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 2706-5421

Las exigencias de transparencias no se deben er como una molestia, sino como un diálogo: Paul Aguilar de SocialTIC - 10
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Rafael Lara Martínez

Professor Emeritus, New Mexico Tech
Desde Comala siempre…

El Yo (Self) múltiple / Lección náhuat – ch’ortí’ – lenca – cacaopera / II parte

Desde 1821-2022, "no queda nada escrito" (LGV) y a la academia no le importa... por ese desdén, "nada, absolutamente nada, se sabe" (SB) "de Chaparrastique", ni siquiera reconocen que "el sol abre su pupila en el Oriente" (MB)

Es obvio que casi nadie escucha al zenzontle, Irra-gualba-yá, Tormenta-que/llora, es decir, quien llora cuando viene la tormenta (MB)

Nota del editor: el trabajo del autor consta de un resumen más seis apartados; dada la amplitud del material, se compartirá a través de cuatro entregas. Contenido de la segunda entrega: IV. El lenca

La primera entrega puede consultarse en: https://www.disruptiva.media/el-yo-self-multiple-leccion-nahuat-chorti-lenca-cacaopera/

IV. El lenca 

Como anular el estudio de las lenguas indígenas constituye una premisa fundacional de la identidad salvadoreña —ausente en los departamentos de Antropología, Filosofía, Historia, Literatura, etc.— es necesario recurrir al trabajo de Alan King y al apoyo de José Carballo Violante y Danilo Vásquez.  La falta de archivos lencas testimonia el desdén de dos siglos (1821-2022) de literatura monolingüe, en su anhelo de «liberarse», por olvido voluntario, de los sustratos ancestrales que florecen en el oriente salvadoreño.  María de Baratta confirma el desdén urbano por transcribir ese legado al asentar que «entre ellos no hablan sino en su idioma» (el lenca), «sólo cuando alternan con ladinos, se les oye hablar en español» («Cuscatlán típico», «Sección de oriente», 1951: 342).  «Emuruzungue ipsurrepsum mirumiramba=mirumiremba etetulipigaishte tulipigué pam=paramunusecum tataishca pataishca (Emurusunke ipsurrepsum mirumiramp’a=mirumiremp’a etetulipikaixte tulipiké pam=paramunusekum tatixka pataixka).  Amén».    

Si la lectura no puede analizar el rezo anterior —ni recordar el sistema quintesimal (base cinco) de conteo cacaopera, «cien (100) = botarro (4) panakás (5)-pánakam (5) = veinte manos o cuatro cincos de manos (4x5x5)»—, ese olvido certifica el poco interés de la memoria histórica por la diversidad cultural del oriente de El Salvador. Gracias al trabajo de Jeremías Montoya (1912), Baratta verifica también la correspondencia entre el Sol (Lan) y el día, al igual que el mes de seis manos (6×5).  Debido a esta característica quintesimal (base 5), es seguro que Baratta confunde el cacaopera y el lenca en un solo idioma.  Ella misma aclara que «en este pueblo…se habla el idioma científicamente conocido con el nombre de «lenca»» (387).  Pero, dado que ambas lenguas caracterizan la identidad del oriente salvadoreño, se transcribe el contraste entre esas hablas locales para visualizar la oposición (véase también: Atanasio, Herranz Herranz «El lenca de Honduras», 1987, de quien se discutiría que las fronteras nacionales no limitan las lingüísticas ni las étnicas).  Para esa aritmética arraigada en los cinco dedos de la mano, un dato crucial lo explica su contraste con el sistema vigesimal (base 20) del náhuatl-mexicano y de las treinta lenguas de la familia maya.  Pareciera que, hacia la frontera sur de Mesoamérica, impera una episteme aún desconocida por la filosofía latinoamericana.  

