Número ISSN |
 2706-5421

José Rodolfo Pérez
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José Rodolfo Pérez

Psicólogo del Instituto de Investigación para el Aprendizaje

Psicología positiva para esta cuarentena

La psicología como toda ciencia tiene diferentes ramas o áreas especializadas que producen teorías o enfoques para comprender al ser humano en los contextos en los que se desenvuelve. En la actualidad, cada vez toma más relevancia la psicología positiva. Esta ha sido desarrollada por Martin Seligman, psicólogo, quien desde hace más de 20 años se ha propuesto estudiar científicamente aquello que hace felices a las personas. Desde luego, otros psicólogos y psiquiatras se han embarcado en esta tarea, con resultados muy diversos y alentadores. 

En este sentido, la psicología positiva, a través de décadas de investigación nos brinda una serie de actitudes y actividades que podemos aplicar en nuestra vida diaria y que contribuirían en nuestra felicidad; o por lo menos, que producirían un estado de bienestar físico, emocional y psicológico para aquellos que las lleven a la práctica. No esta demás decir que no todas estas causan el mismo estado de felicidad o bienestar en las personas, es decir, cada uno de nosotros es único, en condiciones particulares, lo que nos haga feliz queda influido por estas variables; no obstante, podemos aplicar estas técnicas realizando adecuaciones que nos resulten cómodas o pertinentes. 

Una de las actitudes que la psicología positiva nos invita a desarrollar y poner en práctica es la empatía. En esta situación de cuarentena podemos aplicarla con nuestros familiares, amigos o con aquellas personas que se encuentran en situaciones menos favorecidas. ¿Cómo podemos hacerlo? Una de las formas más comunes es ayudando a otros sin esperar nada a cambio. Los actos desinteresados de bondad tienen un efecto positivo de satisfacción en nosotros y nos llenan de felicidad. También podemos aplicar la empatía cuando escuchamos a otros expresar sus sentimientos respecto a esta crisis sin emitir un juicio de valor. Solamente escuchar. 

Del conocimiento de todos son las medidas implementadas por el Gobierno: el cierre de restaurantes, centros comerciales, cineslugares de esparcimiento y ahora, la cuarentena obligatoria por 30 días. Durante este tiempo en el hogar, podemos dedicarnos a nuestros seres queridos. Lograríamos hacerlo conversando con ellos, expresando como nos sentimos o simplemente compartiendo algún interés en común (como ver series o películas). La sana convivencia con aquellos que amamos es una actividad que aporta una percepción de seguridad física y emocional, nos transmite compañía y nos hace felices.  

La condición de cuarentena también puede ser aprovechada para el desarrollo de algún proyecto personal que tengamos pendiente y que pueda ser ejecutado desde casa. Llevar a cabo eso que hemos venido postergando y culminarlo seguro nos retribuirá con una sensación de satisfacción y felicidad. No está demás mencionar que, si este proyecto o actividad se lleva a cabo junto a nuestros seres queridos, nos percibiremos más unidos y ayudará a reforzar esos lazos emocionales que contribuyen en hacernos personas felices, aportando experiencias enriquecedoras a todos los involucrados. 

Un cambio de actitud nos viene bien en esta situación. Sé que puede resultar difícil observar con optimismo esta cuarentena, sobre todo cuando observamos en la T.V. y en redes sociales se reportan una y otra vez noticias relacionadas con la enfermedad, poseemos familiares o amigos que se encuentran en albergues o nos enteramos cómo las medidas de seguridad implementadas por el Gobierno se vuelven más estrictas. Sin embargo, si nos informamos a través de los canales oficiales, evitamos recibir o difundir material relacionado con la enfermedad que sea de procedencia dudosa y acatamos las indicaciones que ofrecen las autoridades sanitarias, nacionales y/o internacionales, podemos contrarrestar percepciones y sentimientos de incertidumbre. Generar una percepción más realista durante este fenómeno es posible, lo que propiciaría actitudes más optimistas, nos darían tranquilidad e incluso lograríamos proyectar a nuestros seres queridos una sensación de seguridad y confort.  

Por último, he de decir que existen otras maneras de mantenernos positivos o felices durante estos días que pasaremos en casa. Hacer ejercicio con equipamiento con el que contemos o a través de algún programa matutino, practicar yoga o mindfulness, escuchar música de nuestra preferencia, pintar o escribir aquello que pensamos o sentimos son otras actividades que la psicología positiva nos invita a realizar para mantenernos bien física y emocionalmente. El objetivo, ante todo, es tratar de continuar lo más felices que podamos. 

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