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Susana Joma

Susana Joma

La OMS advierte aumento de brotes de enfermedades y pide a los países ponerse al día con las tasas de vacunación

La Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que los brotes de sarampión, difteria, poliomielitis y fiebre amarilla van en aumento alrededor del mundo, una situación que matiza con el hecho de que durante la pandemia descendieron los niveles de inmunización esenciales en más de 100 naciones. Esto implica que millones de niños no recibieron las vacunas correspondientes.

El organismo, en el marco de la Semana Mundial de la Inmunización, que se celebra durante la última semana de abril, subraya que es necesario actuar para que los países se pongan al día con el trabajo de inmunización en niños y adultos, con miras a que por lo menos se llegue a la cobertura que se tenía en 2019. 

Según lo informado por la OMS, a través de conferencias y redes sociales, la cobertura global de vacunación cayó del 86 % en 2019 a 81 % en 2021; y es que solo en 2021, a nivel mundial, 25 millones de niños perdieron 1 vacuna esencial, mientras 18 millones no recibieron ninguna. Ante este panorama exhorta a fortalecer los sistemas de atención primaria de salud para entregar vacunas.

En el país, el doctor Jorge Panameño, infectólogo del sector privado, resalta la importancia que las vacunas han ido cobrando desde su aparición, en cuanto a que son una herramienta clave que, en el siglo XX, permitió la erradicación de algunas enfermedades, como el caso de la viruela, el control de otras como la poliomielitis, el sarampión, rubeola, tosferina, tétanos y difteria que siglos anteriores causaron mortandad en la niñez. Además, han favorecido un incremento en las expectativas de vida de la población.

Panameño asegura que, “de hecho las vacunas son lo más cercano que existe al medicamento ideal”, al tiempo de enumerar otras tantas ventajas: que en su mayoría son de bajo costo en materia de prevención, con efecto duradero y con muy pocos efectos colaterales.

Sostiene que, lamentablemente, a partir de las década de los 90 salió un estudio que ligó el uso de ciertas vacunas con el autismo, y si bien al final se demostró que era fraudulento, dio pie al surgimiento de un movimiento antivacunas que ha opacado los grandes frutos de esta herramienta de salud, algo que carece de lógica considerando que para el desarrollo de estos productos los científicos hacen exhaustivas investigaciones durante mucho tiempo, además pasan muchas etapas antes de su aprobación.

Argumenta que a pesar de que los salvadoreños no suelen recordar los eventos del pasado, él sí tiene presente en su memoria las imágenes de niños afectados por poliomielitis:Yo los ví. Allá por la década de los 60, 70 y parte de los 80 usted podía ver todavía niños que a consecuencia de la poliomielitis tenían que usar esos armazones de metal terribles para poder caminar, y cada vez que llegaba el sarampión la mortandad era terrible. Hoy día solo son recuerdos que se van olvidando poco a poco. Ya la gente no recuerda como murieron salvadoreños de difteria de tosferina, y tétanos”.

Si bien la OMS pide a las naciones que se pongan al día con la inmunización, el infectólogo resalta que también es de lamentar como en el país el gobierno mantenga bajo reserva toda la información relacionada con las tasas de vacunación.

Panameño, pese a que la restricción de información no permite a los médicos ni al público en general tener un panorama real sobre la cobertura de inmunización, no descarta que en El Salvador sea insuficiente, en relación a los parámetros que establece la Organización Mundial de la Salud.

“Hasta no saber como están las tasas de vacunación oficialmente, con cifras, mis sospecha es que el país está en déficit, o sea el sistema de salud tiene una brecha en ese sentido”, subraya.

El infectólogo detalla también que en este momento, por lo menos en el sector de la consulta privada, no ha trascendido sobre incremento de casos de sarampión, tosferina y otras enfermedades arriba enunciadas que puedan significar brotes, incluso aunque él ha diagnosticado casos de tosferina en adultos estos han sido poco frecuentes.

No obstante, también advierte que el equilibrio en cuanto a mantener a raya esas enfermedades es muy frágil en el país, por el tema de la migración, sobre todo si no se mantiene la tasa de vacunación arriba del 98 % en todos los niños que nacen y si no se aplican a los adultos los refuerzos por ejemplo para sarampión.

“Toda persona mayor de 18 años que solo tiene el esquema básico debería de recibir el refuerzo de sarampión, rubéola, parotiditis o  papera, siempre y cuando no esté contraindicado, que no haya una condición que impida una vacunación de estas; también tétano, tosferina, difteria requieren de refuerzos después de los 18 años. Y de eso que es importante, nosotros tampoco tenemos noticias aquí”, indica.

Según el especialista, hoy en día, la posibilidad de que los casos de personas afectadas por una de estas enfermedades transmisibles pueden incrementarse fácilmente es grande, vinculado también con fenómenos sociales complejos, cita por ejemplo, como luego de que en Venezuela resurgieran casos de sarampión, polio, tosferina y difteria, varios países vecinos se han visto también afectados.

El doctor Panameño afirma que de parte de la OMS “las luces rojas de advertencia están encendidas” a nivel mundial, como resultado de que en Jartum, Sudán, un grupo de combatientes tomó un laboratorio en donde se almacenan muestras de virus de enfermedades peligrosas.

Según el doctor Daniel Salas, gerente ejecutivo del Programa de Inmunización Integral de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), a pesar de que en la región de las Américas el tema de la vacunación ha sido una prioridad por mucho tiempo, se ha identificado que en los últimos diez años las coberturas de vacunación han venido disminuyendo, la gente no está asistiendo a los servicios de salud para inmunizarse, ni los servicios de salud han encontrado la forma de acercarse a las personas.

“Hay muchos motivos que pueden estar ocurriendo; lo cierto es que estamos en este momento en un periodo crítico porque las coberturas están bajas. Cuando nosotros hablamos de niveles óptimos de coberturas en las Américas, hablamos que tenemos que alcanzar un 95 % o más de cobertura en la población; y en las diferentes unidades a nivel de un país también es importante mantener coberturas fuertes, y eso no se está dando”, precisó Salas esta semana durante una conferencia virtual. 

El representante de la OPS subraya que es importante mantener coberturas de vacunación fuertes porque muchas de las enfermedades citadas, que afectaron a nuestros abuelos, pueden volver en cualquier momento y provocar muertes en los infantes y dolor en las familias, dado que los virus que las provocan siguen circulando en otras regiones.

“La vacunación es una herramienta que tiene especial importancia, sobre todo para países de pobreza importante como somos nosotros, en donde nunca ha habido la capacidad de suplir la demanda de atención curativa, entonces los máximos esfuerzos deben ser hechos en el área de la prevención”

Jorge Panameño Infectólogo privado

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