James Humberstone
*Reportes de Georgina Rivas
La humedad relativa de El Salvador nos protege del COVID-19
Según los datos oficiales del Gobierno de El Salvador, al 22 de abril de 2021, hay 68,007 casos de COVID-19 identificados. Este número reportado es el más bajo de la región Centroamericana, exceptuando a Nicaragua que no reporta nuevos casos desde hace mucho tiempo. A la misma fecha, Honduras reporta 203,359 casos, Guatemala reporta 216,329 casos, Costa Rica y Panamá reportan 233,498 y 361,678 casos respectivamente.
A pesar de que hay un manejo similar de la pandemia en los países centroamericanos, la diferencia de casos reportados entre El Salvador y el resto de países nos hace preguntarnos: ¿Por qué hay menos contagios en El Salvador? ¿Hay otros factores a parte del manejo de la pandemia?
La ONU, por medio de su sitio web, Noticias ONU, publicó en noviembre de 2020, el artículo: La humedad afecta la posibilidad de contagio de COVID-19, explica la OMS. En dicho artículo María Van Kerkhove expresó que la baja humedad favorece a la supervivencia del virus en las superficies, pero que la humedad muy alta también podría favorecer la circulación de las gotículas respiratorias, permitiéndoles que se queden suspendidas en el aire.
En diciembre de 2020, University Hospitals (UH) publicó el artículo The Role of Dry Winter Air in Srending COVID-19. En el artículo el neumólogo David Rosenberg afirma que «Respirar aire por debajo de los niveles recomendados de humedad relativa no sólo irrita las vías respiratorias, sino que hacerlo contribuye a aumentar el riesgo de contraer el COVID-19 y la gripe».
De los dos párrafos anteriores intuimos que hay una relación entre la humedad y el riesgo de contagio por COVID-19. ¿Acaso la humedad relativa de El Salvador es favorable para minimizar el riesgo de contagio de COVID-19? Para dar respuesta a esta pegunta se hizo una revisión bibliográfica de artículos científicos que relacionen factores ambientales con la transmisividad del COVID-19.
Más humedad, menos riesgo de COVID-19
Según Marr et al (2020), una de las formas de contagio de enfermedades respiratorias como el COVID-19 es por medio de aerosoles. Un aerosol es una partícula de saliva o fluido respiratorio con un tamaño menor a 0.1 milímetros que puede infectar a una persona al inhalar por la nariz o por la boca dicha partícula. Debido a su tamaño los aerosoles pueden permanecer más tiempo suspendidos en el aíre y pueden viajar mayores distancias que las gotas balísticas o gotículas.
Las gotas balísticas también son partículas de saliva o fluido respiratorio, pero con un tamaño superior a 0.1 milímetros que son expulsadas al toser, estornudar y en menor medida al hablar. Estas partículas vuelan como proyectil por el aire e infectan a una persona si impacta en su boca, fosas nasales u ojos. En caso de no impactar con una persona caen al suelo aproximadamente en 1.5 metros.
En promedio por cada gotícula que se expulsa al hablar, se liberan alrededor de 1,200 aerosoles. En cambio, al gritar se emiten unas 20 veces más partículas que al hablar. En espacios cerrados mal ventilados, los aerosoles quedan suspendidos en el aíre y se condensan en la habitación a medida pasa el tiempo y así se aumenta el riesgo de contagio. Es por eso que se recomienda realizar reuniones, clases, actos religiosos, etc. en espacios abiertos y respetando todas las medidas de bioseguridad.
Recordemos que los aerosoles se suspenden en aire, por tanto, es importante conocer qué factores del clima les ayudan a permanecer mayor tiempo antes que se evaporen.
El aire es una mezcla de gases que constituye la atmósfera terrestre, está formado principalmente por oxígeno y nitrógeno y otros componentes como el dióxido de carbono y el vapor de agua.
La humedad del aire o humedad relativa, es la medida del contenido de vapor de agua que se encuentra presente en el aire. El vapor procede de la evaporación de los cuerpos de agua: mares y océanos, de los ríos y de los lagos.
La cantidad de vapor de agua que puede absorber el aire depende de su temperatura. El aire caliente absorbe más vapor de agua que el aire frío. Por tanto, podemos decir que la humedad es proporcional a la temperatura y altamente sensible a sus cambios. Esto significa que, si la temperatura es estable, la humedad también lo será.
El Salvador se encuentra en la zona climática tropical y por tanto tiene condiciones térmicas similares durante todo el año. Debido a la franja costera a lo largo del Océano Pacífico ocurren oscilaciones relacionadas con la brisa marina que transporta humedad y calor al territorio. Según el sitio web del Sistema Nacional de Estudios Territoriales (SNET) la humedad relativa del país oscila entre 65% y 80%. Ver en https://www.snet.gob.sv/ver/meteorologia/pronostico/maritimo/
En el siguiente gráfico tomado del último boletín Climatológico Anual publicado por la SNET (2015) se puede constatar que la humedad relativa fue constante en el intervalo de 65% a 85% en el año 2015 y se mantiene constante en la actualidad.