La diferencia radical entre el cacaopera en Baratta y el lenca en King la verifica el vínculo que la salvadoreña establece entre la mano —panakás, «cinco o una mano»— y, en oposición, el conteo lenca ligado al uso de «oso (cabeza)», según el estadounidense: «(oso) tz’ai ((cabeza) 5)» y «mano» (koshaka vs. pánakam en Baratta vs. gwála (wala) en Honduras; oso vs. guará vs. troh (Honduras), «cabeza»).  No se trata solo de un vocabulario distinto, sino ambas variedades difieren en el miembro corporal que arraiga el concepto abstracto del número, es decir, hay dos epistemes en contraste.  Por esta bifurcación, hasta el presente, se desconoce la diversidad cultural que constituye las hablas locales cacaoperas y lencas.  Por tanto, se desdeñan los orientes salvadoreños, es decir, los lugares cambiantes donde el Sol abre sus pestañas.  Tres (3): guabdá (wasbá; güatba) vs. oso lawa (cabeza tres; también en Jeremías Mendoza, 1913).  No en vano, ya Walter Lehman («Zentral Amerika», 1920) predice la disparidad local entre «oso, cabeza» y mái-ke, «cabeza» en Matagalpa, al igual que certifica los datos de Baratta como pertenecientes al cacaopera (Lyle Campbell, «Cacaopera», 1975).  El cuadro siguiente resume los contrastes anotados para el conteo: 

Baratta ≠ King 
cacaopera ≠ lenca 
pánakas = oso tz’ai = 5 
sistema quintesimal ≠ ¿? 
(base 5) 
pánakam = koshaka = mano 
guará (wará) = oso = cabeza  

***** 

Antes de todo comentario se aclara el alfabeto: consonantes: ch’,  j, k, k’, l, m, n, p, p’, r, s. t, t’, w, x (sh), y en King; b, c, ch, d, f, g, h, j, k, l, m, n, ñ, p, q, r, s t, y en Baratta y un sistema más desarrollado en Herrranz por consonantes geminadas (pp, tt, kk), n velar, fricativas como la th del inglés, etc.); vocales: a, e, i, o, u (las mismas vocales en Baratta).   

En efecto, el lenca confirma la expectativa del francés (Moi), náhuat (Naja) y ch’ortí’ (Ne’n) de pronombres independientes, Unani/Uno, Yo (6a), y dependientes en prefijo o sufijos (Yamigi o Yami en el cacaopera de Baratta).  Pero, para extender la primera categoría, este idioma presenta otro pronombre intensivo, «Uno, Yo», el cual sirve para expresar el «soy yo» castellano (6b).  

(6) (a) (unani) xurany-on = xurany-on,  (yo) cantar-yo 

(b) uno-pa, yo-soy, donde -pa = marca de predicación uno ra-u yo mismo vs. mano rami, tú mismo 

No se sabe si ambos pronombres refieren sólo al actor, o bien exhiben su vaivén intermedio hacia una faceta receptiva y paciente.  Los únicos dos indicios de su neutralidad los ofrecen la vocal inicial que coincide con U, «posesivo y objeto transitivo», a describir luego, y la falta de una marca gramatical explícita en todas las frases que complementa a la palabra verbal compleja (no se comenta que estos idiomas poseen una «marcación en el centro rector» que hace de toda palabra una oración completa).  Hipotéticamente, «Unani/Uno» se colocarían en el mismo enlace entre el «Je/Ni-» y el «Me», es decir, en el lugar de transición del «Moi/Naja», según se vio, inexistente en castellano.  Faltan aún datos descriptivos concretos para ejemplificar esa hipótesis.  

Luego de esta dualidad, el lenca ofrece varias series de índices pronominales que anteceden al verbo, al igual que de sufijos.  La primera cadena nombra al sujeto intransitivo (7a) y transitivo (7b) que, en conjunto, alinea al lenca como lengua acusativa en oposición tajante con la ergatividad del ch’ortí’.  El sufijo -on/-kon indica al «yo sujeto» en el «tiempo presente», cuya traducción en el progresivo —estar + gerundio— sugeriría un estrecho enlace con el aspecto incompletivo.  De ser así, el lenca mostraría un rasgo tipológico similar al ch’ortí’, al privilegiar el aspecto sobre el tiempo en el verbo.  Por desgracia, no hay una sola oración predicativa —sustantivo/adjetivo-Yo— en la primera persona singular, sino sólo en la tercera persona (7c), cuyos ejemplos confirman el carácter incompletivo del pronombre.  En resumen, en vez de proyectar los rasgos gramaticales castellanos —género y número inexistentes, «yu-wewe, niño/a(s)», «-na, artículo the en inglés»— la primacía del aspecto denotaría una tipología regional común del lenca con las lenguas de la familia maya. 

