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 2706-5421

Ojo El Filtro
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Disruptiva

El Filtro: qué es y qué no es

En días reciente un grupo de medios digitales: Voz Pública, Disruptiva, FACTUM, FOCOS e Infodemia  presentaron la iniciativa “El Filtro”, la cual busca realizar “fact-checking” o  verificación de hechos, y consiste en detectar errores y noticias falsas en los medios de comunicación.

No se trata de definir qué es verdad o qué es mentira; esta interpretación demuestra ignorancia o desconocimiento. Verificar hechos implica contrastar las noticias o informaciones que circulan con los datos reales o evidencia.

Por ejemplo, un reconocido desinformador de redes sociales manifestó recientemente: “Con la llegada de StarLink a El Salvador hasta la última champita tendrá internet…”; lo que no dijo, es que la estación de recepción del internet satelital tiene un costo de $449 y la cuota mensual será de $49. Entonces, esa es una noticia manipulada o desinformación, ya que no solo, muchas champitas no tienen energía eléctrica sino que además la mayoría de gente que vive en champas no gana ni el salario mínimo como para pagar estos servicios. Es una típica “verdad a medias” para influir en la gente y además relacionarlo con la buena gestión del gobierno.

Con el auge de las redes sociales han surgido muchos pseudo periodistas o falsos comunicadores, youtubers o influencers que se dedican de modo asalariado o voluntario a compartir muchas noticias sin un “método” de verificación; efectivamente, hacer comunicación o periodismo sin verificación es cómodo, práctico y rentable, solo hablar sin tomarse la molestia de verificar o analizar la evidencia, o solo editar y repetir lo que otros dicen.

Son muchos los que crean un canal o una cuenta y se lanzan al estrellato y comienzan a monetizar o a recibir un salario secreto por hacer propaganda, desinformar o manipular. Es algo que está de moda y que funciona bien en escenarios populistas. La ilusión vende…, la mentira es fácil.

Por el contrario, los medios de prensa formales tienen que destinar tiempo a buscar fuentes, contrastarlas, entrevistar sujetos para presentar una nota o crónica que no esté manipulada o ideologizada. Hay una institucionalidad, un método, una responsabilidad y costos reales de operación.

Que pueda haber o no una inclinación crítica, o un enfoque político de apoyo a ideas liberales o conservadoras en las líneas editoriales de los medios de comunicación, es una cosa, pero que se mienta o manipule es otra muy distinta.

Y esto no es un tema de debate filosófico sobre la verdad o sobre la mentira. La propuesta de la iniciativa “El Filtro” no busca ser un ente de justicia que defina quién tiene o no la verdad en el campo de las comunicaciones. Simplemente se dedicará a verificar que respaldo hay detrás de las narrativas, notas o informaciones de diversos canales y espacios digitales. Luego cada quién podrá decidir si es verdad o mentira. El Filtro es una herramienta metodológica, solo expondrá contenidos y realidades, y luego vendrán las mentiras o verdades por añadidura.

En esta época de transformación digital cualquiera es periodista, locutor o comunicador; cualquiera abre un canal de YouTube o una cuenta en Facebook y comienza a enarbolar una “agencia” de noticias con fake news, refritos y medias verdades; cualquiera recibe en secreto pagos por propaganda; y nada de esto ayuda a la democracia.

Y no se trata de una principio excluyente o elitista, para eso existen en las universidades las carreras o programas de comunicaciones o periodismo; se trata de un trabajo serio y profesional. Nadie tiene derecho o autorización, por que le nace o le da la gana de abrir una clínica sin ser médico, un bufete sin ser abogado o una oficina constructora sin ser arquitecto o ingeniero. Si quieren jugar al periodismo estudien y aprendan un método de trabajo, y luego dedíquense a ese oficio.

Obviamente hay algunos “periodistas o comunicadores” de baja estatura ética, que sí han estudiado pero que suelen vender al mejor postor sus limitadas capacidades para informar. Pero esto es otra cosa, es un tema de dinero y no de profesionalismo.

Esperamos que haya quedado claro que es “El Filtro” desde Disruptiva.

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