En el siguiente gráfico se muestra la variación de la humedad relativa a lo largo del año 2019. El gráfico sugiere que la humedad relativa promedio anual es de 70%.
Otros documentos
Influenza Virus Transmission Is Dependent on Relative Humidity and Temperature
En el 2007, Lowen, Mubareka, Steel Y Palase realizaron un experimento con conejillos de indias para evaluar los efectos de la temperatura y la humedad relativa en la propagación del virus de la influenza. Construyeron una cámara ambiental y realizaron experimentos de la trasmisión del virus en diferentes condiciones de temperatura y humedad controladas.
Encontraron que las humedades relativas bajas de 20% a 35% eran las más favorables para la transmisión del virus, mientras que la transmisión estaba completamente bloqueada a una humedad relativa alta de 80%. Además, cuando los conejillos de indias se mantuvieron a 5 °C, la transmisión ocurrió con mayor frecuencia que a 20 °C, mientras que, a 30 °C no se detectó transmisión. Los datos implican que las bajas humedades relativas y las bajas temperaturas favorecen la propagación del virus de la influenza.
Effect of Environmental Conditions on SARS-CoV-2 Stability in Human Nasal Mucus and Sputum.
Matson et al. (2020), explica en su artículo que han descubierto que las condiciones ambientales afectan a la estabilidad del COVID-19. El virus es más estable en condiciones de baja temperatura y baja humedad, mientras que en temperaturas más cálidas y una mayor humedad se acorta la vida media.
Matson y su equipo adquirieron por medio de Lee BioSolutions mucosidad nasal y esputo humano y lo mezclaros con el virus que produce el COVID-19 con el objetivo de evaluar el tiempo de vida del virus al variar las condiciones ambientales de temperatura y humedad relativa (HR). En la siguiente tabla se resumen los resultados.
Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.
Op-ed: Humidity can aid in the fight against COVID-19.
“Mantener la humedad relativa entre el 40% y el 60% en los espacios interiores podría ayudar a frenar la propagación del coronavirus en invierno”, según un artículo de opinión publicado en el Washington Post en noviembre de 2020 y del que es coautor Joseph Allen, profesor asociado de ciencias de evaluación de la exposición y director del programa de edificios saludables de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard.
Los autores explican que la humedad puede afectar a la transmisión del virus de tres maneras. Los estudios sugieren que una mayor humedad puede mejorar la capacidad del cuerpo para combatir la infección; que el coronavirus se descompone más rápidamente a un nivel de humedad relativa cercano al 60% que a otros niveles; y que un aire más seco puede dar lugar a un mayor número de pequeñas partículas de coronavirus que viajan más lejos y penetran más profundamente en los pulmones.
Impact of temperature and relative humidity on the transmission of COVID-19: a modelling study in China and the United States
Wang et al. (2020), realizaron un análisis de regresión transversal retrospectivo mediante el procedimiento Fama-MacBeth. Utilizaron los datos de los nuevos casos diarios COVID-19 reportados en 100 ciudades chinas (del 19 de enero al 15 de febrero de 2020) y los casos diarios confirmados de COVID-19 para 1005 condados de Estados Unidos (del 15 de marzo al 25 de abril de 2020) para calcular el número reproductivo efectivo (R) en cada país y compararlo con la temperatura y humedad relativa de cada región.
Como resultado obtuvieron correlaciones negativas estadísticamente significativas entre la temperatura/humedad relativa y el número reproductivo efectivo (valor R) tanto en China como en Estados Unidos. Esto significa que a mayor humedad relativa menos riesgo de contagio hay.
Según Wang et al. (2020) el resultado obtenido coincide con la evidencia de que las altas temperaturas y la alta humedad pueden reducir la transmisión de la gripe. De la misma manera, el resultado también es coherente con la evidencia de que la alta temperatura y humedad relativa reducen la viabilidad del coronavirus del SARS.
La siguiente imagen muestra tres mapas de las 100 ciudades chinas donde se realizaron los análisis, los mapas están etiquetados como A – Distribución del número reproductivo efectivo (R) en los condados, B – Distribución de la temperatura promedio en los condados y C – Distribución de la humedad relativa en los condados. La escala de medición por color indica que los puntos azules son valores pequeños y los puntos amarillos son valores altos.
En la imagen se puede apreciar claramente las ciudades chinas que tienen altos número reproductivo efectivo (puntos amarillos en el mapa A) tienen valores bajos de temperatura (puntos azules y verdes en el mapa B) y valores bajos de humedad relativa (puntos azules y verdes en el mapa C).
