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 2706-5421

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La importancia de la letalidad de la infección por COVID-19

La letalidad de la infección (IRF) es una medida que muestra cuánto debemos preocuparnos por una enfermedad y nos indica la fracción de la población que fallecen si se infectan. La fórmula para su cálculo es: 

Según el Gobierno de El Salvador el total de personas fallecidas al 21 de febrero de 2021 es 1,807 y el total de personas infectadas es 59,235; al sustituir los datos en la ecuación anterior obtenemos que el índice de letalidad de infección es de 0.0305, es decir 30 personas de cada 1,000 infectados fallecen a causa de la enfermedad; entonces por cada muerte debe haber 1/IFR = 33 personas infectadas. 

La letalidad de la infección varía en cada región y depende de muchos factores: alimentación, la estructura de la edad de la población, población con enfermedades crónicas, entre otros. Para comparar la letalidad de infección entre El Salvador y los demás países centroamericanos, utilizamos los datos reportados al 21 de febrero de 2021 del sitio web www.worldometers.info (ver ilustración 1). 

En la tabla 1 se resumen los resultados obtenidos luego de realizar los cálculos. Al observar los datos podemos afirmar que Guatemala y El Salvador son los países donde el COVID-19 es más letal.

Ahora bien, el factor más importante que define el curso de la pandemia en un país es el número reproductivo básico (R0). En la tabla 2 se muestra la importancia que tiene la relación del R0 con la proporción de personas que se espera se infecten durante el desarrollo de la pandemia. (Hernández-Suárez y Murillos-Zamora, 2020, p. 14). 

Con la información de la tabla anterior es posible proyectar el grado de avance de la pandemia en función de la cantidad esperada de personas infectadas por medio del siguiente cálculo: 

  1. La población del país es aproximadamente 6.5 millones de habitantes y si suponemos que el R0 en el país es de 1.5 el porcentaje esperado de las personas infectadas es 58.3%, es decir 6,500,000 x 0.583 = 3,789,500 infectadas. 
  2. Por tanto, el grado de avance = 

Bajo este enfoqué nos encontramos muy lejos de que la pandemia termine en el país. De aquí la importancia de seguir utilizando las medidas de bioseguridad y distanciamiento social, de vacunarse ya que todas estas medidas tienen como finalidad bajar el R0 y por tanto el grado de avance subiría significativamente. 

En otras palabras, si baja el R0 la cantidad esperada de infectados baja y, por consiguiente, estaríamos más cerca del fin de la pandemia. 

Un segundo enfoque para calcular el grado de avance de la pandemia es analizar el cociente entre el número de muertes acumulados y los casos confirmados acumulados.  Según Hernández-Suárez se debe vigilar este cociente y evaluar si se encuentra en alza o en la baja. En el gráfico uno se puede observar la evolución de este parámetro desde el inicio de la pandemia en el país. Aparentemente desde el mes de septiembre de 2020 el cociente se mantiene constante. Sin embargo, en el gráfico dos se puede observar que el cociente se encuentra en alza y esto se debe a que el R0 ha incrementado y por tanto ha habido un incremento en los contagios. Estos gráficos nos confirman que el fin de la pandemia está lejos, en caso contrario deberíamos de ver que el cociente va a la baja en varios tramos del gráfico.  

Bibliografía

Hernández-Suárez, C.& Murillo-Zamora, E. (2020). La pandemia para tomadores de decisiones. México: Puerta Abierta Editores. 

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