José Adalberto López
EL JURISTA, EL LEGULEYO Y EL DERECHO
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Inicié mis estudios de Licenciatura en Ciencias Jurídicas en el año 1996, recuerdo que en esa época era una gran cantidad de alumnos los que optábamos por estudiar dicha carrera, lo primero que nos decían los docentes era que la misma no está diseñada para obtener recursos económicos de forma fraudulenta, ni tampoco para convertirnos en “leguleyos”. En ese entonces, un joven de 18 años, me interesé por conocer el significado del término e investigue la definición la cual comparto: “La persona de quien sin penetrar en el fondo del derecho sabe solo enredar y eternizar los pleitos con las sutilezas de las fórmulas» (escribe). Otros conceptos de “Leguleyo” son: 1) El que aparece como una figura lesiva que atenta contra el buen nombre de los letrados; 2) El que se desempeña en la profesión en forma irregular; 3) El que tiene su origen y se desarrolla en el procedimiento escrito y formalista; 4) El que se tiene por legista, y sólo de memoria sabe las leyes. 5) Es entre los juristas lo mismo que son los charlatanes entre los médicos.
Después de tener claro el concepto de “Leguleyo” aún escuchaba el apelativo de los catedráticos, referido a compañeros de estudio, por lo cual me tomé la tarea de investigar coloquialmente su significado popular; a esa fecha, ya habiendo cursado el primer ciclo de la carrera, tenía más claro algunos conceptos básicos de las normas jurídicas; luego de consultar a colaboradores de los tribunales, secretarios y compañeros de ciclos de estudio más avanzados, aprendí que el estudiante de Licenciatura en Ciencias Jurídicas, al haber cursado algunas materias estaba facultado para litigar, es decir tramitar juicios en los tribunales y de esa forma obtener algunos ingresos para costear los estudios, esto se debía a que las leyes de esa época ante la falta de Abogados Autorizados, permitían que los bachilleres, tal como nos llamaban los docentes de la Facultad, estando habilitados legalmente para litigar en diferentes materias, así en materia penal el bachiller que hubiera cursado las materias procesal penal estaba facultado para litigar esto de acuerdo al Código Procesal Penal de 1973. Lo mismo pasa en materia civil, el Código Procesal Civil, no exigía que la procuración obligatoria, es decir que un abogado tramitará el juicio y en los escritos dirigidos a los Tribunales solo se necesitaba firma y sello de abogado director y legalización de la firma, esto se debía a que el proceso era eminentemente escrito. En materia laboral aún es permitido a los Bachilleres o estudiantes de Licenciatura en Ciencias Jurídicas a comparecer en representación de las partes en los juicios ordinarios de trabajo, no obstante, por ser una materia especializada muy pocos lo hacen. Una vez que entró en vigencia el nuevo Código Procesal Penal, en el año 1998, se elimina la facultad otorgada a los Bachilleres. Y ya en 1994, en materia de Familia un juicio con audiencias orales fue obligatoria la procuración y una vez aprobado el Código Procesal Civil y Mercantil, es coercitivo la procuración es decir que un abogado actué en nombre y representación del demandante o demandado.
Por lo tanto, el término “Leguleyo”, no es del todo un apelativo despectivo es más mucho de las abogados renombrados fueron leguleyos, así mismo es necesario conocer los pasos para obtener la calidad de abogado de la Republica de El Salvador deben primero cumplir algunos requisitos: 1) Ostentar la calidad de Licenciado en Ciencias Jurídicas, haber cursado la totalidad de materias que en promedio son 50 materias y aprobar el proceso de graduación, lo cual implica gastos, costos e inversión de un tiempo aproximado de 6 a 7 años. 2) El bachiller estudiante de Licenciatura en Ciencias Jurídicas o Graduado de Licenciado en Ciencias Jurídicas, debe de realizar sus prácticas Jurídicas siendo estudiante, graduado o Licenciado en Ciencias Jurídicas de lo cual hay diversas modalidades, actualmente en la mayoría de las universidades existen Centros de Prácticas Jurídicas para que los estudiantes, graduados o licenciados puedan completar este requisito, lo cual vino a facilitar este proceso para dar cumplimiento a requisito desde el año 2003 por la firma de convenio entre la Corte Suprema de Justicia y las universidades privadas. 3) Una vez cumpla con estos requisitos el Licenciado en Ciencias Jurídicas debe de presentar su título, sus prácticas y otros documentos a la Corte Suprema de Justicia, al departamento de investigación profesional, para que estos, en un promedio de cuatro a nueve meses felizmente, si no se encuentran con ningún inconveniente en la tramitología, el Licenciado es convocado al acto solemne por los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia, para ser juramentado como abogado de la República de El Salvador en todas sus ramas, posteriormente debe de publicarse en el diario oficial el acuerdo respectivo y obtener su carne de Abogado de la Republica.
