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Susana Joma

Vacuna contra el COVID–19 entrará al esquema nacional de vacunación

Mientras la Organización Mundial de la Salud (OMS) no ha declarado aún el final de la pandemia del COVID-19), el ministro de Salud de El Salvador, Francisco Alabí, afirmó este 27 de marzo que la vacuna para combatir la enfermedad entra a formar parte del esquema nacional de vacunación.

El funcionario tras un rápido análisis de las acciones realizadas durante estos tres años, también afirmó que “hemos ganado la batalla del COVID-19 como población salvadoreña”, aludiendo que en lo que va del año solo se han reportado tres decesos relacionados, que se llevan días consecutivos sin muertes y que tampoco se han aislado pruebas PCR positivas a este mal.

En este contexto y durante una entrevista radial matutina, Alabi agregó que la vacunación contra el COVID-19 ha sido una parte importante en la lucha durante la pandemia: “Esto se traduce a que esta estrategia va a continuar sólida, pero como nuestro esquema nacional de vacunación”.

El ministro recordó que, con el tiempo, tal como ya lo han expuesto varios médicos infectólogos, entre la población habrá dos tipos de inmunidad: la que generará la vacuna y la que desarrolla defensas tras sufrir la enfermedad. Lo cual permitiría a las personas sobrevivir con esta a excepción de quienes forman parte de los grupos vulnerables, tal es el caso de los adultos mayores y aquellos con enfermedades crónico degenerativas.

El médico infectólogo del sector privado, Jorge Panameño, consultado sobre el anuncio dado por Alabí, manifestó que el ingreso de esta vacuna al esquema nacional es algo que ya se esperaba. “Así debe ser ya que (el COVID-19) quedará como una enfermedad endémica a nivel mundial, al igual que la influenza”.

Panameño, en una entrevista publicada por La Prensa Gráfica el 11 de julio del año pasado, ya había adelantado que estaba cerca el momento de que nos empezaremos a vacunar todos los años contra esta enfermedad, dado que todas las casas de vacunas están generando productos que incluyen diferentes variantes genéticas, como el Delta y el Ómicron.

Para el también médico infectólogo Iván Solano Leiva la noticia es positiva. “En un principio decirle que yo estoy de acuerdo en que (la vacuna contra el COVID –19) entre al esquema nacional de vacunación, porque va a haber nuevos susceptibles que no estén vacunados conforme pasen los años, porque esta es una enfermedad que se va a convertir en endémica”.

No obstante, Solano también aclara que las autoridades sanitarias deben preceisar cuál es la vacuna contra el COVID que pretenden utilizar, si es la bivalente, la Coronavac o la ARN mensajero de primera generación.

En la actualidad ya está disponible en el país la vacuna bivalente contra el COVID -19, para población desde los 5 años, para personas con males crónicos y para quienes no tengan su esquema de vacunación completo. En este caso el doctor Solano Leiva recomienda que sea la vacuna bivalente la que se incorpore al esquema nacional de vacunación.

Alabí enfatizó que los científicos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya trabajan de cara a incorporar una vacuna contra el SARS-CoV2, causante de esta enfermedad, al esquema regular de vacunación. Esto implica que, en la medida que vayan surgiendo nuevas subvariantes de este virus, serán colectados para formular cada año una vacuna diferente para proteger a la población.

Sobre este punto el doctor Solano agregó que hay estudios internacionales en desarrollo para una vacuna que de forma simultánea proteja tanto del COVID como de la influenza.

El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, explicó, en conferencia de prensa, el pasado 17 de marzo, que a nivel mundial el número de muertes semanales por COVID-19 ha sido menor con respecto a la primera vez que se utilizó la palabra pandemia. “Confío en que este año podremos anunciar que la COVID-19 ha dejado de ser una emergencia de salud pública de importancia internacional”, expresó.

A principios de marzo a nivel mundial todavía se daba cuenta de 5,000 muertes por COVID-19 que, a criterio del representante de la OMS, se pueden prevenir y tratar. El representante de la OMS también señaló que, en lo relacionado a esta enfermedad, nuevas investigaciones confirman los beneficios de la vacunación y administración de dosis de refuerzo.

“Además de reducir drásticamente las posibilidades de sufrir una enfermedad grave o de fallecer, los estudios ratifican que la vacunación y la administración de dosis de refuerzo también reducen la probabilidad de que los pacientes con COVID-19 sufran ataques cardíacos o accidentes cardiovasculares”, recalcó.

“Es necesario que se aclare qué tipo de vacuna (contra el COVID-19) pretende introducir a ese esquema (nacional de vacunación). Mi recomendación sería las bivalentes”

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