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 2706-5421

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Óscar Picardo

¿Son confiables los medios de comunicación…?

En la encuesta de cuatro años de gobierno que realizara el Centro de Estudios Ciudadanos (CEC) de la Universidad Francisco Gavidia (UFG) “Estos son los datos y no se aceptan devoluciones” (27 de mayo al 1 de junio de 2023), se preguntó a los 1,334 entrevistados ¿qué tanto confía en los medios de comunicación?, proporcionando una lista de veintiún medios, representando TV, prensa escrita, radios y medios digitales.

El resultado no fue sorpresivo y hay que saber interpretarlo: A mayor nivel de alineación con el gobierno mayor confianza; o lo que es igual: a mayor independencia periodística menos confianza. Los niveles de confianza son encabezados por Canal 10 con 36.7 % y Diario El Salvador con 26.5 %; le siguen canal 21 con 29.3 % y Canal 12 con 28.9 %.

Los medios con menores niveles de confianza o más independientes son: en primer lugar: Gato encerrado y El Faro en un rango de 49 % nada confiables; le siguen: YSUCA, La Prensa Gráfica, El Diario de Hoy, Focos, TVX, YSKL, El Mundo, de 38 % a 47 % de desconfianza. Telecorporación Salvadoreña (TCS) aparece en un punto intermedio, entre 22.9 % de confianza y 33.6 % de desconfianza; y por último un grupo de medios digitales menos conocidos por la ciudadanía, con bajo nivel de confianza: Factum, Disruptiva, Voz Pública, Mala Yerba, Elementos e Infodemia.

Muchas personas leyeron mal la encuesta, confundiendo confianza con independencia periodística, o asumiendo que el periodismo estaba cambiando; y no es así, lo que se está modificando son los patrones de creencias de los ciudadanos, también se impone la posverdad y por ende el patrón o baremo de evaluación se modifica.

En este contexto, todo lo que se acerque al Presidente Bukele sale bien evaluado y todo lo que se aleje de él es castigado por los ciudadanos; y esto es coherente con la evaluación ciudadana y estable en el rango o tendencia de ocho y fracción que obtiene en los últimos cuatro años. Otro fenómeno que rubrica esta hipótesis es la evaluación homologada de todos los Ministros en el rango entre siete y ocho; aspecto que antes no sucedía. No importa si hace bien o mal su trabajo, si está en el equipo es bien evaluado.

Esta medición de confianza a través de la percepción ciudadana no tiene nada que ver con otras métricas digitales, reputación o institucionalidad; aquí el análisis es simple: Si se hace propaganda se sale bien evaluado, si se hace periodismo independiente se sale mal evaluado. No hay dónde perderse. Zanahoria y garrote…

Maister, Green y Galford, en el libro “The Trusted Advisor” (2000), señalan que la confianza se mide utilizando las variables de Credibilidad, Fiabilidad e Intimidad; pero en una encuesta de opinión pública la dinámica es más pragmática y menos sofisticada: lo evaluado está cerca o lejos de mis percepciones.

En última instancia, la gente está evaluando a partir de un modelo de segregación o separación sistémica; y esto ha sido ocasionado por el aparato de comunicación oficialista a través de las redes sociales. Con mucha frecuencia, en los cientos de videos que se producen para YouTube a favor del gobierno se estigmatiza a quienes son los enemigos u opositores, y es ahí dónde se castigan a los medios independientes y a la vez se va creando la posverdad que afecta al sistema de creencias de la gente.

Si se repite de manera sistemática que tales medios son opositores y si a la vez la “nuevas verdades” son proyectadas desde otros medios, la gente comienza a codificar, clasificar y a segregar entre buenos y malos, entre confiables y no confiables, entre los que apoyan al presidente y los que lo atacan. El resultado está en la gráfica.

Como lo hemos anotado en otros artículos, esto no es nada nuevo y desde la psicología lo hemos explicado: Desde los aportes de Albert Ellis -teoría ABC- sabemos que las personas no se alteran, cambian o actúan por los hechos, sino por lo que piensan acerca de los hechos; frente a un hecho (Activating event), existe un sistema de creencias (Belief system) que genera respuestas o acciones (Consequences).

Además, hemos explicado otros dos fenómenos psicológicos que consuman el “fenómeno de culto” que estamos viviendo: a) La indefensión aprendida, como condicionamiento en base al miedo que genera un comportamiento pasivo; y b) La satisfacción vicariante, como proyección en una figura ideal en base a nuestras carencias, frustraciones y necesidades.

El proceso de disciplinamiento social que vivimos está cambiando las formas de pensar, juzgar y valorar los hechos en un amplio porcentaje de los ciudadanos; quizá en un 50 % o 60 %. La gente necesita creer y aferrarse a algo o alguien que les de certezas en un escenario de incertidumbre, complejo y con un cúmulo de frustraciones. 

El Presidente Bukele ha logrado esta conexión con la gente utilizando diversas herramientas: a) Señalando sistemáticamente a los enemigos y a los corruptos, como culpables de todos los males; b) Entregando dinero y alimentos de modo censal en tiempo de pandemia; c) Creando un sistema de comunicación y propaganda de grandes proporciones; y d) Creando un entorno de culto omnisapiente y omnisciente sobre sí mismo.

Habrá que seguir haciendo periodismo serio -al margen de las encuestas- ya que Joseph Pulitzer nos recuerda: “El poder para moldear el futuro de una república estará en manos del periodismo de las generaciones futuras”. Ese es el camino.

A los que se confundieron con la encuesta le dejamos este texto ilustrativo de Mario Vargas Llosa: “La función del periodismo en este tiempo, o, por lo menos, en esta sociedad, no era informar, sino hacer desaparecer toda forma de discernimiento entre la mentira y la verdad, sustituir la realidad por una ficción en la que se manifestaba la oceánica masa de complejos.”

En conclusión, no confundamos gimnasia con magnesia; lograr un buen nivel de confianza en esta época y en este momento no es sinónimo de buen periodismo, sino de una excelente capacidad adaptativa.

Disclaimer: Somos responsables de lo que escribimos, no de lo que el lector puede interpretar. A través de este material no apoyamos pandillas, criminales, políticos, grupos terroristas, yihadistas, partidos políticos, sectas ni equipos de fútbol… Las ideas vertidas en este material son de carácter académico o periodístico y no forman parte de un movimiento opositor.

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