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 2706-5421

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Oscar Picardo

El modelo de gestión científica de la UFG

“La ciencia será siempre una búsqueda, jamás un descubrimiento real. Es un viaje, nunca una llegada”.

Workshop: The current state of Science, Technology, and Innovation (STI) policies. Georgetwon University, 2023

Actualmente el Instituto de Ciencias, Tecnología e Innovación (ICTI) de la Universidad Francisco Gavidia (UFG) vende servicios científicos por más de un millón de dólares anuales…; mantiene relaciones activas de “universidad-empresa” con SigmaQ, Industria Azucarera, Energías del Pacífico, KYOCERA AVX Components Pte. Ltd., entre otras; y desarrolla investigaciones conjuntas con organismos nacionales e internacionales tales como UNPFA, Notre Dame University, Canisius College de New York, USAID, entre otros.  

El presupuesto anual del ICTI supera los US$ 700,000 anuales, está publicado y proyectado siempre a 5 años de modo progresivo, junto con el documento de “Líneas de Investigación y planteamiento institucional”, el cual cuenta con indicadores y métrica de ejecución; siendo uno de los presupuestos más robustos a nivel nacional.

El ICTI cuenta con investigadores a tiempo completo (50 % de la planta) e investigadores asociados a nivel nacional, pero también en España, México, Colombia y Estados Unidos (50 %). Posee un Sistema de Investigación Universitario meritocrático que da bonos al desempeño científico, considerando publicaciones, citas, difusión, aportes, entre otras categorías. Los investigadores, además participan en proyectos y reciben ingresos extras por sus actividades.

A la fecha el ICTI, además de la venta de servicios, posee una patente, ha creado una empresa StarUp, administra una Escuela de Jóvenes Talentos en Tecnologías de la Información, y publica regularmente y anualmente 8 libros y una revista arbitrada “Realidad y reflexión”, a través de UFG Editores; actualmente se trabaja en ediciones bilingües.

El ICTI nace en 2012, luego, un año más tarde se crea en Centro de Estudios Ciudadanos (CEC); luego el Centro de Modelaje Matemático “Carlos Castillo-Chávez”; posteriormente, gracias al proyecto “Educación Superior para el crecimiento económico” se crea la unidad de Nanotecnologías y Ciencias de los Materiales en 2015, utilizando el potente Microscopio de Barrido Electrónico (SEM) donado por USAID; más adelante se crea el Centro de Investigación en Ciencias del Mar y estudios Limnológicos (CIMARYL) el cual cuenta con equipo de primer nivel un ROV submarino, boya oceanográfica, estación meteorológica y diversas sondas para medir parámetros; y hace dos años ha creado el Centro Universitario de Neurociencia (CUN) en dónde se investiga y se atiende a niños (as) con problemas críticos de aprendizaje, utilizando un sofisticado equipo de feedback cerebral Neuron Espectrum y el uso de una metodología propia llama “Curva del Aprendizaje”. En 2015 iniciamos con el Instituto Centroamericano de Administración Pública (ICAP), un programa de doctorado para elevar las competencias científicas del personal, a 8 años de este programa contamos con 5 nuevos doctores. También incursionamos en periodismo científico creando la revista digital Disruptiva.media que tiene un rol esencial en el trabajo de difusión.

Hoy nos preparamos para reformar el aparato científico de la UFG con la nueva alianza ASU-CINTANA, en dónde participaremos en proyectos de clase global con el acompañamiento de académicos, científicos e intelectuales de gran reputación. Recientemente Arizona State University adjudicó fondos a tres proyectos de UFG con implicaciones globales. Lo que viene será muy superior…

Todo esto se logra gracias a tres grandes ideas: 1) La visión del liderazgo del rector en invertir en investigadores y en equipo científico de manera progresiva y razonable; 2) Una Dirección que atraiga y retenga al personal calificado con honorarios competitivos y se preocupe por elevar sus capacidades académicas a nivel doctoral (tenemos un gran equipo humano); 3) Tener la certeza que estas inversiones tienen un retorno en el mediano y largo plazo para la institución y para el país.

El único camino que nos puede sacar de la pobreza, mejorar el crecimiento económico, erradicar la pobreza y situarnos en el devenir del bienestar y la transformación digital, es la ciencia. Ningún país se transforma en un nodo de desarrollo logístico, financiero o turístico sin una ciudadanía educada.

El camino de la ciencia no es fácil…; necesitamos como punto de partida un sistema educativo eficiente y de calidad, con bajas tasas de deserción, repitencia y sobreedad. Para ello se requiere un magisterio comprometido, con mística y buenas capacidades. Esto lo sabemos desde el informe “Cómo hicieron los sistemas educativos con mejor desempeño del mundo para alcanzar sus objetivo” (McKinsey, 2007).

Según el informe de McKinsey cuatro son los desafíos fundamentales a considerar: 1.- La calidad de un sistema educativo tiene como techo la calidad de sus docentes; 2.- La única manera de mejorar los resultados es mejorando cómo enseñamos; 3.- El alto desempeño requiere el éxito de todos los niños (as); y 4.- Todo centro escolar necesita ser dirigido por un buen líder.

