¿Medusas para el almuerzo?

La pesca de medusas está dirigida para la industria de alimentos, y a menor escala, para la industria de la farmacia y medicina, la agricultura (en fertilizantes y como alimento balanceado de ganado) y en la ciencia de los materiales.  

¡Sorpréndete! El primer registro de medusa como alimento para el ser humano, es de 1,046 en Asía. El consumo se asociaba a eventos especiales del estrato alto de la sociedad, con el tiempo ha sido popularizado en los mercados de China, Japón, Corea y otros países asiáticos. 

La demanda de medusa ha llevado a establecer pesquerías en India, Israel, Turquía, Irán, Paquistán, y recientemente en Estados Unidos y México. Así mismo, algunas regiones de Europa y Sur América han sido exploradas o se están estudiando de manera intermitente para evaluar este recurso. 

¿Y los otros países de Latinoamérica qué? Se tiene difícil acceso a las estadísticas pesqueras de medusas, con excepción de México. Los países que registran capturas son Honduras, Guatemala, Nicaragua, Panamá, Colombia, Ecuador, Perú y Chile. El caso de Argentina y Uruguay, aunque muestran potencial, se necesita financiamiento para dar inicio a su pesquería.  

Dentro del grupo de medusas que se pescan, el orden Rhizostomeae representa a la mayoría, esto es por el tamaño de sus campanas, la rigidez y turgencia de sus tejidos, así como su mayor contenido proteico en relación con las demás especies, especialmente colágeno. En general, estas medusas por sus hábitos alimenticios presentan baja toxicidad. Todas estas características permiten obtener un producto con valor comercial. 

Las técnicas de captura dependen de las especies y las características particulares de cada área de pesca, por ejemplo en algunas zonas de México se utilizan lumpes (por la abundancia y agregación), en Panamá se pesca en desembocaduras con una red de uso manual (como arrastre). En Ecuador se utilizan artes pasivos como redes en pliegues (capturado en cambio de mareas). Todas las pesquerías de medusas en el mundo son a escala artesanal, con embarcaciones pequeñas y redes acordes a ellas. 

El procesamiento de las medusas es también artesanal, primero se realiza el despiñonado o eviscerado, donde separan los brazos orales de campanas, estos se lavan y en algunos casos se cloran para uniformar color y aumentar su valor. Luego se deshidratan por separado en la etapa de salado y se le coloca alumbre para reducir el pH (el cual se asocia en una rápida descomposición bacteriana), así como para conseguir la textura que buscan los compradores. En general, la calidad del producto suele depender de la elasticidad, color, textura y tamaño. 

Las medusas no suelen consumirse solas, sino en woks, ensaladas, sopas y otros. Pero hay que tener en mente, que si bien parecen ser alternativas alimenticias con alto valor proteico, las pesquerías deben ser responsables y basadas en conocimiento. En el caso de las medusas necesitamos saber patrones de distribución de la biomasa, y sus variaciones en el espacio y tiempo, relaciones entre su distribución y el ambiente, ciclos de vida, tasas de producción y roles ecológicos. Así como mejorar las estadísticas oficiales y la identificación de las especies para valorar estrategias de manejo, y que no se dé una sobreexplotación. 

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