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Susana Joma y Marvin Díaz

Un Estado que le ha fallado a sus maestros

Muchos educadores del sector público han visto llegar el Día del Maestro, este 22 de junio, sin mucho que celebrar a nivel profesional y laboral, al menos eso es lo que advierten algunos gremiales de educadores.

“Totalmente desvalorados los compañeros maestros, ignorados por este gobierno”, fueron las palabras con que el profesor Daniel Rodríguez, secretario general del Simeduco, describió la situación en la que está inmerso el magisterio.

Uno de sus mayores desencantos es que este año no se concretó la mejora salarial como establece la Ley de la Carrera Docente, porque ni el presidente de la República, Nayib Bukele, ni el ministro de Educación, Mauricio Pineda, favorecieron un espacio de negociación y tampoco hicieron eco de las propuestas que les enviaron.

Para que 44,000 docentes del sistema educativo público pudieran gozar de ese aumento salarial, el gobierno debió incorporar los respectivos fondos en el Presupuesto General de la Nación de este año, pero eso no ocurrió; y aunque este 2023 más de un sindicato ha vuelto a hacer marchas demandando ese y otros beneficios tampoco han tenido éxito.

“La situación que más está agobiando a los maestros es el costo de la vida, el que no les alcance los salarios. Muchos maestros tenían esperanzas en el aumento salarial porque según la ley se deben revisar los salarios en un periodo no mayor a tres años y este gobierno les ha fallado a los maestros”, aseguró.

Rodríguez subraya que otro tema que agobia a los profesores es que el gobierno no haya hecho mejoras en las pensiones, puesto que muchos de los que están esperando retirarse, y de paso abrir espacio para que otros profesores trabajen, no pueden hacerlo puesto que con el monto actual de las pensiones no alcanzan a cubrir sus necesidades por el alto costo de la vida.

Sobre ese punto, docentes de Bases Magisteriales Salvadoreñas manifestaron su preocupación ante la publicación del Decreto 793 en el Diario Oficial, de fecha 18 de mayo de 2023. El decreto del Órgano Ejecutivo otorga un mes de salario, con un límite de $25,000, a empleados públicos jubilados y pensionados

Jorge Villega, secretario de Bases Magisteriales Salvadoreñas, mencionó que el decreto perjudicaría a docentes que decidan retirarse. El vocero explicó que los maestros tendrían hasta el 18 de noviembre de este año para presentar su renunciar ante el Ministerio de Educación; esto significaría una pérdida económica de alrededor de $2,000 para los docentes.

“Las y los pensionadas perderán 12 días de salario del mes de noviembre; tampoco cobrarán diciembre, y si no trabajan en diciembre, ellos pierden el aguinaldo y un bono de $117 que se les entrega a los docentes. Sí sumamos eso, cada maestro que este pensionado y se acoja al decreto pierde más de $2,000”, explicó Villega a Disruptiva.

Daniel Rodríguez, también director de un centro escolar, ubicado en la zona sur del departamento de San Salvador, no es el único que en estos días resienta la falta de entrega del incentivo económico, puesto que en los chats de redes sociales otros colegas hacen lo propio, e incluso dejan claro su descontento porque los cambios introducidos por el gobierno en el sistema educativo han hecho más burocráticos ciertos procesos y generado la acumulación de trabajo.

“Avances en el área laboral no ha habido. Las autoridades de Educación están convocando a los maestros a capacitarse los días sábados y no les dan el día compensatorio violando la Ley de Asuetos y Vacaciones”, sostiene.

En vísperas de la fecha dedicada e honrar el trabajo de hombres y mujeres que forman a los niños en las aulas, el dirigente del Simeduco señala el hecho de que el gobierno siga desembolsando con retraso los fondos que las escuelas necesitan para funcionar, aunque precisa que este año algunas ya han recibido un porcentaje esas cantidades no son suficientes ante las múltiples necesidades.

“A lo mejor han depositado una sexta parte (de los presupuestos de funcionamiento), porque en el caso de las escuelas que reciben $3,000 dólares les han depositado un poquito más de $500 dólares”, indica.