En la actualidad, nuestro sistema educativo no cumple estos estándares y ya conocemos el diagnóstico: Baja calidad según resultados en pruebas estandarizadas; escolaridad promedio de 7.2 grados; no retenemos y atraemos a los mejores candidatos para la profesión docente; rezago educativo; políticas educativas de corto plazo; limitada inversión en equipamiento y laboratorios; entre otros fenómenos.

Nuestra “Productividad total de los factores” (PTF) -diferencia entre la tasa de crecimiento de la producción y la tasa media de crecimiento de los factores utilizados para obtenerla- es preocupante; la disponibilidad de ingenieros y doctores, el desarrollo de patentes, los resultados en pruebas estandarizadas internacionales, la matrícula en educación media y superior, las exportaciones de valor agregado, computadoras e internet por habitante, entre otros parámetros reflejan valores bajos o negativos.

Por si fuera poco, la “Tasa Interna de Retorno” (TIR) del sistema educativo, es negativa en todos los niveles y en todas las circunstancias (sexo, zona, edad, etcétera) salvo en educación media. Lo único que podemos presumir que si un estudiante culmina la educación media puede pasar de ganar US$ 365 a US$ 500. En nuestro mercado: Estudiar más no implica ganar más (González Orellana, 2017)

La pregunta de fondo es: ¿Cómo salimos de la pobreza científica y de la irrelevancia académica para cambiar el rumbo del país?. Muchos académicos, políticos y empresarios han normalizado y aceptado que estamos llamados a seguir en el tercer mundo y que es casi imposible quebrar los ciclos de ineficiencia e irrelevancia científica. Obviamente a un importante sector de la sociedad le interesa que todo siga así; mientras unos necesitan un pueblo ignorante para seguir robando a través de la política, otros siguen haciendo dinero de modo infame a costas de un modelo consumista y de capitales concentrados; pero ambos disimulan en su narrativa… Es prudente recordar aquí a Averroes: “Cuatro cosas no pueden ser escondidas durante largo tiempo: la ciencia, la estupidez, la riqueza y la pobreza”

De 3.4 grados a finales de los años 80 a 7.2 grados a 2023… hemos mejorado 3.8 grados en 33 años, esa es la realidad, sin contar las condiciones paupérrimas de los ambientes escolares y el incumplimiento del calendario escolar; hemos invertido miles de millones de dólares de presupuesto y empréstitos para seguir igual o peor. Cuando un político o empresario nos diga que está preocupado por la educación debemos de dudar y mucho.

No debemos olvidar ni dejar de lado en el análisis que hay “dos sistemas educativos” para “dos tipos de ciudadanos”; una minoría que puede pagar educación privada de mejor calidad y una mayoría que está condenada a reproducir los ciclos de pobreza y exclusión. Las oportunidades son parciales 1 a 10.

El camino de la ciencia requiere políticos, rectores y empresarios comprometidos con el futuro, generosos y dispuestos a cambiar el contexto actual. Necesitamos invertir más y mejor en los docentes y en los ambientes educativos incluyendo laboratorios de ciencia. Necesitamos hacer obligatoria la educación, al menos hasta el nivel medio. Necesitamos aprovechar la cooperación internacional para formar ingenieros y doctores. Necesitamos mayor nivel de exigencia de parte de las autoridades del nivel superior -Dirección Nacional de Educación Superior y Comisión de Acreditación- haciendo a un lado la mediocridad y la tolerancia a la ineficiencia. Necesitamos flexibilizar la oferta académica. Necesitamos rectores más comprometidos con la ciencia. Necesitamos más visibilidad científica y publicar en inglés. Necesitamos educación bilingüe desde el nivel inicial.

Parece que necesitamos muchas cosas, pero mientras más nos tardemos en iniciar más aumentarán las brechas. Un buen comienzo sería un plan educativo de largo plazo, de al menos 30 años, con acuerdos consensuados y que se respeten; que al menos integre: a) Una inversión sostenida y progresiva en los presupuestos escolares y universitarios públicos; b) Un proyecto esencial de dignificación docente con más recursos, evaluación y resultados; c) Concentrar la mayor cantidad de recursos de cooperantes y responsabilidad social empresarial en mejorar los ambientes educativos; d) Una apuesta de país concentrada y consensuada en una visión estratégica en… bilingüismo, patentes, productividad en ciertos sectores, etcétera.

Afortunadamente hay modelos o ejemplos económicos exitosos de países pequeños o emergentes que han logrado saltos de calidad desde los sistemas educativos y luego en la ciencia y su industrialización: Israel, Irlanda, Singapur, Corea del Sur, Taiwán, Hong Kong, Malasia, Indonesia, Tailandia. Lo han logrado desde la educación y la ciencia.

Cerramos nuestra reflexión con dos citas magistrales: “La ciencia es la clave de nuestro futuro y si tú no crees en la ciencia, entonces nos estás reteniendo a todos hacia atrás” (Bill Nye); “La ciencia es el gran antídoto contra el veneno del entusiasmo y la superstición” (Adam Smith).

Disclaimer: Somos responsables de lo que escribimos, no de lo que el lector puede interpretar. A través de este material no apoyamos pandillas, criminales, políticos, grupos terroristas, yihadistas, partidos políticos, sectas ni equipos de fútbol… Las ideas vertidas en este material son de carácter académico o periodístico y no forman parte de un movimiento opositor.

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