Susana Joma
Reactivan acceso a estadísticas educativas sin datos sobre deserción y repitencia escolar
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Con el inicio del 2024 el Ministerio de Educación (MINED) reactivó en su página de Internet el acceso a la sección de sus estadísticas, luego de seis meses de haberla inhabilitado “por mantenimiento”; pero en este momento solo presenta datos del 2023, y no incluye información de los años anteriores, los indicadores de deserción y repitencia escolar, entre otros que son claves para analizar los avances en este campo.
Los datos estadísticos educativos citados hoy bajo el Sistema de Información para la Gestión Educativa Salvadoreña (SIGES), tampoco muestran en estos días lo relacionado con la infraestructura escolar, disponibilidad de servicios básicos en las escuelas (agua, electricidad, sanitarios), acceso a computadoras e Internet, población estudiantil por sector (público y privado), y situación docente, como sí se detallaba en los informes de administraciones gubernamentales anteriores.
Llama la atención que el sitio de acceso a datos habilitado tenga como fecha el 12 de junio de 2023, la misma con la que permaneció estos meses con el mensaje “Esta sección se encuentra en mantenimiento”, como si nunca hubiera sido desactivado.
En este SIGES la cartera de Estado hace una disgregación de estudiantes por departamento, municipios incluso con un mapa interactivo; centros educativos, género y niveles de enseñanza, desde Educación inicial hasta Educación Media (bachillerato). No obstante, el sitio no cuenta aún con los datos relacionado a la Educación Superior.
Según la información estadística que se presenta, en 2023 hubo un total general de 1,278,795 estudiantes, de los cuales 1,239,052 asistieron al sistema regular, 36,824 a Modalidades Flexibles y 2,919 a educación especial.
Del total de estudiantes 874,927 corresponden a Educación Básica (1o, 2o. Y 3o. ciclo) y 175,649 a Educación Media (bachillerato).
Al ser consultado al respecto, el especialista educativo, Óscar Picardo, considera positivo que la institución haya vuelto a dar acceso a la información estadística; aunque a su criterio el acceso a esa data no debió inhabilitarse, pues con ello se incurrió en “una falta de seriedad técnica del ministerio”.
“En parte es bueno tener estadísticas. Lamentablemente no está el registro completo histórico, las series históricas, lo cual no permite hacer comparaciones y tampoco están las principales tasas, particularmente (de) deserción, repitencia, eficiencia, promoción, etc. Eso por un lado son las estadísticas de este año, de matrícula, de centros escolares; tampoco tenemos datos descriptivos de los centros escolares, como tenía el Observatorio, pero en términos generales es bueno tener algo sobre todo es muy bueno el plano de geolocalización escolar. Eso es positivo”, sostuvo Picardo, director del Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación (ICTI), de la Universidad Francisco Gavidia (UFG).
El también investigador, afirmó que los indicadores de deserción, repitencia, eficiencia y promoción escolar tienen que ver con el desempeño del sistema, hablan de cómo funciona y es importante considerarlo para el análisis, las investigaciones, etc.
El analista no es optimista de que el MINED pretenda enriquecer el sitio con las estadísticas educativas que faltan, porque según explica, con este gobierno, en los últimos años, casi no se ha accedido a información y al no haber trazabilidad (continuidad) no hay certeza de la confianza de estos datos, de dónde vienen, porque por ejemplo, lo normal es que se presente la matrícula del cierre de un año y del inicio del otro, lo cual permite ver la congruencia de los datos, y al cruzar con la deserción uno ve el encadenamiento estadístico de un año a otro.
¿Se podrá hacer análisis con la información limitada que presenta en la página? “El dato aislado del año no me sirve de mucho, algo se puede hacer, pero algo muy limitado, deberían (ingresar la información que falta)”, precisa.
Importancia de las estadísticas
Carlos Palomo, representante de la Asociación Transparencia, Contraloría Social y Datos abiertos (TRACODA), pone en relieve que “el acceso a estadísticas sobre las actividades estatales es un derecho que le asiste a toda persona, y esto es así porque al tener estas estadísticas uno puede evaluar políticas públicas, uno puede evaluar que tan bien está haciendo su trabajo el sistema educativo, que tan bien están haciendo su trabajo las autoridades, diferentes fenómenos sociales que puedan estarse dando”.
Palomo también considera que “cuando a la ciudadanía se le priva del acceso a esas estadísticas que le pertenecen por derecho, porque no son propiedad del Ministerio de Educación, ni del Estado, sino que son propiedad de la gente, se le está limitando por una parte el derecho al acceso a la información, y segundo, se les está impidiendo poder fiscalizar el trabajo que realiza el Ministerio de Educación, conocer sobre la situación educativo del país, el funcionamiento del sistema público educativo, entre otras cosas, se le está impidiendo tomar decisiones, involucrarse, participar”.
El especialista en data detalla que es importante que se pongan a disposición estadísticas históricas además de las de este año, esto para poder ver tendencias, cómo ha evolucionado el fenómeno, qué tanto hemos mejorado, qué tanto hemos empeorado, qué tanto hemos cambiado: “Se requiere el acceso a todo, bueno no solo a este año, ni siquiera solo al periodo presidencial actual, sino que se requiere desde el momento que se empezaron a generar”.
Aunque las razones que habrían mediado para que el MINED reactivara el acceso a la estadística educativa después de un largo tiempo se desconocen, Palomo no descarta que “de pronto pudo haber sido requisito de alguna agencia de cooperación”.
Desde TRACODA insiste en que, independientemente del porqué no han incluido mucha de la información, ya sea que se trate de error o haya sido una decisión deliberada reservarla, al hacerlo se continúa impidiendo o limitando el ejercicio del derecho cuando no se pone esa estadística a disposición.
Palomo coincide con Picardo en que al ver los antecedentes no se denota una actitud gubernamental de querer poner a disposición estadísticas y no solo en Educación sino en todas las actividades gubernamentales. Subraya que “de pronto da una impresión de que hay una animadversión a hacer públicos datos que permitan la fiscalización y ojalá se pudieran hacer públicas”.
El especialista en datos señala que el recabar y procesar información conlleva cierta dificultad, pero ya se está por finalizar el periodo presidencial 2019-2024, lo cual implica que ha habido tiempo suficiente para poner a disposición estadísticas, analizarlas, identificar los aciertos, las oportunidades de mejora y tomar decisiones.
“Definitivamente que hay ausencia de estadísticas en muchas cosas y específicamente en el área educativa que impiden tanto a la ciudadanía ejercer su derecho, y que también limita el análisis que pueda hacer otros sectores como la academia, por ejemplo, que son los llamados a utilizar estos insumos, a generar estrategias, a formular planes de acción para mejorar la educación, igual el sector público igual, pero si no se tienen difícilmente se puede hacer algo”, añade.