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 2706-5421

bosque mangle
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Fotografías y texto: Raúl Benítez

El bosque que da vida a la costa

“Si el mangle desapareciera se acaba la biodiversidad de Jiquilisco”, explica José Enrique Barraza, doctor en Ciencias Biológicas e investigador asociado del Instituto de Ciencia Tecnología e Innovación de la Universidad Francisco Gavidia. El especialista en el área de recursos acuáticos realizó un monitoreo en el sitio Ramsar del Complejo Bahía de Jiquilisco para ver el estado de la biodiversidad del lugar.

En la actualidad, existen siete sitios declarados Ramsar en el país, o que son de interés internacional para su protección a través del marco de la Convención sobre los Humedales. El de Jiquilisco es, según Barraza, uno de los espacios más importantes, ya que abarca un total de 63,500 hectáreas de superficie y abarca una gran diversidad de especies y hábitats.

Buena parte de la protección natural en la zona se debe a los bosques de mangle, que dan cobijo y cobertura a buena parte de la biodiversidad de la zona. Según Barraza, hay muchos «playones» en los que se encuentran cangrejos y especies de conchas como el casco de burro, pero es en el bosque en dónde se pueden encontrar iguanas, curiles, mapaches y aves endémicas y migratorias.

Este bosque leñoso se ha adaptado para vivir en una mezcla de agua dulce y salada y sostienen buena parte de la vida, no solo para el ecosistema, sino también para las comunidades aledañas. Además, es el mangle el que permite amortiguar otros efectos naturales como las tormentas y las inundaciones.

A pesar de la importancia, el mangle se enfrenta a varios problemas como la extracción de madera y los efectos de la contaminación. El biólogo espera que al tratarse de un sitio Ramsar, se sigan impulsando proyectos de concienciación a las comunidades y al turismo para el cuido de este bosque que da vida a Jiquilisco.

Galería fotográfica sobre la Bahía de Jiquilisco

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