Reportes de Salud evidencian incremento de casos de diarreas agudas en el país

Médicos, entre especialistas en infectología y salubristas, externaron esta semana su preocupación ante el elevado número de casos de diarreas agudas reportado por el Ministerio de Salud de El Salvador (MINSAL) en el cuarto boletín de epidemiológica, que va del 23 al 29 de enero.

El informe oficial muestra que siete personas han fallecido a raíz de estas diarreas agudas, por arriba de los dos decesos reportados en el registro del 22 al 28 de enero de 2022.  

Según las cifras oficiales, para este año, en el periodo descrito, se registran 28,423 casos, superando con creces a los 16,048 reportados el año anterior.

Los infectólogos Jorge Panameño e Iván Solano Leiva, quienes se desenvuelven en el sector privado, explican que si bien al cierre de enero los indicadores mostraron un incremento de diarreas agudas no se puede hablar de brotes epidémicos.

Solano Leiva, quien mantiene dudas sobre los datos reportados por el MINSAL, sostiene que por el momento al revisar la información que proveen en el corredor endémico “nos dice que nos encontramos en el límite superior de la llamada zona de seguridad, no estamos en zona de alarma, ni estamos en zona de epidemia”. 

Las diarreas pueden ser infecciosas y no infecciosas, entre las primeras están las producidas por bacterias, parásitos, virus e incluso hongos. El doctor Solano agrega que “se habla de diarrea aguda cuando hay presencia de heces más líquidas de lo habitual, generalmente acompañadas de un número aumentado de deposiciones”, además, cuando su duración es inferior a tres semanas.

Su colega, el doctor Panameño, coincide en que no se puede hablar de brote epidémico en este momento porque no se ha identificado, o al menos las autoridades no reportan, un agente patógeno específico que esté causando esta incidencia.

¿Cuál es la causa?

Ambos profesionales reflexionan que el rotavirus, que suele afectar a la población infantil, podría estar contribuyendo al incremento de estos indicadores, por el hecho de que, según los datos oficiales, es el segmento de población de 1 a 4 años el más afectado, con un total de 6,154 casos; esa cifra está muy por arriba de los 3,541 casos que se dieron el año pasado en este mismo segmento de población. 

Sin embargo, también advierten que podría estar en juego otra causa debido a que las cifras de incidencia son de igual forma elevadas en el segmento de 20 a 29 años, con 5,355 casos, frente a los 3,013 del 2022; así como en el de 30 a 59 años en donde se reportan 3,851, más allá de los 2,139 del año anterior.

El médico salubrista Ricardo Lara secunda a los infectólogos en el sentido de que el comportamiento al alza de las diarreas agudas se ha modificado, es decir no es habitual para esta época del año; también en que es necesario que las autoridades sanitarias pongan atención al fenómeno, para identificar si esto es de origen bacteriano, viral, parasitario o micótico; además, determinar cuál es el medio de transmisión, con el fin de que giren instrucciones oportunas al gremio y a la población.

En este contexto, Lara comentó que ha tenido conocimiento, por información que otro colega le compartió, “que incluso hace dos semanas a nivel del Ministerio de Salud se aisló un caso por Vibrio fluvialis en el municipio de El Paisnal”. Este es un bacilo causante de diarrea que suele encontrarse en el agua. 

Hasta el momento el MINSAL no ha emitido información al respecto de algún caso de Vibrio fluvialis, aunque de acuerdo con lo expuesto por el doctor Lara ya en una de las instancias del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) se ha cruzado información escrita sobre este patógeno.

“Las especies del género Vibrio, incluyendo V. fluvialis, se encuentran ampliamente distribuidas en el medio acuático, principalmente en estuarios y aguas salobres, Vibrio fluvialis se ha aislado de agua, heces de animales y de humanos, aguas residuales y productos del mar, principalmente en moluscos bivalvos por filtración”, señala un artículo publicado el 4 de agosto de 2016 en la Revista Chilena de Infectología, bajo el título Retrato Microbiológico Vibrio fluvialis.

