Óscar Picardo
Mentes diferentes, aprendizajes diferentes…
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- , Ciencia, Educación, Neurociencia
Mel Levine, PhD graduado de Harvard University, obtuvo una beca Rhodes y culminó sus estudios en Oxford; como Pediatra dirigió el Clinical Center for the Study of Development and Learning y enseñó en la Facultad de Medicina de la Universidad de Carolina del Norte, luego fundó “All Kind of Mind”. En 2003 leí su libro “Mentes Diferentes, aprendizajes diferentes” una obra pedagógica sin precedentes, sustentada en la experiencia de sus pacientes. Levine creo que supera a Howard Gardner; lamentablemente, su vida tuvo un trágico final.
El modelo de Levine se sustenta en los “Constructos neuroevolutivos” y en sus ocho sistemas: 1) Atención (administrador); 2) Memoria; 3) Lingüística; 4) Espacial; 5) Secuencia; 6) Motor; 7) Sistema superior; y 8) Pensamiento social. En este contexto, hacer educación de modo genuino y con cualquier tipo de estudiante –incluyendo chicos especiales o excepcionales- implica ayudarles a fortalecer su sistema de atención, suplir la carencia de controles, corregir las distracciones e impulsividad, descubrir los estímulos de cada quién, superar las condiciones imprevisibles, fomentar la creatividad y resolver, en general, problemas de comunicación. Para Levine cada estudiante tiene una inteligencia diferente que demanda formas de aprender diferentes.
Desde esta lógica, en el nuevo Instituto de Investigación para el Aprendizaje hemos creado un conjunto de premisas para ayudar a niños, familias y colegios que se enfrentan a problemas para aprender, sean estos casos clásicos de déficit atencionales, espectro autista u otro tipo de problemas (dislalia, disfasia, síndrome de down, asperger, rett, tourette, deficiencias sensoriales y motóricas, trastornos, psicosis y neurosis, hiperactividad, niños con altas capacidades (Terman, Binet, Renzulli), niños en riesgos diversos (adicciones, bullying), dislexia, desórdenes diversos o dificultades).
En este contexto, “aprendizaje” es concebido como: La capacidad de construir soluciones para resolver los problemas de la vida, ser feliz y poder realizarse como ser humano. Estas capacidades integran conocimientos, emociones, habilidades y destrezas. Las soluciones representan la posibilidad de la creatividad humana para utilizar aspectos teóricos y prácticos, lo que implica conocer, comprender, aplicar, analizar, evaluar y crear. El aprendizaje es la experiencia que mejor describe al ser humano como tal, que lo define y configura; y en donde define su devenir. Aprender es justamente construir nuestro yo y entender a los otros. Aprender es imitar, jugar y resolver. Cada ser humano tiene una inteligencia con identidad particular, que surge de aspectos genéticos y se desarrolla en base a las experiencias del ethos (contexto familiar) en dónde se desenvuelve. Las inteligencias diversas, aventajadas o pausadas, visuales, espaciales, lógicas, lingüísticas, kinéticas, artísticas, existenciales, inter e intra personales (Gardner mod.), se deben estimular para descubrir quiénes somos, cómo somos y cómo podemos aprovechar mejor nuestro potencial. El aprendizaje se debe estudiar en base a métodos científicos de observación, registro, curva de desarrollo progresiva pediátrica, software, test psicométricos, busca ayudar a los niños y niñas a mejorar el aprendizaje. Aprender a ser, a hacer, a convivir y a conocer (Delors) requiere un acompañamiento pedagógico y didáctico empático y dialógico. No compare a su niño o niña con otros, cada uno tiene una mente diferente y demanda aprendizajes diferentes.
Las “disfunciones neuroevolutivas” que generan las equivocaciones, errores y problemas pueden tratarse científicamente; y para ello creamos una “Curva Progresiva Pediátrica de Aprendizaje” (CPPA); esta herramienta sitúa a cada caso y acompaña -así como los pediatras dirigen el crecimiento con talla y peso-. Para conocer más del IIA visite: http://www.iiasv.org