Número ISSN |
 2706-5421

Fútbol El Salvador
Picture of Mario Alfredo Cantarero

Mario Alfredo Cantarero

La Selecta, espejo del fútbol salvadoreño

Hugo Pérez fue separado de la Selección Mayor de Fútbol este lunes 11 de septiembre al mediodía. Después de la derrota ante Trinidad y Tobago (2 – 3), al ahora ex entrenador le llovieron críticas. Al revisar todos los factores constitutivos de la situación crítica de nuestro fútbol, se percibe que el problema es más complejo de lo que parece.

La selección nacional de fútbol es un espejo de la realidad futbolística del país. Hay diversos factores que convergen para configurar un escenario donde el desarrollo de futbolistas y la organización de la liga mayor enfrentan obstáculos significativos. Hay por lo menos cinco áreas fundamentales que afectan el progreso y el éxito del fútbol nacional, en donde se abren oportunidades para la mejora, si todos los actores que intervienen se involucran activamente, por el bien del país y de los ciudadanos que disfrutamos del mejor deporte del mundo.

1. Deficiencias en la formación de futbolistas

La carencia de un sistema de formación integral para futbolistas en todas las categorías es un punto crucial. El ejército de entrenadores competentes y experimentados se reduce al número de dedos de una mano. Los programas de actualización técnica para entrenadores son limitados. El sistema educativo para futbolistas de alto rendimiento es prácticamente inexistente. La selección de jugadores se reduce a las visorias y recomendaciones de los compadres de los ricachones del pueblo.

Existen esfuerzos loables, como Academia Alianza FC, La Academia de Fútbol del Salvador (FESA), Academia Chelona, Escuela de Fútbol Monarcas, Academia del CD FAS, Academia Blue Soccer, Academia Walter Claverí, Academia C.D. Águila, Academia del CD Santa Tecla, entre las más destacadas. Todas con el propósito de formar jugadores con habilidades técnicas y tácticas avanzadas. Estas escuelas hacen un admirable esfuerzo; pero son insuficientes y desintegradas de las instancias oficiales que hacen funcionar el fútbol.

Para estar a la altura del desarrollo futbolístico moderno y competitivo, es vital implementar un enfoque sistémico que brinde a los jóvenes jugadores no solo habilidades técnicas, sino también una base teórica sólida, una moralidad fuerte y una actitud competitiva. Esto requiere una inversión constante y una visión a largo plazo, fundamentado en la organización eficiente, robusta e inclusiva, conformada activamente por todos los sectores de interés, el gobierno central, el gobierno local, la empresa privada, el sistema educativo y por supuesto la familia.

2. Desafíos en la organización de la LMF

La liga mayor, columna vertebral de la competencia local, a menudo padece de una organización débil. La influencia de los compadrazgos personales en la dinámica de selección y contratación de jugadores, cuya estructura es deficiente, orientada a las decisiones más con una perspectiva de cacicazgo que un enfoque profesional.

El sistema de contrataciones de los jugadores y su salario es bastante indigno, en una estructura bastante exclusiva para los propietarios de los equipos, en todo lo que se refiere hasta en la duración de los campeonatos. Las decisiones de cómo se juega un torneo pasan por los dueños de los equipos o sus representantes. Ellos deciden los tiempos de duración con base a modelos preestablecidos que son validados por sus ligas, revalidados en la FESFUT y convalidados por la CONCACAF y, por tanto, la FIFA.

Para elevar el nivel de competencia y desempeño, es necesario establecer criterios claros y transparentes en la administración de la liga. El profesionalismo debe prevalecer por encima de las conexiones personales, en búsqueda de una dinámica equitativa, calidad en los jugadores y una justa paga por el trabajo de los jugadores.

3. Insuficiencias en la infraestructura deportiva

Las condiciones precarias de las infraestructuras deportivas representan un obstáculo significativo en el desarrollo del fútbol nacional. Hay pocas chanchas. La mayoría de las existentes tiene muchas carencias (vestuarios inadecuados, baños sucios y equipamiento apolillado) que afectan negativamente tanto el rendimiento de los jugadores como la experiencia de los aficionados. La inversión en infraestructura deportiva no solo es esencial para el crecimiento del deporte, sino que contribuye a identificar y fomentar talento en regiones menos favorecidas.

4. El funcionamiento del periodismo deportivo

En el análisis de la situación de la selección nacional de fútbol, un aspecto que no puede pasarse por alto, es el papel desempeñado por el periodismo deportivo. Es el sector responsable de investigar, describir e interpretar la dinámica del deporte en El Salvador, para proveer información validada a los sectores responsables del deporte, para que decidan las rutas y las perspectivas más conveniente.

A lo largo de décadas, ha surgido una tendencia preocupante en este campo, en la que la discusión de los problemas se centra de manera superficial en el entrenador de turno como único responsable de los triunfos o las derrotas. Esta narrativa, aunque recurrente, no hace justicia a la complejidad del entorno futbolístico; se fundamenta en percepciones simplistas sobre la actualidad deportiva.

Es innegable que la figura del entrenador es esencial en el desarrollo y el rendimiento de cualquier equipo de fútbol, incluyendo la selección nacional. Sin embargo, el enfoque constante es responsabilizar única y exclusivamente al entrenador por los resultados negativos, es una simplificación que oscurece una realidad mucho más compleja.

