivo (-t), y -ket, femenino— como por la reduplicación inicial, taj-taka-met y su falta en seguida, taka-met.

2) El verbo defecar, -a-pitza, se compone de dos raíces: agua-soplar.  Es posible que oler, -aj-nekua, también combine dos raíces: bucal-oler. La inclusión de este último verbo compuesto presupone que la mito-poética náhuat no imagina la creación del cuerpo humano en un solo acto.  En cambio, la existencia de los orificios nasales —las otras cavidades faciales— sugiere que la parte superior se halla completa, mientras la inferior aún muestra su insuficiencia. 

3) La acción del santo consiste en pedir que le otorguen los orificios inferiores al ser humano, gracias a heridas necesarias, al frente y a la espalda.  Asimismo, se insinúa que ese mismo acto sagrado de rajar concede los genitales masculinos y femeninos, sin sospecha de violencia.  El relato no aclara a quienes se dirige la petición imperativa del santo, cuyo anonimato lleva a cabo la creación de las aberturas inferiores del cuerpo humano. No extraña que este relato anteceda la aparición de Nanahuatzin, el origen del morro y el descubrimiento del maíz, ya que de nada serviría cosechar si ese ser humano no ingiere alimentos. 

De la misma testimoniante, el relato precedente —»Ikman maya nemi-tuya-t bruj-brujo wan ken ki-puluj-ket, Antaño no existían brujos y cómo lo(s)-exterminaron»— concuerda en que la violencia divina crea el mundo actual: «Tu-teku te ki-neki-k ma nemi-kan nikan tik tal, Nuestro-Padre no lo-quiso que existan aquí en Tierra».  Los santos —»Santo Domingo y Dulce Nombre»— declaran la necesidad de «ni-k-chiwa combatir nusan, yo-lo-hago combatir también, yo combato también».  Para lograr esa victoria en la batalla, «kal-tuktij in-justicia…se centellazo ijpa-k ne aj-animal. Se centellazo ya’ ki-mik-tij, casa/dentro-envió su/(their)-justicia…un centellazo sobre los animales.  Un centellazo ya lo-mató».  «Esa generación terminó, uni generación tami-k» al mismo tiempo que se extingue la vida bajo los árboles del bosque.  «Kwak muchi koj-koj-tan katka, cuando todo en-el-lugar-de-los-árboles era» señala un pasado mítico remoto. Acaso la domesticación civilizatoria implica la extinción de un grupo humano precedente, así como la formación de «hogares, tu-chan», fuera del ecosistema boscoso natural (no se comentan los cambios habituales del tiempo —pasado mítico en el presente narrativo— ni de la persona, del plural al singular, tal cual en otro texto: «ma shi-mu-suma-kan, nu-ishwiyu-wan.  Su te niu ni-metz-maka cuero…Su ti-tech-maka…; que no se-peleen.  Si no, voy yo-te-doy cuero…Si tú-nos-das…»).

4) A la secuencia de verbos conjugados en serie — yaw weli takwa, va puede come— se agrega el cambio del singular al plural —wan yaw weli a-pitza-t, y va puede orinan.  La creatividad del habla solo exige marcar el plural en el último verbo.  Nótese también la ausencia del prefijo de objeto en plural ki-tzayan-ket, lo rajaron.

5) La misma libertad de expresión que, a su arbitrio, oscila del plural al singular, viceversa, hace del pasado remoto de la creación, un presente narrativo: weli mushishat ka tesu kipiatuyat, puede se-orinan que no lo-tenían.  En este traslado espontáneo, la hablante establece una clara diferencia entre la descripción gramatical, vuelta ley prescriptiva, y su propio discurso creativo (véanse los ejemplos en el comentario (4) anterior). 

Le agradezco a Karen Escalante Barrera el envío de este libro. 

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