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Rafael Lara-Martínez

Rafael Lara-Martínez

Professor Emeritus, New Mexico Tech
rafael.laramartinez@nmt.edu
Desde Comala siempre…

Cuerpo humano — Ecología — Migración / Lección poqomam / Tercera parte

Ntah q’akeh qahruk’uxlaa, nadie nos re-Cuerda, donde «k’uxl, corazón, cordial (-yul), philos», «k’uxl-aa, re-Cuerda/re-Heart(s)», ya que la filosofía latinoamericana no dialoga con lo nuestro, los idiomas minoritarios de su propio territorio…

Nota del editor: el trabajo del autor consta de un resumen más seis apartados; dada la amplitud del material, se compartirá a través de tres entregas.

Primera entrega: https://www.disruptiva.media/cuerpo-humano-ecologia-migracion-leccion-poqomam-primera-parte/

Segunda entrega: https://www.disruptiva.media/cuerpo-humano-ecologia-migracion-leccion-poqomam-segunda-parte/

III.  Migración

En ciertos países la academia exige «no te preocupes/ no pongas triste tu corazón, ma-a-ti’-b’-a-aj a-k’uxl = prohibido (que) causes-dolor (a) tu corazón» por negar el legado ancestral de los idiomas originarios.

En verdad, los relatos orales que se rechazan tildados de «mitos» a menudo representan un archivo ancestral.  Las Ciencias Sociales suelen descalificarlos como «ficción», a menos que un «héroe de la pluma» reclame el carácter literario de ese legado.  Sin embargo, tal cual lo aclara Bencastro, esa presunta «fantasía» traduce el mundo empírico vivido en un lenguaje desconocido por la identidad monolingüe.  Bastan dos ejemplos.  Si a diario la cocina oficia un ritual culinario, la migración atestigua un nuevo viaje al inframundo en busca de utopías. 

En efecto, «dar su vida para alimentar la nuestra» expresa cómo la ofrenda de lo natural —mineral, flora y fauna—, perece para mantener viva una cultura.  En cambio, la constante migración expone una travesía que —huyendo de la depredación cultural ajena—, las comunidades ancestrales deben recorrer, guiadas por un Virgilio indígena u otro.  Su carácter personal lo determina el simbolismo de los colores —asociado a los puntos cardinales—, que transitan del apoyo bondadoso hacia el tráfico de seres humanos vivos, en venta similar a las armas, drogas y animales.  También, durante ese transcurso se escucha que «x’q’or-ik jen-‘o’q piich’, habló un cheje/pájaro carpintero», es decir, el logos simbólico de la fauna.  Se le llame -Kujkul en náhuat (Gespenst marxista), Sub’uul poqomchií’, coyote en castellano coloquial, Ixchel, Icoquiuh, Conejo Sol según Bencastro, sus figuras se reúnen en la mito-poética del éxodo y del capital, cuyo «mito» gira en torno a la consecución del «dinero» —del castellano «tomiin».  Su «ficción» monetaria sustituye el antiguo «valor de uso» —la subjetividad del migrante—, en un simple «valor de (inter)cambio» comercial de objetos, hasta encarnarse en la defensa legal que autoriza a los migrantes instalarse en una Nueva Tollán.

En ese lugar realizan sus sueños y logran construir una vida mejor.  En breve, Bencastro plantea una correlación directa entre la mutilación del cuerpo vivo de la Tierra —las riquezas que nacen de su seno—, y la emigración forzada de las comunidades indígenas que salvaguardan el terruño contra su depredación ajena, hoy que las tierras comunales se hallan extintas.  La objetividad del dato —la primacía del archivo escrito en castellano—, jamás reemplazará la vivencia del viaje, inscrita en el cuerpo por los «abusos» físicos y por el simple cansancio, así como en la misma geografía marcada por el paso de los ancestros.  En verdad, si «ti’ in-k’uxl, estoy triste = es-dolor mi-corazón», esta congoja la provoca aquello que «te sucede», es decir, «chijariik x-a-k’ul loq  hat, (lo) qué recibiste hacia tú/ti» por el hecho mismo de vivir. 

El «Naufragio» (1944) de la identidad salvadoreña hacia el ex-silio, Maria Helena Vieira da Silva.

IV. Testimonio

Para concluir, desde una arista adicional, este breve ensayo plantearía la clásica distinción occidental entre la historia y la poética gracias a otro término poqomam.  La palabra oración «inki(h), él/ella/ello-dice, se-dice», se usa casi exclusivamente en el aspecto incompletivo, es decir, para una acción en proceso continuo.  Su mención asegura que el hablante (re)cita archivos orales o escritos que no pertenecen a su vivencia propia.  «In-ki xi-q’or dice (que) dijo…», o bien «la’, se dice».  En otras hablas locales. el sentido de estos términos varía: «chih wo’ jarik b’an wak’um inkik la’, ¿qué hace mi hijo?, dijo/ se-dice», pero (b’l’)la’ se define como «reportativo», es decir, anuncia un hecho indirecto e inkih como «verbo citativo…a nivel sincrónico», esto es, reitera la presencia pasada en lo actual.  Así, se «exime de toda responsabilidad» directa al «narrar relatos» sobre hechos que no vive en carne propia.  Ni un ginecólogo puede hablar de la experiencia vivida de la menstruación, de la preñez y del parto, ni un individuo sano de la vivencia del cáncer terminal u otra enfermedad mortal. 

