Roberto Carbajal
Van Gogh inmersivo
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Cuando se nos dice ir a una galería o museo de arte, nos imaginamos pinturas, cuadros, retratos, paisajes y bocetos colgados en una pared para ser apreciados. Hoy en día, con la revolución digital, se puede crear un espacio donde se sobreponen obras de arte a través de imágenes en movimiento y crear un ambiente virtual como si estuviéramos ante una obra que cobra vida por medio de luces, colores y movimiento.
A El Salvador ha llegado una muestra que han dado en llamar “Van Gogh , sueño inmersivo” o “Imagine Van Gogh” que fue creada por Anabelle Mauger y Julien Baron para ser exhibida por primera vez en Paris en 2020. No se trata de un experimento en realidad virtual, ni del llamado metaverso, son una serie de imágenes a través de video mapping que se proyectan en las paredes, sobre el piso, en lienzos de gran tamaño con efectos espectaculares donde los cuadros del artista cobran vida.
Video, audio y luces son manipulados por personal técnico y con un buen número de proyectores y rayos láser, quienes hacen trabajar toda esta parafernalia desde la tecnología denominada “imagen total”. Ahí, el público, durante 30 minutos, puede entrar en las famosas obras del pintor neerlandés. Sentarse en su silla, ver los girasoles que vuelan, las estrellas resplandecientes, la inmensidad del cielo en la noche, todo esto crea un efecto visual atractivo y estimulante para el ojo; se trata de un espectáculo con buen toque de marketing para quienes no pueden presenciar los cuadros originales de Van Gogh. En cada país que se exhibe se adapta al lugar, en el caso de El Salvador, el espacio es insuficiente con respecto a la cantidad de personas que entran a la exhibición.
Entre el público se escuchan los «qué bonito se ve» , «son casi reales», «original», «lástima que muy poco tiempo dan» y, entre fotografías y juegos luminotécnicos, se sumergen en este sueño.
Vincent Van Gogh fue un pintor autodidacta, uno de los principales exponentes del post impresionismo. Tiene en su haber más de 2,000 obras, las cuales se exhiben en el museo de Ámsterdam que lleva su nombre, en el Orsay de Paris, y en el Moma de Nueva York. Su vida estuvo llena de problemas emocionales y luchó por que su trabajo fuera reconocido; el único cuadro del cual se tiene registró que vendió en vida fue “El viñedo rojo” y ahora sus obras de arte son los más cotizados que alcanzan los 125 millones de dólares. Su cuadro “Los girasoles” fue profanado recientemente por un grupo de ecologistas.
Por supuesto que “Imagine Van Gogh, sueño inmersivo” es un entretenimiento muy bien producido, sin embargo, y no estoy en contra de la tecnología digital, no se compara a estar frente a frente ante un cuadro original, ver su dimensión, el color, la pincelada perfecta, el trazo exacto y entablar un diálogo con la obra y su autor, por el momento nos queda estar entre arte recreada gracias a la tecnología digital y el arte con naturaleza sensible.