Óscar Picardo
La verdad detrás del COVID-19…
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El virus SARS-Cov2, la enfermedad Coronavirus y la pandemia de COVID–19 parecen representar la gran amenaza u oportunidad para muchos gobiernos a nivel mundial. Este fenómeno sanitario, complejo, versátil y difícil de entender, genera complicaciones gubernamentales y oportunidades para los opositores políticos. Es lamentable, pero es una gran verdad: La pandemia se ha instrumentalizado y politizado, alejándose de lo médico y acercándose a lo electoral y, este “uso político de la enfermedad”, está sucediendo en muchos países.
Las circunstancias de este fenómeno viral global han sido muy contradictorias; opiniones, percepciones y poca ciencia es lo que ha imperado. La gente sabe mucho y a la vez no sabe nada. Hay supuestos e hipótesis y poca evidencia científica en torno al origen, a la evolución clínica, al tratamiento farmacológico y al manejo epidémico. Las teorías conspirativas abundan, los pleitos anecdóticos de los médicos complican la situación mientras los políticos: confinan, implementan políticas de olfato y aprovechan para hacer negocios turbios. Mientras tanto un porcentaje de la gente se enferma y muere…
¿Un virus modificado genéticamente o evolución natural?, ¿usar mascarilla o no?, ¿trombosis o neumonía?, ¿hidroxicloroquina, Ibuprofeno o invermectina?, ¿cuarentenas de 15 o 30 días?, ¿muertos por COVID o por otras enfermedades recurrentes?, ¿OMS o los doctores locales?, ¿hospitales de campaña o construir nuevos hospitales?, ¿está aplanada la curva o sigue creciendo?, ¿confiamos o no en los datos oficiales?, ¿pruebas PCR, virales, anticuerpos o rápidas?, ¿hay inmunidad o no después del contagio?, ¿contagian más los sintomáticos o asintomáticos?, ¿contagio masivo total y rápido o el martillo y la danza?, ¿amonio cuaternario o alcohol de 90º?, ¿se necesitan o no ventiladores?, ¿cerramos todo o focalizamos?, ¿contagio por microgotas flugge o por partículas aeróbicas?, ¿plasma humano o de caballo?, ¿la vacuna de Oxford o la de China?, ¿es la tercera guerra mundial económica en base a un ataque viral? … ¿A quién le cree usted?, lo cierto es que sabemos mucho y a la vez no sabemos nada, esta es la realidad.
Pero la mayor certeza de esta pandemia es el uso y las consecuencias políticas; en efecto, algunos gobernantes se están desgastando por los malos resultados y otros aprovechan la ola epidémica para exhibir su desempeño. Hay ganadores y perdedores. Inclusive, los que parecieron ser los casos ejemplificantes, hoy están en graves problemas. Las circunstancias de Estados Unidos, Australia, Costa Rica, México, Brasil, Chile o El Salvador son un laboratorio muy político y poco epidemiológico de antología, en dónde observamos el duélico manejo de la pandemia a punta de discursos, decretos, insultos y en dónde reinan las mentiras y las contradicciones.
Pero eso no es todo, aquellos gobiernos “Tutela Patris” que intentan mantener el monopolio, control y centralidad en el manejo de la crisis se comienzan a ver amenazados por las iniciativas Federales, Departamentales, Municipales y Locales, que conocen mejor el terreno y que se han propuesto inventar soluciones, algunas muy bien diseñadas, otras, ocurrencias como los túneles de desinfección o aplicar cualquier químico a las llantas de los vehículos. La idea es atacar al enemigo invisible, cómo sea y cuándo sea, y que se note que se está haciendo algo. La pregunta de fondo es: ¿Hay interés sanitario, placebos o interés electoral?
Lamentablemente, el manejo de esta pandemia a escala global ha tenido un enfoque más político que técnico, científico o epidemiológico. Quienes toman decisiones no tienen idea lo que están haciendo, sólo repiten guiones y recetas, y van caminando al ritmo de prueba y error; y quienes deben ser consultados y asesorar están siendo ignorados mientras aprenden en silencio, cada vez más, de las estupideces y yerros sí, otra vez: mientras tanto mucha gente se enferma y muere.
La solución generalizada es “confinar” a las ciudades, en vez de “aislar” a los enfermos…; quince días, y otros quince días y, quince días más, pero ahora sí de verdad; y luego viene la segunda ola de contagios y los rebrotes, y nuevamente a apagar el país. Mientras el nanométrico virus sigue haciendo de las suyas y surgen nuevas teorías y soluciones…
Dicen que los que no conocen la historia están condenados a repetirla, y creo que en la historia ya ha habido epidemias y pandemias y, se supone, que tenemos más ciencia y tecnología que a finales del siglo XIX. Que costará leer las teorías de John Snow en el manejo de la epidemia de cólera de 1854, profundizar en las soluciones de la Gripe Española influenza virus A de 1818 o explorar los aportes epidémicos deterministas de Kermack y McKendrick de 1926. El problema es que más importante marketing político digital que la ciencia y, se invierte mucho más en una campaña electoral que en los presupuestos universitarios. Esta es otra gran verdad.
Hoy sabemos tanto del virus y de la pandemia y estamos tan “infoxicados” que no sabemos nada, no hay diálogo ni debate científico con evidencia en mano, sólo ocurrencias, supuestos, opiniones, percepciones. La pandemia avanza, la economía quiebra y la gente vive con miedo e incertidumbre.
En síntesis, la verdad sobre la pandemia de COVID–19 es la siguiente: 1) Se ha instrumentalizado la enfermedad de modo político y electoral; 2) Sabemos mucho y nada a la vez, no hay ciencia, sino percepciones, teorías falsas y especulación; 3) Se ha ignorado la historia y los antecedentes médicos y epidemiológicos. Esta es la gran verdad de la que no dudamos.