(7) (a) intransitivo, aspecto incompletivo 

teket-on, trabajo = trabajar-yo (en Baratta, tiquitguajali (tikitwajali), «trabajar») pok-on, vengo = venir-yo (en Baratta, Yámigi áirat-i) 

ruis-on, me siento = sentar-yo (para el contraste con Baratta, véase: Yami guálba-ti, «yo llorar-yo» y sirru, «llorar» vs. kayuk-on, «llorar-yo» vs. xa’ maláh, «llorar» en Honduras) 

(b) transitivo, aspecto incompletivo 

i xik-on, lo hago = lo/a hacer-yo = su hacer-yo (objeto = posesivo, a explicar en seguida) ma xey-on, te quiero = te querer-yo (xe’láh, en Honduras) = tu querer-yo (unani) i tali-kon, (yo) lo bebo = (yo) lo/a beber-yo = su beber-yo ≠ wal/kasa tali-kon, agua/algo beber-yo 

i-sa-kon, lo siembro = lo/a sembrar-yo = su sembrar-yo (en Baratta, yárrajali, «sembrar» y en Honduras, xo’mali) 

(c) predicativo koko-(yan)-pa, viejo-es(tá)/predicado (aspecto incompletivo; en Baratta, dal-a, «está» y en Honduras xo:go, «viejo») 

  1. koko ax-pa, viejo ya/está (aspecto completivo) (en Baratta, huskán, «viejo») i ima k-o-kon, lo vendo = lo/a vender ir-yo = su vender-yo 

2. i ilwa ko-kon, lo voy a comprar = lo/a comprar ir-yo = su comprar ir-yo 

En reverso acusativo del vínculo entre el posesivo y el sujeto transitivo en ch’ortí’, el lenca asocia el adjetivo posesivo con el objeto transitivo: me = mi.  Esta correspondencia la expresan las oraciones anteriores (7) al identificar «ma, te-tu» e «i, lo/a-su».  Por ello, el índice pronominal «u, mi» en los varios ejemplos de (8a) indica la pertenencia, mientras en (8b) señala al objeto transitivo y, en seguida, indica al complemento de un nombre relacional, esto es, una preposición castellana (8c).   

(8) (a)  objeto transitivo = posesivo 

(u xoko-na) xurayan-pa, (mi abuelo) canta = (mi abuelo-el) canta-él 

u lanke ch’ik-on, veo a mi madre = mi madre veo-yo

u lanke(-pa), mi madre (es) 

u kal, mi brazo  

u sia(-na), mi mujer (la) / u zhiku, mi marido 

u ala(-na), mi pelo el (en Baratta, cambia el posesivo: durrú/güina-ki, «tierra/pueblo-mi») 

 u wai-pa, es mío = mi pertenencia-predicado 

i-k’an i nepal, llama = su-lengua su fuego, donde i = su, posesivo de la tercera persona y objeto transitivo (7c)

ixko-na i t’au, hombre-el su casa = la casa del hombre . 

(b) objeto transitivo 

u xeyam-pa, me quiere = mi querer-él/ella =  

i xik-on, = lo/a hago = lo/a-su hacer-yo 

(c) nombre relacional

u-ten, conmigo = mi-con/compañía 

u-ti, a mí = mi-a.

En breve, si la ergatividad juzga la propiedad como un dominio del sujeto activo, el idioma lenca acusativo revierte este dictamen para evaluarla como la dependencia de quien sufre la acción verbal.  Al Yo/Mi (+) ch’ortí’ se contrapone el Me/Mi (-) lenca.  La lectura evaluará si se trata de dos visiones antagónicas de percibir la identidad como posesión del Yo (Self) —la activa y la receptiva— o, en cambio, la gramática formal carece de sentido.  La primera serie de pronombres lencas se alinean de la manera siguiente: -(K)On (Yo/sujeto, +) – Unani/Uno (¿+/-?) – U(-) (posesivo/objeto transitivo, -). 

***** 

Para desglosar aún más la complejidad del Yo (Self), el llamado pretérito señala un aspecto completivo semejante al descrito en el ch’ortí’.  Por esta característica regional común, no extraña que el sujeto de los verbos conjugados en ese aspecto cambie el sufijo -(k)on a -u, anteriormente mencionado.  De esta manera, se reitera, el sujeto activo —I’m doing, estoy bebiendo— se diferencia del pasivo —I’m done, estoy bebido— más radicalmente que en las lenguas europeas.  Los ejemplos en (9) certifican esa doble marcación aspectual, ya que el sufijo -ax, «perfectivo», añade un cambio pronominal.  El Yo (Self) activo, -on (+), se vuelve pasivo, -u (-), por una simple razón.  Si ya comí y completé esa actividad, ya estoy satisfecho y lleno, por lo cual ya no ejerzo esa acción.  Permanezco tan estático como si antes corrí y ahora estoy sentado.  El Yo (Self) no lo define el Ser ni en Estar-en (Dasein), sino su identidad propia la dictan sus actos.    

