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Jenny Lozano

Jenny Lozano

Coordinadora de UFG - Editores.

La red de editoriales dominada por mujeres que da visibilidad a la ciencia hecha en El Salvador

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En un país como El Salvador, en el que la educación es un desafío, hay un esfuerzo liderado en su mayoría por mujeres -12 de 14 editores son mujeres- que trabajan en las editoriales de las universidades más importantes del país, quienes están creando una red para dar visibilidad a la producción académica salvadoreña.

“La red de editoriales académicas científicas de El Salvador es importante porque está aglutinando a muchas instituciones con puntos en común y que tienen como fin mejorar los procesos editoriales y contribuir a que El Salvador aparezca en el mapa académico; porque sí realizamos trabajos científicos que se publican y cada día estamos tratando de que estos procesos mejoren ya que no solo beneficiaría al investigador o a la institución sino también al país”, asegura Norma Hernández, coordinadora de la red y directora de Publicaciones de la Universidad Evangélica de El Salvador. 

En el país es un gran reto publicar y también lo es editar materiales de calidad; y aún más complejo es posicionar toda esta producción nacional en el escenario latinoamericano de las publicaciones académicas; un espacio que ha estado tradicionalmente reservado para países como Brasil, México, Colombia, Argentina, Chile y Venezuela, con años de experiencia en materia de revistas científicas. Costa Rica lidera la lista en la región centroamericana.

El estudio Evolución de la producción científica en El Salvador, 2016-2018 elaborado por el Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación (ICTI) de la Universidad Francisco Gavidia destaca que en el año 2017 se publicaron 14 revistas en el área de ciencias exactas y naturales; 42 de ingeniería y tecnología; y 23 sobre ciencias médicas. No es una sorpresa que sean las revistas de ciencias sociales las que predominan.

En cuanto a los libros publicados en el 2017, el mismo estudio indica que 54 abordaban temas de ciencias sociales; 20 títulos estuvieron vinculados a tecnología e ingeniería; y 17 trataban sobre ciencias agrícolas.

Para posicionar a El Salvador en el mapa regional de publicaciones, se hace necesario indexar o incorporar las revistas académicas en plataformas internacionales de consulta como Latindex, Scielo, DOAJ y otras. Llegar allí no es tan sencillo como parece, requiere cumplir una serie de pasos y en este sentido, la red de las editoriales académicas salvadoreñas ha venido trabajando en un modelo colaborativo para cumplir todos los requisitos necesarios y ubicar al país en ese mapa.

“Existen revistas académicas y científicas con mayor trayectoria y existen otras más recientes. Cada una con sus fortalezas y debilidades. Es por ello que creo que la red es un magnífico espacio para el intercambio y apoyo entre editores, para subir los estándares de nuestra producción científica como país, esa es la razón por lo cual, al ser invitada a formar parte de esta Red, acepté sin titubear”, afirma la M.Sc. Johanna Segovia, del Comité Editorial y Científico de la Revista Comunicaciones Científicas y Tecnológicas de la Universidad de El Salvador.

En este camino y con el apoyo de la cooperación inglesa, a través de la organización INASP, un nutrido grupo de revistas salvadoreñas está en una página de indexación centroamericana llamada CAMJOL. A esa página llegan lectores de todo el mundo y al revisar sus estadísticas, se puede observar que en México están la mayoría de lectores de las revistas académicas salvadoreñas; seguidos por lectores colombianos; ecuatorianos, españoles y peruanos.

Entre enero y noviembre de 2018, las tres revistas salvadoreñas con más descargas de artículos, alcanzaron las 170 mil descargas de PDF. Al sumar esta cifra a las del resto de revistas nacionales indexadas, las descargas superaron las 200 mil; es decir, casi 20 mil por mes; lo que indica el interés de estos lectores, principalmente extranjeros, en la producción de científicos salvadoreños. Las revistas son: Realidad de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, Policía y Seguridad Pública y Realidad y Reflexión de la Universidad Francisco Gavidia.

Si se habla de otros indexadores, aún hay rezago y no por falta de interés de los lectores; el país aún necesita dar un salto para ubicar los artículos de académicos nacionales en esas plataformas. En este sentido, El Salvador todavía tiene tarea pendiente. Apenas hay 73 revistas en Latindex, menos de la mitad de las existentes; y en otras plataformas destacadas como DOAJ solo hay tres revistas salvadoreñas; en la Red Iberoamericana de Innovación y Conocimiento Científico solo hay cinco y todavía falta estructurar ScieLo, capítulo El Salvador, para poder agregar contenido nacional.

“La edición de revistas científicas no posee una escuela como tal en El Salvador, muchos de los editores de estas instancias pertenecen a una diversidad de carreras y se han ido especializando con esfuerzos propios ante tal desafío”, explica Segovia.

“La abundante representación femenina en la red de editoriales académicas de El Salvador indica que somos las mujeres las más interesadas en hacer crecer este espacio de reproducción científica en nuestras instituciones y que somos conscientes de que debemos coordinarnos, apoyarnos y capacitarnos para lograr esta meta”, señala la investigadora.

Aunque está naciente, la red tiene aspiraciones altas y se está estructurando para que sean cada vez más personas en todo el mundo las que conozcan la ciencia hecha en El Salvador.