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Mensajes de los electores 2021: Castigo, agradecimiento y confianza condicionada

Al reflexionar los resultados electorales preliminares (más del 95% escrutados)desde la perspectiva de la comunicación política, encontramos una serie de mensajes que la población votante comunica a los institutos políticoscon el reconocimiento de su experiencia como ciudadanos situados y expertos en el diario vivir, sin entrar en leguleyadas de sabiondos y sin interpretar con el hígado científico. 

Los mensajes del electorado se enmarcan en el contexto de la primera administración del partido Nuevas Ideas, y, sin duda, motivada por las acciones políticas realizadas por el presidente de la República de El Salvador y con base a los antecedentes de cada uno de los partidos que conforman la oposición y sus respectivas acciones cuando laboraron en la Asamblea Legislativa.  

Desde la perspectiva vivencial de los votantes, sus opciones de voto y las interpretaciones que los llevaron a decidirse por candidatos y partidos, están íntimamente relacionados con el contexto sociopolítico de la nación, su situación personal como parte de un grupo social y desde la afectación positiva o negativa de las acciones políticas del gobierno durante toda su administración, o desde las acciones políticas de los partidos de oposición, en una dinámica política cuya correlación favoreció siempre y en todos los ámbitos políticos a  Nuevas Ideas. 
 
Este fenómeno político inédito llamado Nayib Bukele, en segunda ocasión, ha dejado perplejo a propios y extraños. No obstante, la culpa del rompimiento de los cánones y la lógica de los políticos se la atribuyen a la ignorancia, al pensamiento simplista de la mayoría de los ciudadanos y la campaña mediática persuasiva del mandatario actual. Creo que más allá de su ignorancia y de sus limitaciones en el análisis dialéctico, la población tomó una decisión que no sólo expresa la posición de los tuiteros, sino de los diferentes grupos etarios de la población. Los resultados representan el consenso de la mayoría de los ciudadanos que votaron. De los que no votaron, pues en otra oportunidad plantearemos los paradigmas que sostienen su actitud de aversión a las elecciones y al sistema político.  
 
En este contexto, los mensajes del electorado del 28 de febrero son los siguientes: 
 

  • Aprecia y reconoce las acciones políticas que impactan en la vida de los ciudadanos. El apoyo o la desaprobación de la población hacia el partido político en el gobierno hacia la oposición no depende de cuánta publicidad se paga y se pauta, o cuan profesional sea la pieza de comunicación audiovisual, sino el beneficio que obtengan de las acciones y de la confianza que generen los institutos políticos.   

El presidente de la república tiene una imagen/reputación dibujada en los cargos anteriores como alcalde (de Nuevo Cuscatlán y de San Salvador) y ahora durante los 20 meses como presidentecon pandemia por COVID-19, la que sin duda tuvo que aprovechar para sacar ventaja política y electoral.  

El presidente Bukele, ni lento ni perezoso, aprovechó electoralmente el contexto de zozobra y psicosis, generado por el temor de una situación imprevista y novedosa en una condición de precariedad económica de la mayoría de la población más frágil. 
 
La entrega de los $300.00 y los tres sacos de víveres hicieron magia en el corazón de la población. Las visiones inmediatistas de los salvadoreños sin mucha ilustración en actitud de agradecimiento al mandatario le responden con su voto de confianza, por la empatía de su presidente. Por esto la reputación del mandatario y por sus acciones populistas, la población votante lo gratifica con un voto de agradecimiento. Por eso el tsunami electoral que arrasó con la estructura de una democracia, sostenida por dos partidos con tremenda imagen de inmoralidad e incompetencia política. 
 

  • Partidos arrasados por sus inmoralidades y distanciamientos sociales. Durante 30 años, ambos partidos se alternaron en el poder, y su estancia en él no se tradujo en dividendos para la población salvadoreña. En las cuatro administraciones de Arena y las dos del FMLNen cada uno de los momentosla gente afincó sus esperanzas de verse reconocidos y favorecidos por ambos partidos; pero en el volumen de sus acciones favorecieron los bolsillos de sus funcionarios y de los grupos que representan. Los ciudadanos siempre fueron la excusa para aprovecharse del poder otorgado electoralmente. 

 
En las últimas tres elecciones para diputados, los votantes enviaron grandes mensajes de llamados de atención; pero no quisieron entender el mensaje popular. En el 2018, la población reprobó con mayor intensidad al FMLN. Salieron “quebrados por su incompetencia a la hora de entender lo que pasaba en el país y por la manera ineficaz de abordar los problemas más sentidos de la población, como la difícil situación económica, la inseguridad ciudadana y los ineficientes servicios públicos. 

 
En otras palabras, por las inefectivas medidas en los órdenes económicos, social y de relaciones internacionales, la imagen política del FMLN se desdibujó cuando varios de sus líderes aparecieron involucrados en sendos escándalos en los medios de comunicación masiva, esencialmente por corrupción y nepotismo descarado. 

