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 2706-5421

fake
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Óscar Picardo

Fake…

Nos encanta tener la primicia…, creer que somos los primeros en comunicar la notica a nuestros contactos…, la que sea, sin verificar, y en no pocas veces difundimos noticias falsas o fake news ¿por qué…?

Digamos, en primer lugar, que el avance de la transformación digital y las redes sociales contribuyen en gran medida a que las noticias falsas y la desinformación aumenten en número y ritmo (Meta-reflexivity for resilience against disinformation; Tea, Matej & Mateja, 2021). En segundo lugar, debemos considerar un principio psicológico: la confianza en alguien que “piense como yo” y que “crea en lo mismo que creo yo”, vehiculiza la información falsa con mayor dinamismo. El ser humano tiende a seguir a aquellos grupos o individuos que compartan gustos y puntos de vista. Experimentos de psicología sobre sesgo de confirmación lo cercioran (Regla o tarea de Wason).

Profundicemos un poco más. Un estudio de SERVIMEDIA, publicado en 2018 sobre “La influencia de las noticias falsas en la opinión pública”, concluye lo siguiente: El 94.1 % de los participantes afirmaron que utilizan la red para acceder a información facilitada por los medios de comunicación. Creen los participantes que las noticias falsas se difunden “para perjudicar la imagen y la reputación de personas u organizaciones” (88 %) y “porque quien las genera cree que puede sacar un beneficio personal o para el colectivo al que pertenece» (75.8 %). La gran mayoría de los consultados (87.4 %) señala que detecta noticias falsas porque “dicen cosas que no les encajan”, frente a imágenes o vídeos trucados. Los entrevistados creen que el mayor perjuicio de una fake news es de reputación, tanto organizacional (85.5 %), como personal (66.2 %). Para el 84.7 % de los consultados, las consecuencias de un perjuicio provocado por falsas noticias son muy graves (40.8 %) o graves (43.9 %). Los medios online (75.7 %) es el medio de comunicación en el que, en opinión de los entrevistados, hay más probabilidades de que se generen noticias falsas.

Las fake news, por su dinámica, naturaleza, contenido y objetivo que persiguen, afectan la construcción de un juicio racional y bien formado y condicionan de forma negativa la toma de decisiones de los individuos que consumen este tipo de contenidos creando nuevas pautas de posverdad. El director de la Real Academia Española, Darío Villanueva, definió a la posverdad, término que próximamente será incluido en el diccionario, como aquella información o aseveración que apela a las emociones, creencias o deseos del público en lugar de a hechos objetivos. En este contexto, la base de pensamiento de la ciudadanía comienza a ser afectada por la proliferación de estas noticias falsas, por razones de marketing político o de intereses conspirativos.

La primera víctima de las noticias falsas es la calidad de la democracia, debido a la influencia negativa de estas en los procesos de campañas, elección de los candidatos y la desinformación que imprimen en la opinión pública respecto a los asuntos públicos. Una opinión pública bien formada, que disfrute de un pensamiento crítico y libre,  es beneficiosa para la democracia,  mientras que las noticias falsas van desfigurando el ecosistema ciudadano.

La calidad de la información que maneja la opinión pública repercute en la capacidad de la misma de formar un pensamiento crítico; bajo un entorno de noticias falsas -institucionalizado- se  fomenta el sensacionalismo para nutrir el populismo, la polaridad y la posverdad. La polarización de la opinión pública es otro efecto de las noticias falsas, castigando puntos de vista más racionales o con sentido común.

La organización First Draft (citada en la Guía para combatir la desinformación, Federación Internacional de Periodistas FIP-FIJ) ha diferenciado siete tipos de contenido erróneo que puede circular: 1) Sátira o parodia: No pretende causar daño o engaño. 2) Contenido engañoso: Se trata del uso engañoso de la información para incriminar a alguien o algo. 3) Contenido impostor: Es el tipo de información que suplanta fuentes genuinas. 4)  Contenido fabricado: Contenido nuevo que es predominantemente falso, diseñado especialmente para engañar y perjudicar. 5) Conexión falsa: Cuando los titulares, imágenes o leyendas no confirman el contenido. 6) Contexto falso: Cuando el contenido genuino se difunde con información de contexto falsa.  7) Contenido manipulado: Cuando información o imágenes genuinas se manipulan para engañar.

Para combatir este fenómeno, la FIP recomienda hacer Fact Checking -justamente lo que realiza la iniciativa El FILTRO- y promover algunas herramientas, tales como: Desconfiar de los títulos grandes y en mayúsculas; Analizar la sección “Acerca de” o “About” del sitio; Chequear los links y las citas; Desconfiar de URLs similares a sitios conocidos; Encontrar una fuente local y consultarla; Realizar una búsqueda inversa de imágenes.

En síntesis, difundimos noticias falsas para reafirmar nuestras creencias, para buscar ampliar nuestro espectro de relaciones y para sumarnos a ese fenómeno progresivo del cual somos parte. Pero lo peligroso es interiorizar la noticia falsa como una verdad; es decir subvertir nuestro sistemas ideológicos y de creencias.

Pasamos de “razonar” a “creer”…; es un asunto de fe, en dónde negamos y combatimos todo aquello que no se ajuste al nuevo paradigma o nuevo sistema de creencias; y es que necesitamos pertenecer a algo y, buscamos -y encontramos- un ideal y allí nos proyectamos; y todas nuestras debilidades y carencias subjetivas desaparecen en ese nuevo modelo. Esto es “satisfacción vicariante”. Además, fortalecemos la impotencia o indefensión aprendida, nos adaptamos, paralizamos, bloqueamos y negamos.

Difundimos noticias falsas para intentar “ser más”; buscando un pequeño protagonismo en nuestro círculo social; intentando coparticipar en la creación de contenido. Ser el primero (a) y dueño de la primicia, liderar el debate en chats o grupos, evitar ser un consumidor de segunda categoría en las rutinas cotidianas.

Difundimos noticias falsas, frases apócrifas, verdades a medias, mentiras, rumores, chambres, noticias que afectan la imagen del otro, injurias, fotos y videos de tragedias y dolor. Así es nuestra miseria humana…

Disclaimer: Somos responsables de lo que escribimos, no de lo que el lector puede interpretar. A través de este material no apoyamos pandillas, criminales, políticos, grupos terroristas, yihadistas, partidos políticos, sectas ni equipos de fútbol… Las ideas vertidas en este material son de carácter académico o periodístico y no forman parte de un movimiento opositor.

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