(9) (a) aspecto incompletivo vs. completivo 

i tali-kon, lo bebo = su beber-yo 

i tali-ax-u, lo bebí = su beber-perfectivo-yo 

i rom-on, lo como = su comer-yo (korkín, comer en Honduras) 

i rom-ax-u, lo/a comí = su comer-completivo-yo  

i liwa-kon, lo compro = su comprar-yo vs. i ilwa-n ke-u, su comprar-? no-yo

i liwa-(a)x-u, lo compré = su comprar-perfectivo-yo 

i liwa k-o kon, voy a comprarlo = su comprar que-ir-yo  

i ami-kon, lo vendo = su vender-yo  

i ami-ø-u, lo vendí = vender-perfectivo-yo 

xuray-on, canto = cantar-yo

xuray-ax-u, canté = cantar-perfectivo-yo (en Baratta, butatáguali, «cantar»)

pat’iwa-kon, sueño = soñar-yo

pat’iwa-aj-u = soñar-perfectivo-yo

koko ax-pa, estea viejo = viejo ya/está-él.

Sin embargo, este Yo (Self) receptivo no deja de presentar un problema serio.  Para la categoría bajo discusión —la identidad— no identifica necesariamente a quien la construye en la actualidad.  Por lo contrario, denomina a la persona que la recibe ya terminada y pulida.  Sin mayor crítica —tal cual anular el estudio de las filosofías ancestrales— el sujeto la acepta y repite como un terreno cultural, ya cultivado, sin alternativa de renovación. ni de rescate.  La identidad ya está hecha; ya es un hecho semejante a la tentativa de excluir lo ancestral.  Esta negativa ofrece una enseñanza singular del idioma lenca.  Como en inglés —»I do not…»— la negación constituye un verdadero predicado al cual se agrega el sufijo de sujeto completivo, -u, según lo demuestran los ejemplos en (10), sea imperfectivo o perfectivo, otros nombres para los dos aspectos.

(10) (a) 

negación en incompletivo o imperfectivo: ke-u, negativo-yo 

i xey-on, lo quiero = su querer-yo 

i xe-n ke-u, no lo quiero = su querer-yo no-yo 

i mi-kon, lo doy = su dar-yo (en Baratta, niquiala, «dar») 

i mi-n ke-u, no lo doy = su dar-yo no-yo 

pit-on, (me) caigo = caer-yo  

pit-in keu, no (me) caigo = caer-yo no-yo

i rom-a ke-u, no (me) lo como =  su comer-yo no-yo 

(b) 

negación completiva o perfectivo: ku-ax-u,  negativo-perfectivo-yo 

i tali-ax-u, lo bebí = su beber-perfectivo-yo = estoy bebido  

i tali-ø-n ku-ax-u, no lo bebí = su beber-yo no-perfectivo-yo 

i ep xin ke xika-u, no lo recordaba = su ¿? hace que ser/perfectivo-yo (se ignora el arraigo corporal del recuerdo, ep; en Baratta, kalabitati, «recuerdo») 

i rom-in ku-ax-u, no (me) lo comí = su comer-yo no-completivo-yo (no se aclara si el sufijo -in se usa sólo para Yo). 

Por último, en correspondencia con la lengua inglesa, con la cual comparte el rasgo de una negación en predicado (do, k-), «soy yo», parece expresar ese misma yo paciente que caracteriza el aspecto perfectivo y la negación: «it’s me».  

(11) yan-u, estar/existir-yo ye-u, no/ser-yo mano-u, ser/existir-yo.   

De esta manera, el lenca propondría la secuencia siguiente: -(K)On (incompletivo, +) – Unani/Uno (independiente, +/-) -U (Mi/Objeto transitivo/Yo completivo/¿predicativo?, -) – U(-) (posesivo/objeto transitivo/negativo, -).  El triple ejemplo en (12) muestra cómo se desglosa el Yo (Self) de la oración afirmativa presente hacia la negación, hasta el pretérito o aspecto completivo.  

(12) 

oxil-on, tengo hambre/hambreo = tener-hambre/hambrear-yo

oxil-in ke-u, no tengo hambre = tener-hambre/hambrear-yo no-mi 

oxil-ax-u, tuve hambre = tener-hambre/hambrear-pasado/completivo-mi 

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