 
No alcanzaron a comprender y ni quisieron reconocer su culpa, ni tampoco cambiaron de perspectiva política ni de funcionarios; todo lo contrario, disimularon todos los hechos y las acciones de corrupción, protegieron a sus funcionarios, para que no ser acusados y responsabilizados judicialmente como desfalcadores del estado. 

 
En el caso de Arena, en 2018, recibe de la población electoral un voto de confianza o un chance más, para que sus análisis y propuestas tengan mayor peso en la correlación de fuerzas políticas, en la Asamblea Legislativa. Pero no pasaron la prueba con su desempeñono aprendieron la lección. Se distanciaron de la población y entraron al juego de la confrontación dirigido por el presidente Bukele; siguieron cometiendo errores como cerrarse al cambio de visión políticaal cambio de las marchas belicosas por otras menos anacrónicas, a la apertura de paradigmas más modernos, con la creación de propuestas estratégicas en favor de toda la población, en los órdenes económicos, sociales, políticos y culturales. 
 

  • Los ciudadanos dan plena confianza al partido oficial; pero con el mandato debe ser responsabletolerante e inclusivo. La ciudadanía votante no ha dado un cheque en blanco al presidente Bukele de manera arbitraria, vengativa y envalentonada. No se trata de un voto para despotricar a la institucionalidad, a partir de criterios arbitrarios y sin fundamento científico. Sin lugar a duda, le ha delegado el poderpara que lo administre en favor de la ciudanía en su totalidad: niños, jóvenes, viejos, mujeres, hombres, empresarios, estudiantes, campesinos, citadinos, ganaderos, caficultores, entre otros. El mandato es que trabaje por resolver los graves problemas de la población en general, agobiado por las inclemencias de la sindemia del Covid-19 y de la inercia de la economía. Le quitó las excusas, ya no hay espacios ni en la realidad ni en el discurso para incluir a “los mismos de siempre”. Debe dedicarse a diagnosticar, proyectar, realizar y evaluar planes y programas de impacto estratégico con transparencia, en favor de todos los salvadoreños.  

 
Este acto de confianza popular en el mandatario no es para seguir confrontando, con un discurso agresivo y una actitud de venganza. De acuerdo con la lógica de la población, que siempre dio equilibrio de fuerzas en la Asamblea Legislativa, ahora le da un abanico de posibilidades de poder para crear condiciones favorables para el desarrollo humano. Se trata de las facultades para que piense estratégicamente, haga propuestas para todos los sectores, resuelva problemas nacionales, para que negocie y favorezca a todos los ciudadanos. El discurso confrontativo y populista, mesiánico y una actitud de irrespeto a las normas democráticas, deben dar lugar aconsenso nacional, para que sus análisis dejen de ser falaces, sino un discurso fundamentado en los hechos.  

 
En el fondo, la gente está aburrida de discursos sin contenido real, factible y demostrable. El impacto de las políticas no se mide por el populismo de las láminas y los promocionales, sino por el beneficio que otorgan al desarrollo humano y en favor de todos los sectores de la población. 
 

  • En favor de políticas públicas serias de largo plazo. La población votante requiere de políticas públicas consensuadas e incluyentes que vinculen al estado, la comunidad y la empresa privada. No quiere que se siga el modelo nocivo de polarización, que tanto daño hace al desarrollo de este país. Los problemas del país no se solventan sólo con las genialidades y simplezas de un partido político populistacon un favoritismo exclusivo para el grupo económico y social que lo financia. La población requiere debate, consensos e inclusión de todos los sectores involucrados. El blabla, bla” no le interesa a los ciudadanos, lo que gana su credibilidad son las acciones que lo favorece y la moralidad de las personas. En cada caso, prioriza. 
     
  • La otra mitad de ciudadanos sigue con desconfianza y aversión al sistema. En esta elección acudieron muchos; sobrepasan el 50% de la población con la capacidad de voto los ciudadanos adversos y displicentes siguen, desde hace muchísimos años, desesperanzados y sin confianza por el sistema político actual. Incluso se resiente porque ni siguiera se toma en cuenta su opción política en los cálculos estadísticos para la designación de concejos municipales y diputaciones. 
     
  • Los votantes seguirán con muchas expectativas los acontecimientos. Es tiempo de analizar, negociar, integrar y realizar acciones cada vez más monumentales, en favor de todos los salvadoreños. La población votante ha demostrado que no está de acuerdo con la polarización, por eso se deshace de la representación de aquellos partidos corruptos, corruptibles y corruptores que han dificultado las acciones del gobierno. Pero eso no indica que tiene vía libre, para realizar acciones políticas que vayan en detrimento de la moralidad, de la transparencia en las inversiones públicas y del desarrollo de la población más frágil.   
     

En este sentido, el presidente debe responder con una actitud tolerante, proactiva, asertiva, en defensa y en favor de la mayoría de los sectores. No caben más locuras en este mandato. Pero, en este agradecimiento por los sacos y los billetes, la gente le da su voto, pero si no hace nada y sigue con la violencia verbal y responsabilizando a otros a los “mismos de siempre”, y si cambia o altera las reglas de juego democrático arbitrariamente, le cobrarán la factura y pondrán a Juan de los Palotes como presidente. 

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