Los infectólogos, Panameño y Solano Leiva, dijeron desconocer sobre el caso de Vibrio fluvialis citado por el doctor Lara. No obstante, el primero de ellos sostiene que este patógeno no es motivo de mucha preocupación, aunque es de la opinión que en caso de que este se haya registrado el ministerio de Salud debería, como parte de las medidas de vigilancia epidemiológica, enviar una muestra a un laboratorio internacional para verificar el tipo de Vibrio, pues no vaya a ser que se trate de otro Vibrio, como el causante del cólera.

El doctor Panameño expone que a nivel de consulta privada ha visto pacientes afectados por diarreas agudas, incluso algunos en estado delicado, pero no han sido muchos casos, e insiste en que la incidencia general puede tener varios orígenes, incluso causas virales.

Los especialistas plantean que si las diarreas están golpeando a los infantes de 1 a 4 años, población en la que el rotavirus genera más impacto, las autoridades deben volver sus ojos a dos situaciones claves: revisar si esto tiene que ver con una baja en las tasas de vacunación anti rotavirus, o si se debe a la contaminación de las fuentes de agua.

“El 98 % de los niños que nacen en El Salvador deberían de ser vacunados contra el rotavirus antes de los dos años de edad”, asevera Panameño, tras advertir que si bien esto no evita que les de esta enfermedad sí favorece que se desarrolle en forma leve, reduciendo el riesgo de muerte.

Ojo con el agua

Para Solano Leiva en este momento el “Que una persona vaya a morir a causa de una diarrea aguda es una falla del sistema. Lo podemos decir tranquilamente hoy, en el siglo XXI, cuando sabemos que un paciente con diarrea no debe de morir y si llega a morir es porque hubo una falla en el sistema en el cual no se le proveyó de los tratamientos adecuados de manera temprana”.

Según palabras del galeno “siete niños (fallecidos) es (una cifra) importante y registra una tendencia alcista; la clave es que usted no va a esperar a que tengamos 50 niños muertos, sino que hay que establecer cuál es la razón de ser del sistema de salud, en donde siempre hemos insistido que el mayor énfasis debe ser de carácter preventivo y no curativo”.

El infectólogo Jorge Panameño no pasa por alto que el departamento de San Salvador registra más casos (12,489); seguido de La Libertad (4,431); San Miguel (1,700), cifras que doblan las del año anterior. Ante lo cual, insiste, es necesario que se investigue si están vinculados con la contaminación del agua que es distribuida a la población por medio de sistema de cañerías.

Solano Leiva y el salubrista Ricardo Lara tampoco descartan que el alza de diarreas agudas pueda estar vinculado a problemas con el agua que se consume y que a nivel urbano no necesariamente proviene de pozos, cantareras, ni nacimientos.

“Es preocupante, en el sentido que en tres meses vamos a estar llegando a la temporada de lluvias, misma que se va a caracterizar por el aumento de estas enfermedades, porque las lluvias arrastran las heces fecales y recuerde que un buen número de salvadoreños no cuentan con letrinas ni alcantarillados, para evitar que estas contaminen las fuentes de agua”, indica Panameño.

El galeno es uno de los que ante esta situación de diarreas recomienda a la población hervir el agua y a las autoridades de Salud trabajar con el nuevo ente regulador de este recurso, la Autoridad Salvadoreña del Agua, para investigar la calidad que tiene la que se está suministrando a los hogares, o ver si se trata de problemas de contaminación.

“Hay que buscar el agua, los abastecimientos de agua, qué clase de agua está recibiendo la población”, insiste al hablar sobre la alta concentración de casos en San Salvador

Frente a este panorama el doctor Lara recomienda a la población tomar medidas higiénicas preventivas, que pasan por el lavado de manos frecuente, tener cuidado con los alimentos y bebidas que se consumen, sobre todo lo que se vende en las calles.

“Creo que es necesario que los inspectores de saneamiento básico ambiental del Ministerio de Salud le den un gran seguimiento a todos los manipuladores de alimentos, tanto de restaurantes como de ventas callejeras que han proliferado producto de la situación económica”, enfatiza Lara.

Los tres profesionales de la medicina subrayan que el MINSAL ya debería haber presentado un plan, en el cual se detalle lo que está ocurriendo con las diarreas agudas, junto a las respectivas acciones que tomarían para frenar el crecimiento de casos.

Lara, quien teme que la campaña de lavado de manos lanzada durante la pandemia no caló en la población, considera que se debe salir a la carga con una nueva campaña educativa al respecto.