En asuntos electorales: 2+2 no siempre es 4

Como siempre sucede, a pesar de que faltan oficialmente más de tres meses para el arranque oficial de la campaña electoral, los partidos únicamente pueden estar en campaña en ese tiempo, lo cierto es que ya estamos en campaña electoral en redes sociales y, lamentablemente, esa propaganda es divulgada desde las cuentas estatales incluyendo la de la magistratura más alta del país. 

El calendario electoral avanza y el día 31 de agosto se cerró el plazo para la inscripción de coaliciones para las elecciones de alcaldes, diputados a la Asamblea Legislativa y al Parlamento Centroamericano. Una coalición electoral es cuando dos o más partidos deciden presentar candidaturas en conjunto. En el ámbito municipal la más llamativa fue entre Nuevas Ideas y Gana en la ciudad de San Miguel donde se propuso como candidato a alcalde al polémico Will Salgado. Sin embargo, esta coalición, a mi juicio, no es la más importante que se formalizó ese día. 

Ese mismo día, Nuevas Ideas y Gana anunciaron una coalición para las elecciones a diputados en cinco departamentos del país: Chalatenango, Cabañas, Cuscatlán, La Unión y San Vicente (en este último departamento también se reeditó la alianza Areana-PCN del año 2018). Todos esos departamentos son representados por tres diputados cada uno (ver tabla 1). Ahora bien, alguien podría preguntarse, ¿por qué Gana y NI hacen una coalición en esos departamentos para las elecciones a diputados cuando, según las encuestas, NI está bien posicionado? La respuesta está en la forma en que se distribuyen los escaños. Eso lo explico a continuación. 

¿Cómo se reparten los escaños? 

Una de las características del sistema político salvadoreño es que es pluralista (Art. 85, Constitución de El Salvador, 1983), es decir, se busca que en el sistema político se represente las distintas corrientes de pensamiento de los ciudadanos. Sin embargo, esa pluralidad de pensamiento solo se ve reflejada con énfasis en el Órgano Legislativo por medio de la Asamblea Legislativa.  

El Órgano Ejecutivo se representa exclusivamente en la figura del o la Presidente de la República, el Órgano Judicial, a pesar de que está compuesto por 15 Magistrados y es electo por los diputados, no tiene por qué expresar distintas corrientes de pensamiento jurídico, aunque es lo ideal; pero es la Asamblea Legislativa la que mejor expresa ese pluralismo, por ello, se busca que el sistema de reparto de los escaños responda a ese interés Constitucional de expresar diferentes pensamientos políticos y económicos. Entonces y volviendo al punto, ¿cómo se reparten los escaños? En diferentes partes del mundo se usan sistemas diferentes, Esto tiene que ver con dos palabras que seguro ya has escuchado: cocientes y residuos, pero para explicar esto mejor pondré un ejemplo real: la asignación de diputados en el departamento de San Vicente en el año 2018. 

El año 2018 hubo elecciones para alcaldes y diputados. Como se vio en la tabla 1, el departamento de San Vicente reparte tres de los 84 diputados. Según el código electoral (Art. 127), para repartir los escaños solo se toman en cuenta el total de votos válidos, descartando los votos nulos y las abstenciones, así, el resultado final publicados por el TSE fue el siguiente:  

Luego, como en ese departamento hubo una coalición (Arena y PCN), para la repartición de los escaños solo se puede tomar en cuenta la coalición, así se debe sumar a la Coalición los votos que obtuvo independientemente el PCN y Arena, quedando entonces la distribución de la siguiente forma (ver tabla 3). 

Una vez se cuenta definitivamente con los resultados se determina el cociente electoral departamental. Este se obtiene de dividir el total de votos válidos entre el número de diputaciones del departamento, así, para el año 2018 el cociente electoral del departamento de San Vicente fue:  

Eso significa que para que un partido político o coalición pudiese asegurarse un diputado en ese departamento en 2018 debía tener al menos 21,241 votos. Si un partido político o coalición tienen al menos esa cantidad de votos, se dice que el diputado entra por cociente. Así cada partido o coalición se le van asignando diputados por cociente si tienen esa cantidad o más. Sin embargo, podemos ver que, de acuerdo a los resultados de 2018 en el departamento de San Vicente, solo un partido político tiene más de 21,241 lo que le aseguraría un diputado, entonces, ¿cómo se reparten los otros dos diputados?, ¿qué pasa cuando un partido político o coalición no alcanzan ese número? Allí entra el reparto por residuo. 

Para asignar un diputado por residuo, primero se establece cuantas diputaciones quedan libres, para eso al partido político o coalición que tiene más votos que el cociente electoral se le resta ese cociente y a partir de entonces se reparten los escaños vacantes a los partidos políticos o coaliciones que tengan más votos hasta agotarse las diputaciones. Esto se puede observar en la tabla 5 siguiente: 

Así, para el primer diputado la coalición Arena-PCN utilizó 21,241 votos para asegurarse el diputado por cociente. Al restar esa cantidad de su total de votos le quedaron 11,483.67 votos de residuo. Luego, como ningún otro partido político tiene el cociente electoral, el segundo diputado del departamento se asigna al partido con más votos del residuo, siendo este el FMLN con 18,828.33 y dado que el FMLN ya utilizó su residuo este queda a cero. Por último, el tercer diputado se asigna al siguiente residuo más alto, así es la coalición Arena-PCN que de su residuo se queda por menos de 45 votos con el último escaño del departamento a costa del partido Gana. 

