Carlos Góchez
Cuando el dinero no es suficiente, contrastes de la felicidad humana
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«Trabaja duro, esfuérzate 24/7, demuestra quien es el mejor, porque solo con ello vendrá una buena casa, encontrarás a la pareja ideal, tendrás seguridad, amasarás una fortuna y serás totalmente feliz»... Las frases anteriores, son solo algunas que se ven involucradas en el proceso de crecimiento y desarrollo de los seres humanos, pero ¿cuánto de esto resulta ser verdadero? En muchas ocasiones todos estos elementos son solo el complejo conglomerado de la utopía mayor –el mundo materialista- en la vida humana.
Según la psicología, la personalidad de los seres humanos abarca desde componentes individuales, por ejemplo, el carácter se puede comprender como la manera de reacción habitual frente a situaciones particulares, hasta componentes sociales, donde las relaciones interpersonales generan un impacto fundamental para determinar el actuar de la persona.
El mayor problema de la esfera social y de las relaciones que un individuo establece a lo largo de su vida, radica en que el período actual de la historia humana, orienta a las personas a que se cuantifiquen, mientras más posesiones materiales y económicas se poseen, mayor es la aceptación en los grupos. Bastará con observar los datos de importación y exportación en el portal de transparencia fiscal, donde en el 2018 se declaró que hubo una importación de $10,199.04 millones versus una exportación de $6,211.21 millones. Son estos datos los que clarifican que nuestra sociedad salvadoreña está más interesada en adquirir que en producir.
Pero el objetivo de este tópico orienta a comprender que el pueblo ha idealizado la vida perfecta como la obtención de bienes, que la seguridad significa estabilidad económica y que el estudio y conocimiento no son una meta o fin sino una herramienta o medio para lo que “realmente importa”, el dinero.
En el afán de “obtener”, las personas están situando todas las energías y centrando la atención solamente en el elemento que “provee”; la esclavitud ha estado presente prácticamente en toda la historia humana, pero en los tiempos actuales, posee una mascará que la cubre y la vuelve tolerable, las personas se están enfrascando en el mundo laboral.
No se debe mal interpretar estas palabras, trabajar no es algo negativo, el problema brota en nuestros pensamientos obsesivos, la vida humana se está simplificando en actividades laborales, prueba de ello, es que los primeros pensamientos al despertar, rondan en la organización de las actividades, los pendientes, las reuniones u otros eventos que tendremos durante el día; durante la jornada laboral, lo típico es que las personas no estén disfrutando lo que hacen, pues nosotros mismos visualizamos el trabajo como una fuente de presión y estrés, por algo vivimos deseosos del fin de semana y temerosos del lunes; finalmente cuando el día ha culminado, vamos asechados por pensamientos rumiantes que se vinculan con el quehacer del siguiente día.
Que el mundo laboral absorba la mayor parte del tiempo y nos “gratifique” de forma quincenal, no significa que deba ser el centro de la vida del ser humano, incluso la frase de Confusio: “escoge un trabajo que te guste, y nunca tendrás que trabajar ni un solo día de tu vida” es una forma de atrapar y limitar la mente de los seres humanos, pues la mayoría de los trabajos no requieren mayor uso de las capacidades cognitivas que posee nuestro cerebro. Con lo anterior debe quedar claro, que las personas deben realizar una búsqueda de un trabajo que implique retos y entender que será más importante estar motivado ocho horas que la paga económica final.
Es vital recordar que existen otros aspectos de la vida humana, los cuales requieren que prestemos atención y que seguramente nos guiarán a una felicidad real. Dentro de estos elementos pueden considerarse:
1- Cuido de la Salud Mental: la cual se puede desarrollar al aprender a controlar los pensamientos negativos, especialmente si se vinculan al ambiente laboral, pues es en lo que más se piensa; creación de hábitos de lectura, resolución de problemas u otros aspectos que permitan que las neuronas tengan un funcionamiento activo; expresar las emociones de forma adecuada y evitar la represión de las mismas; se puede buscar un pasatiempo, encontrar tu vocación –no laboral- real; entre otras características particulares a cada persona
2- Establecimiento de relaciones interpersonales adecuadas: será importante poseer un apoyo familiar y social, donde se tenga un escape a la rutina, personas que nos ayuden a crecer y que en definitiva nos saquen de la burbuja laboral. Muchos hemos olvidado dedicar tiempo a la familia, y de una forma lamentable los círculos sociales en lugar de generar desarrollo, nos hunde en vicios u otras desgracias creadas por el mismo ser humano.
3- Alimentación saludable: el ajetreo laboral, la necesidad de llegar a tiempo para evitar descuentos o regaños del jefe, son solo algunas de las excusas que las personas utilizan para justificar la pereza que genera cocinar en casa. La alimentación e hidratación adecuada harán que tu cuerpo se sienta agradecido y mejorará de forma notable los estados de ánimo que se experimentan en el día. Este punto puede ser el de mayor contradicción, pues de lo mencionado hasta el momento es el único que realmente tiene un valor de cambio con el dinero, y resulta normal escuchar comentarios como “la comida saludable es más cara” pero un adecuado uso de las finanzas y la eliminación de gastos innecesarios –el alcohol, tabaco y otros vicios- permitirán alcanzar una alimentación decente.
Cuando las personas comiencen a fijar metas más allá de lo laboral, sentirán realmente lo que significa disfrutar la vida y entenderán que lo único que poseen es el acá y el ahora. No podemos seguir planeando la jubilación cuando recién se obtiene el primer empleo. El único tiempo para cuidar la salud, disfrutar la compañía de las personas que nos rodean, gozar de un buen libro o realizar un deporte es el presente. Nada es eterno, la fortuna culminará, la vida trasciende y puede que estemos buscando la satisfacción en el lugar incorrecto, es tiempo de abrir los ojos, y retomar la vida que nos queda luego de la jornada laboral.