Es lamentable que algunos periodistas, en lugar de profundizar en el análisis de las múltiples variables que conforman el entramado del fútbol nacional, opten por demandar la destitución del entrenador como si fuera la solución mágica a todos los problemas.

5. Análisis limitado y abordaje simplista

Los análisis superficiales y limitados del periodismo deportivo pueden ser perjudiciales para la comprensión verdadera de las dinámicas que afectan al fútbol nacional. Culpar exclusivamente al entrenador de turno por las derrotas es ignorar factores estructurales y sistémicos, como las deficiencias en la formación de futbolistas, la organización de la liga mayor y la falta de infraestructura adecuada.

Esta narrativa simplista no solo distorsiona la realidad, sino que también contribuye a perpetuar un ciclo de ineficacia y estancamiento.

Para lograr un entendimiento completo y preciso de la situación de la selección nacional de fútbol, es crucial que el periodismo deportivo evite caer en la trampa de la superficialidad. Los periodistas tienen la responsabilidad de explorar y presentar todas las facetas del problema, considerando tanto los factores internos como los externos que influyen en el desempeño del equipo. Es necesario dejar de lado la búsqueda de notoriedad efímera y en su lugar, contribuir a una discusión enriquecedora que fomente la comprensión profunda y la mejora real del fútbol nacional.

6.     Fútbol, una actividad de interés nacional, para una política pública

Desde la perspectiva de una política pública, el fútbol tiene una gran influencia en la sociedad; en nuestro país, se trata de un deporte popular que atrae a miles de personas en todo El Salvador, y, además, comunicacional y culturalmente, este deporte tiene un impacto significativo en la identidad nacional y en la construcción de una comunidad. En el caso de nuestra selecta, tiene el poder de integrar a los ciudadanos, a pesar de sus diferencias políticas.

En este sentido, el Estado por su naturaleza se constituye en un ente de alta significación para el progreso del fútbol en El Salvador.  

Ofrece la posibilidad de brindar oportunidades de desarrollo a través de una política pública específica. Significa que el Estado puede implementar programas y proyectos que impulsen el talento local y que permitan a los jóvenes futbolistas salvadoreños alcanzar su máximo potencial.

Además, el Estado puede invertir en la creación y mejora de infraestructuras deportivas, como estadios y centros de entrenamiento; esto, sin duda, puede contribuir al desarrollo del fútbol en el país, como ha ocurrido en España, Estados Unidos y Panamá, entre otros.  Igualmente, la entidad estatal tiene la capacidad de promover la formación y capacitación de entrenadores y árbitros, lo que a su vez elevará la calidad del fútbol salvadoreño.

También, el Estado tiene la enorme capacidad de incidir en el fútbol en El Salvador, en el ámbito económico, en el sentido de impulsar la generación de empleo en el sector futbolero. El desarrollo del fútbol genera oportunidades laborales en diversas áreas, como entrenadores, administradores deportivos, personal de mantenimiento de infraestructuras, entre otros.

Desde la perspectiva comunicacional, en lo relativo a la imagen y reputación de nuestro fútbol y de la nación en el concierto internacional, el Estado tiene la capacidad de contribuir a mejorar la imagen del país en el ámbito internacional. Un fútbol competitivo y exitoso posibilita del turismo deportivo y atraer inversiones en el sector de los medios de comunicación.

7.    Para una conclusión favorable para el país

A manera de conclusión propositiva, el análisis de la selección nacional de fútbol revela una serie de desafíos interconectados que deben abordarse de manera integral. La formación de futbolistas, la organización de la liga mayor y la mejora de la infraestructura deportiva son áreas que requieren atención urgente y planificación a largo plazo.

Al invertir en estos aspectos, se puede sentar las bases para un futuro más prometedor en el ámbito futbolístico nacional, donde la excelencia y la profesionalidad sean los pilares sobre los que se fundamente el deporte rey en El Salvador.

De igual manera, el periodismo deportivo tiene la oportunidad y la responsabilidad de trascender las narrativas superficiales y simplistas en la evaluación de la selección nacional. Al abordar el problema de manera más holística y considerar todas las variables que componen el entorno futbolístico, se podrá contribuir significativamente a la identificación y la resolución de los desafíos reales que enfrenta nuestro fútbol, para iniciar la ruta de un fútbol competitivo.

El fútbol es un tema de gran interés nacional en El Salvador, y como tal, el Estado a través de sus instituciones tiene la responsabilidad de buscar incidir en su desarrollo. Una forma de hacerlo es a través de políticas públicas que fomenten y promuevan el crecimiento y fortalecimiento del fútbol en el país.
En esta perspectiva, la función del Estado en bien del desarrollo del fútbol en El Salvador, a través de la formulación y concreción de políticas públicas específicas puede brindar oportunidades de desarrollo en diferentes ámbitos de la vida nacional, permite mejorar la calidad del fútbol, generar empleos y promover la imagen y reputación del país en el ámbito internacional. Es importante que el estado se comprometa y tome las medidas necesarias para fomentar el progreso profesional del fútbol en el país.
 

Comparte disruptiva