Ser abogado de la Republica de El Salvador implica gastos, costos e inversión de tiempo, actualmente en El Salvador, hay autorizados más de 35 mil abogados, y de los cuales muchos profesionales en derecho se han profesionalizado y especializado en las diferentes áreas del derecho.
Ahora bien de acuerdo a lo antes dicho el abogado es “el profesional con título profesional que ejerce la abogacía en representación de personas naturales o jurídicas en un proceso”, nos nace la interrogante: ¿quién es un jurista? Definido como: “el profesional que estudia, analiza e interpreta a profundidad la ciencia del derecho, la persona que se ha consagrado al conocimiento del derecho o que lo practica. Para otros el que estudia o profesa la ciencia del derecho, el versado en derecho, quien hace profesión de la ciencia del derecho, ya dedicándose a la resolución de las dudas o consultas jurídicas, ya escribiendo sobre asuntos y cuestiones de carácter jurídico.
Hay un hecho sociológico que no puede ocultarse en El Salvador, el importante papel que los juristas desempeñan en la sociedad actual, el ejercicio profesional de los juristas se ubica en los centros neurálgicos del poder. Una de las características de las sociedades democráticas y en especial de El Salvador es que el gobierno es republicano, democrático y representativo; lo cual ha permitido avanzar en el elevado nivel de juridificación. Casi todo acontecer bajo la cobertura de disposiciones jurídicas, de ahí deriva la importancia que adquieren los juristas como mediadores de los conflictos sociales, económicos o políticos, en ese sentido el papel o la función que desempeñan los juristas es una cuestión que se relaciona directamente con el concepto de derecho que se tenga. Así se puede decir que el papel que desempeñan los juristas consiste básicamente en acomodar la realidad social el entorno al derecho, realizan una tarea instrumental de mediación que es congruente con la concepción del derecho formulada desde el punto de vista funcional.
En tal sentido, el derecho se define como aquel fenómeno social propio de las relaciones intersubjetivas y que tiene como finalidad la resolución de los conflictos, este objetivo se consigue mediante la autoridad por medio de los órganos e instituciones que vigilan la adecuación de las conductas a la norma y mediante la coacción monopolizada por el Estado; el derecho es, por tanto, un instrumento de control social, un orden regulativo de la convivencia social, una instancia para la reproducción de las relaciones sociales o un subsistema que reduce la complejidad del sistema social. Desde esta concepción del derecho, al jurista se le asigna una tarea de control social y de organización de las relaciones sociales, el jurista será entonces el operador de una técnica jurídica y el profesional capaz de manejarla con éxito, cuanto mayor es el grado de la complejidad social más se necesitará la solvencia técnica y la especialización de los juristas. El jurista actúa desde diversos escenarios y en distintos planos.
Hechas estas consideraciones, puede decirse que en el panorama actual de nuestro país se requiere cambios profundos en materias de derecho ya que nuestra cultura jurídico-política lleva al quebrantamiento de la institucionales que controlan los órganos del gobierno, lo que detona los principios básicos que necesita el pueblo para la convivencia social, tales como: La justicia, igualdad, equidad, seguridad jurídica y el bien común. Por lo tanto, el que fue Leguleyo fue necesario para resolver conflictos jurídicos en otras décadas y ahora el Jurista está obligados a resolver conforme a derecho y apegados juridificación, la historia y las futuras generaciones juzgara las actuaciones de los presentes.
Por lo tanto, las oportunidades para los abogados y juristas bastan a fin de coadyuvar a cambios profundo en el que hacer de la justicia en El Salvador, por ello es necesario pensar en un Colegio de Abogados, reformas de ley para que los nuevos profesionales en derecho sean sometidos a un examen de conocimiento para adquirir la calidad de abogado, este último suministrado por la Corte Suprema de Justicia y los actuales obligados a renovar su credencial de abogados mediante la acreditación de actualizaciones anuales, reformar la ley de arancel judicial, entre otras; consciente de muchas falencias y un gran camino para que los salvadoreños puedan tener acceso a la Justicia, igualdad, equidad, y muchos otras garantías y derechos básicos para cumplir y hacer cumplir justicia y no seguir con la deuda histórica como mencionó Monseñor Romero: “La justicia es como la serpiente, solo muerde a los que están descalzos”.