Aunque sigue viendo con buenos ojos que el Ministerio de Educación (MINED) haya entregado computadoras a docentes y estudiantes, asegura que los problemas de conectividad persisten y afecta el trabajo de ambas partes.

“El 100 por ciento (de alumnos) tiene sus equipos multimedia, computadoras y tabletas, pero no todos los estudiantes tienen acceso a internet; entonces no se pueden desarrollar los contenidos de una forma más creativa cuando se trata de usar la tecnología”, puntualiza.

Según el análisis del profesor, otro de los retos que hay para el sector es lograr que el gobierno reconozca el esfuerzo que hacen para seguirse preparando, con estudios universitarios a nivel de grado y postgrado. En ese sentido como gremial demandan que los colegas que alcanzan licenciaturas, maestrías y doctorados suban de nivel escalafonario sin sortear un examen como se estila.

Rodríguez dice que están conscientes sobre la necesidad de que haya cambios en materia de formación docente: “Para nosotros como Simeduco la formación de los compañeros maestros debe estar más focalizada, de acuerdo a las necesidades que se tengan en el Ministerio de Educación” y en el país.

Sus palabras tienen sentido ante el hecho de que muchos de los profesores graduados no encuentran trabajo, sobre todo porque toman carreras que ya están muy saturadas como las relacionadas con Estudios Sociales y Parvularia.

En afán de que se vean mejoras para los miembros del magisterio y el sistema educativo, desde el Simeduco se plantea que el gobierno debería de propiciar que los profesores graduados tanto de Estudios Sociales como de Parvularia puedan estudiar una segunda especialidad, para que puedan tener otras opciones laborales.

“Creemos que el Ministerio de Educación debe implementar un proceso de formación docente que permite que los maestros y maestras aspiren a otra especialidad, como lo hicieron en el periodo de Darlyn Meza, que estaba como ministra de Educación. Eso ayudó a un montón de maestros a que se especializaran, en una doble especialidad, y eso les permitió más oportunidades para obtener su plaza por Ley de Salario”, insistió.

El secretario general del Simeduco también puso sobre la mesa la necesidad de que se revise cómo se está aplicando la Ley Crecer Juntos, porque a la luz esta muchos docentes están siendo afectados injustamente por denuncias de acoso y abuso sexual de parte de padres de familia y estudiantes.

“La Ley crecer juntos está siendo demasiado agresiva y poniendo en bastante vulnerabilidad a los maestros. A esto hay que añadirle que el Ministerio de Educación está abusando de esta ley para afectar a muchos docentes por simples rumores. En el caso de los acosos sexuales hay muchos docentes que los han suspendido sin tipificarles la situación del acoso sexual”, sostuvo.

En este contexto de la nueva Ley Crecer Juntos agrega que hay directores que la están utilizando para dañar a compañeros que cuestionan medidas, pero que también muchos padres de familia y estudiantes se están aprovechando de ella para llegar a ofender a los maestros porque saben que automáticamente serán sancionados sin profundizar en la problemática.

Escuelas en abandono

El 8 de septiembre de 2022 el presidente Nayib Bukele dijo que mandaría a reparar, en un periodo de cinco años, las 5,150 escuelas públicas del país. Esta promesa, según docentes de Bases Magisteriales Salvadoreñas, no se ha cumplido, ya que no observan que las infraestructuras de los centros educativos en mal estado estén siendo reparados.

De igual manera, Jorge Villega hizo fuertes críticas por la falta y escasos alimentos en los centros escolares; por ejemplo: leche, azúcar, bebida fortificada y frijoles.  

«Se están entregando cantidades mínimas de leche y frijol. En los departamentos de San Vicente y La Paz, no se ha recibido ni tan sola una gota de leche, ni un solo frijol; las cantidades han disminuido y no alcanza la azúcar que entrega el Ministerio de Educación. Ese refrigerio escolar que algunos alumnos y alumnas reciben es deficiente».

Escuche el testimonio de una docente

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