Como vemos en el caso de las diputaciones, por eso es importante usar bien las estrategias, la alianza Arena-PCN se mostró exitosa en ese año 2018. Es difícil de asegurar, pero se podría decir que, si Arena y PCN no hubieran hecho esa alianza, el tercer diputado tendría que haber ido al partido fundado por Tony Saca. Aun hoy, Gana le recuerda a Arena-PCN la pérdida de ese diputado por 45 votos… 

Composición electoral de la Asamblea Legislativa 1985-2018 

Ahora bien, desde varios meses o prácticamente desde el inicio del gobierno Bukele, Gana y NI se han planteado como meta obtener 56 diputados en las elecciones 2021 y reducir así la presencia de la oposición al mínimo posible, pero ¿qué significa contar con 56 diputados? La Asamblea Legislativa es un órgano colegiado, eso quiere decir que sus decisiones son tomadas por mayoría. La constitución de la República reconoce tres tipos de mayorías:  

• Mayoría simple, la mitad más uno de los diputados electos (43 diputados);  
• Mayoría calificada, dos tercios de los diputados electos (56 diputados) y;  
• Mayoría “excepcional”, tres cuartas partas de los diputados electos (63 diputados). 

Con la mayoría simple se controla administrativamente la Asamblea Legislativa, el diseño de su propio reglamento y se aprueban la mayoría de las leyes. La mayoría calificada se elige y destituye a los funcionarios de segundo grado: Fiscal General, Magistrados, Procuradores y se puede aprobar la deuda pública y destituir al presidente y vicepresidente de la república. Con la mayoría “excepcional” se pueden suprimir garantías constitucionales y ratificar convenios que modifiquen los límites del territorio nacional, esta votación en pocas ocasiones ha sido necesaria utilizarla. 

Ahora bien, como se pudo observar, por el sistema de repartos de la Asamblea Legislativa es complicado que un mismo partido obtenga 43 diputados y más difícil aún los 56 diputados. Dentro del marco constitucional de 1983 solo existen un precedente en que un partido político o coalición obtienen mayoría simple (ver tabla 6). En 1985 el PDC obtuvo mayoría simple al obtener 33 de 60 escaños, (recordemos que es en 1991 es cuando se agregan 24 escaños dejando la actual composición de la AL en 84 escaños). A partir de esa fecha lo más cercano que estuvo un partido político de obtener mayoría simple fue Arena en 1994.  

Ningún partido político en la actual conformación legislativa ha tenido por sí solo 43 diputados y mucho menos 56 diputados.  

56 el sueño cyan 

Con eso en mente, toma más sentido la alianza que Gana y Nuevas Ideas han llevado a cabo para las próximas elecciones y es perfectamente entendible que sea en esos cinco departamentos ya que todos esos departamentos se reparten tres diputaciones y “dividir” el voto puede resultar en derrota para las aspiraciones del partido de gobierno: los 56 diputados y cualquier mal cálculo puede costar caro. Para evidenciar esto, se presentan los resultados de los restantes cuatro departamentos en los que el Gana y Nuevas Ideas van en coalición.  

Al analizar los resultados, se puede verificar que de las 15 diputaciones Gana solo obtuvo una de ellas en el departamento de Cabañas. De allí que en los departamentos de Chalatenango y Cuscatlán el partido estuvo muy lejos de obtener la diputación y en el caso de La Unión y San Vicente el margen es muy pequeño. Ahora bien, si tomamos en cuenta los resultados de las encuestas (CEC-UFG, septiembre 2020) Gana y NI parten con amplia ventaja no solo para asegurarse la primera diputación, sino que, de obtener estos resultados en la elección del 28F, podrían asegurarse incluso dos de los tres diputados en estos departamentos. 

Si analizamos los resultados de la elección 2018, parece que existen dos condiciones para que un partido político o coalición obtenga los dos diputados: 1. Obtener más del 45 % de los votos y 2. Sumar más votos que el segundo y el tercer partido político o coalición junta. Esas condiciones se reflejan en los departamentos en que Arena obtuvo dos diputados en San Vicente y La Unión. Es por ello que la alianza Gana y Nuevas Ideas parece tomarse en serio obtener, al menos, la mayoría simple.  

¿Pacto clave? 

Obviamente, hay que hacer una salvedad a estos números. En política no es primera vez que un partido o coalición cree que aliándose pueden tener mejores resultados y al final terminan fracasando. El más reciente caso en El Salvador fue la alianza Arena-PCN-PDC que en 2019 no pudieron obtener la misma cantidad de votos que en la elección 2018. En el plano internacional aun resuena la alianza de PODEMOS e Izquierda Unida, en España, que en 2015 sumaban por separado más de 6 millones de votos y al aliarse en una repetición electoral, en 2016, obtuvieron solo 5 millones de votos. En política, 2+2 no es igual a cuatro e importan las formas y hoy que parece que ya no existen fronteras entre Gana y Nuevas Ideas y está por verse si la población pasa factura a NI que prometiendo romper con las malas prácticas, decide aliarse con un partido lleno de cuestionamientos y con personas de pasado dudoso como son Walter Araujo, Will Salgado y Guillermo Gallegos. 

Al momento, parece que las cuentas salen.