Análisis de datos
En la siguiente tabla se resumen los datos correspondientes a la evolución del COVID-19 por país, así como la humedad relativa promedio. Todos los datos corresponden al 22 de abril de 2020. Tal como se puede apreciar en la tabla, El Salvador tiene la menor cantidad de personas infectadas, así como la mayor humedad relativa promedio.
Panamá es conocido como el Hub de las Américas y tiene vital importancia para la logística del comercio intercontinental dada su ubicación geográfica y apertura marítima. Seguramente, la condición la movilidad de las personas por actividades comerciales sea un factor bastante influyente en el desarrollo de la epidemia en el país y ayuden a comprender porque tienen bastantes casos de COVID-19 a pesar de tener una humedad relativa promedio similar al resto de países de Centroamérica.
Conclusiones
- Las investigaciones sugieren que hay una correlación negativa entre el riesgo de contagio al COVID-19, la temperatura y la humedad relativa. Es decir, a mayor humedad y temperatura cálida menor riesgo de contagio y viceversa.
- A pesar de que la alta humedad relativa y una temperatura cálida disminuyen el riesgo al contagio del COVID-19, los autores de las investigaciones señalan que controlar estos factores no es suficiente para frenar la evolución de la epidemia y se sugiere continuar cumpliendo las medidas de bioseguridad.
- La humedad relativa puede desempeñar un papel en la transmisión de COVID-19 de tres formas principales:
- La baja humedad relativa tiene un efecto secante sobre las células y los revestimientos mucosos de las vías respiratorias. Dichas células actúan como defensa contra las partículas virales y otras sustancias extrañas invasoras. La deshidratación de los revestimientos de las vías respiratorias perjudica su capacidad para funcionar correctamente. Cuando los niveles de humedad son insuficientes, las partículas víricas tienen un mayor potencial de acoplamiento en los sitios receptores de las vías respiratorias, lo que puede conducir a un mayor riesgo de infección.
- Las investigaciones indican que las partículas víricas suspendidas en el aire se precipitan más rápido cuando la humedad relativa es mayor. Si las partículas víricas se precipitan más rápido, queda menos material vírico suspendido en el aire, lo que conlleva un menor riesgo de infección.
- Los aerosoles tienden a mantenerse a flote durante más tiempo y a viajar más lejos en el aire con una humedad relativa más baja. Los aerosoles que contienen virus, en particular, pueden penetrar más profundamente en los pulmones y aumentar la posibilidad de transmisión.
- Finalmente, El Salvador por ser un país pequeño ubicado en la zona climática tropical y contar con la franja costera a lo largo de Océano Pacífico se beneficia de la brisa marina que trasporta la humedad y calor al territorio. A demás, El Salvador cuenta con varios ríos, lagos y lagunas en todo el territorio nacional que ayudan a mantener la humedad relativa constante en el año. Estas condiciones brindan al país una humedad relativa alta que varía entre 65% y 80% que ayuda a la población a minimizar el riesgo al contagio del COVID-19.
Bibliografía
Harvard T.H. Chan. (2020). Op-ed: Humidity can aid in the fight against COVID-19. Obtenido de https://www.hsph.harvard.edu/news/hsph-in-the-news/op-ed-humidity-can-aid-in-the-fight-against-covid-19/
Lowen, A., Mubareka, S., Steel, J., & Palese, P. (19 de Octubre de 2007). Influenza Virus Transmission Is Dependent on Relative Humidity and Temperature. Plos Pathogens. doi:https://doi.org/10.1371/journal.ppat.0030151
Marr, L., Miller, S., Prather, K., Haas, C., Bahnfleth, W., Corsi, R., . . . Jimenez, J. (9 de Diciembre de 2020). FAQs on Protecting Yourself from Aerosol Transmission. Obtenido de https://docs.google.com/document/d/e/2PACX-1vTgVkamic82Ux90zCWb5NFC6gYcDSWKYxKgh2y49uHQ5OJfGBAuQXs8igbmOaGqODI9wJ0UUnpo1dZu/pub#h.guml01vbysm4
Matson, M., Yinda, C., Seifert, S., Bushmaker, T., Fischer, R., van Doremalen, N., & Munster, V. (2020). Effect of Environmental Conditions on SARS-CoV-2 Stability in Human Nasal Mucus and Sputum. Emerging Infectious Diseases, 26(9). doi:https://doi.org/10.3201/eid2609.202267.
Noticias ONU. (2 de Noviembre de 2020). La humedad afecta la posibilidad de contagio de COVID-19, explica la OMS. Obtenido de https://news.un.org/es/story/2020/11/1483412
Wang, J., Tang, K., Feng, K., Lin, X., Lv, W., Chen, K., & Wang, F. (2021). Impact of temperature and relative humidity on the transmission of COVID-19: a modelling study in China and the United States. BMJ Open. Obtenido de https://bmjopen.bmj.com/content/11/2/e043863