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 2706-5421

Mario Pacheco
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Mario Pacheco

La censura versus el poder de la prensa libre

"Sólo una prensa libre y sin restricciones puede exponer de forma efectiva el engaño del gobierno"

Sin duda alguna el papel del periodismo ha sido clave para lograr cambios trascendentales a través de la historia, y aunque siempre ha existido una resistencia del poder de turno por ocultar o evitar que información clave salga a la luz pública, el trabajo periodístico siempre ha sabido sortear cualquier obstáculo para cumplir con su labor de informar a la sociedad.

Recientemente conocimos de la muerte del periodista Neil Sheehan, quien destapó el escándalo de los papeles del Pentágono referidos a la guerra de Vietnam y cuyos artículos comenzaron a aparecer en The New York Times en 1971, tras la filtración que contenía cerca de siete mil documentos y marcó un hecho histórico en los Estados Unidos, sobre la libertad de expresión y el derecho de información. El presidente Nixon buscó una vía jurídica para parar la publicación de dichos documentos y logró que un juez bloqueara un artículo por motivos de seguridad nacional, lo que desencadenó una de las batallas más difíciles entre la opacidad y el derecho a la información.

Como muchas batallas, se pelea mejor si se trabaja unidos; en este caso la única forma de vencer la intención de censura de la administración Nixon fue unir fuerzas con otros periódicos para publicar simultáneamente los artículos referentes al pentágono y sus equivocaciones en la guerra de Vietnam. Fue así como The Washington Post y otra veintena de periódicos publicaron la historia pese a la prohibición judicial y volvieron inútiles los esfuerzos gubernamentales por aplicar censura a los medios de ese país; el final de la historia termina con una resolución de la Suprema Corte que dio la razón a los medios de comunicación y argumentó que el gobierno de Nixon no cumplió el requisito del “Peso de la Prueba”, pero lo verdaderamente histórico e importante de este suceso fue el razonamiento del Magistrado Hugo Black que ligeramente expresó: «Sólo una prensa libre y sin restricciones puede exponer de forma efectiva el engaño del gobierno». Y además agregó “Y entre las responsabilidades de una prensa libre es fundamental el deber de evitar que cualquier parte del gobierno engañe a los ciudadanos».

Esta frase lapidaria para quienes creen que la censura y el ocultamiento de la información sigue muy vigente hoy en día, es importante reconocer que el papel de la prensa es fundamental para la sana práctica de la democracia en cualquier sociedad, pues contribuye al control ciudadano sobre las acciones de la administración pública y sus actores, y garantiza el desarrollo social a través del conocimiento.

No se puede esperar que un país avance si sus ciudadanos son cegados de su propio destino, si los funcionarios no rinden cuenta sobre las decisiones que toman y que afectan a la mayoría, por ello el papel de la prensa y de los medios de comunicación libres e independientes se vuelve relevante, y como tal hay que protegerlos.

Lo que nos enseña el caso de los famosos papeles del Pentágono es que siempre existirán quienes quieran promover la cultura de la censura, la opacidad y les interese tener desinformado a los ciudadanos; sin embargo, por esta razón es importante que las personas en sus respectivos países garanticen la protección a sus medios de comunicación y periodistas, a la práctica de la libre expresión y que exijan el derecho que todas las personas tienen a la información.

Aun en esta era de las redes sociales, donde existe mayor expresión ciudadana, es importante el papel de la prensa profesional, la que investiga, contrasta, verifica y publica la información sobre un suceso; los periodistas también debemos de entender que no tenemos la verdad absoluta, que debemos presentar los hechos y dejar que nuestras audiencias hagan su papel de análisis y reflexión sobre un determinado hecho y de esta manera hacerlos participantes activos en la toma de decisión del rumbo de su propio destino.

Recordemos que sin libertad de expresión y sin una prensa libre e independiente no hay democracia.

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