Por ello, «inki(h)» se volvería marca obligatoria cuando «el más vivo» refiere la Muerte, es decir, un hecho histórico que no afecta a su cuerpo viviente de manera directa, ya que desconoce su tumba: «nah rikamnaq, cementerio = cabeza su muerto».  En cambio, esos hechos refieren un simple xiq, «algo que sucedió, pasó», sin afectar al Yo (Self) en carne propia.  Así, se elude «la cara de nuestra muerte, nah qakamnaq».  Ya se sugirió que la vida misma como experiencia —experimentar nuestro paso por la Tierra—, correspondería a «-k’ul-wach, -encontrar-ojo/cara», es decir, «encontrarse cara a cara con el mundo».  Por tanto, su reverso, encontrar la «cabeza de nuestra Muerte, nah qakamnaq» define la po-Ética del pasado.  No en vano, lo que a alguien «le sucedió» equivale a «lo mucho que recibió hacia sí, nim-aal xi-k’ul cho».

Por esta referencia obligatoria de la modalidad —»inki(h), la(‘)…»—, el tiempo gramatical se somete a la inmediatez directa de lo vivido o, por lo contrario, su honestidad declara «no es evidencia vivida directa».  En cambio, —tal cual la revisión de archivos primarios—, el relato del pretérito proviene del «leer, -iloj huuj/ilhujinik = mirar (el) papel», cuya traducción literal aclara la diferencia tajante entre la historia en su lectura y la poética en su encuentro vivencial.  A quienes exigen la objetividad de ojear y hojear —es decir, leer experiencias ajenas difuntas—, el dúo «inki(h), la(‘)» contrapone la vida misma y su testimonio personal.  Por ello, si la ciencia acapara la razón, el testimonio poético «pan k’uxliis. inchalik, viene del sentimiento = en/de sentimiento/corazón/cordialidad él-venir».  A la lectura le corresponde averiguar si esa oposición complementaria —la razón sin afecto (philos) ni re-Cuerdo/K’uxl; el sentimiento irracional—, no ofrecen siempre una amplia conjunción de los contrarios.  En poqomam, la expresión «pan ru-k’uxl i-ru-q’or’, sólo pensaba… = en su corazón decía…» vincula la reflexión lógica selectiva a la creencia y a la cordialidad, ambas ineludibles. 

En este instante, la poética reclama el cuerpo palpitante como eje nodal de la experiencia.  Por la restitución corporal, la vivencia sucede en una zona particular de «la cara de la tierra» —u-wach uleew, en ki’che’; wach/naah ak’al en poqomchií’.  Solo al reconocer los rasgos faciales —protuberancias y hendiduras que alzan y sepultan la escritura de esa dermis terrena—, la poética descubre en la geo-grafía un tatuaje similar al de su propia anatomía simbólica.  Se le llame subjetividad, mito, metáfora, etc., la referencia a la vida actual exige una perspectiva muy distinta de la revisión de archivos, salvo que lo escrito lo descifre lo inscrito en la piel.  No en vano, se asegura que el terruño constituye la personificación misma de la identidad local, ya que se dota de la misma «energía espiritual» que mueve la memoria histórica y la vida misma: «la yuuq’ wili ki-k’ux, las montañas tienen sus energías = la montaña hay/existe su-corazón».

En verdad, esta navidad y año nuevo 2023 —con las fronteras que desbordan de frío y migrantes-, el registro primario lo inscribe el relato de su esperanza.  En palabras de Bencastro, se trata del éxodo permanente hacia una Nueva Tollán florida, hacia una ciudad en Florida (Anthos).  Antes de llegar a ese destino, la fauna y la flora simbólica conducen los pasos fuera de una geo-grafía —perforada por las minas y mutilada por la deforestación—, hacia una utopía que la restaure.  Como en la lengua poqomam —también en las indoeuropeas—, en esta subjetividad migratoria, el credo cultural predice el crédito social, de igual manera que la economía fiduciaria se somete a la fe.  Asimismo, el cuerpo frío, adolorido y lacerado le ofrece a la po-Ética el archivo inscrito en la dermis que a menudo solo se busca en la biblioteca, sin lenguas ancestrales.  No en vano, el ex-silio se emparienta con la salida, ya que la memoria histórica «olvidó» el rechazo que remite al destierro: «x-el-ik chi ru-wach, salió en/de su cara/frente = olvidó».  Ya se vio que en su éx-sito «sach-lik…chik ru-k’uxl, está-(la)-pérdida ya (de) su corazón = ya ha(bía) olvidado» desde 1821 hasta el presente.  Este «año del conejo (2023)», la identidad nacional aún no percibe que se halla «atrapada» en sus raíces ocultas, es decir, en «la cara bajo el árbol» genealógico: «latz’aq wili lo’ su imul chi ru-wach ru-b’isal chee’, aquel conejo está atorado en la raíz del árbol = atrapado está/hay el ese conejo en/a su-cara su-abajo árbol».  Ni siquiera imagina que —a imagen de la revolución sinódica de los astros—, exista otro conteo y otra manera de nombrar las cosas en el mundo. 

Al cabo, el objetivo científico de preservar archivos —ante todo de personajes ilustres—, lo complementa su propia subjetividad en el saber, ya que la recolección de datos «obedece (-nim-aj)» a su «creer (-nim-aj)» oculto.  Hasta 2022 desdeña compilar un repertorio de los idiomas ancestrales e indagar sus filosofías.  Para la identidad salvadoreña, el llamado de la razón sólo «k’achi’ r-il-om cho pan ru-wir-wir-iik, está(ba) soñando = (percibe) el-transcurrir-de su-ver/visión (que viene) hacia su-sueño/dormir».  Por eso, ante el cambio climático, las migraciones, las maras, el desarraigo y otros problemas actuales, el conocimiento ancestral de la flora y la fauna — el saber (sophos) de los ecosistemas en su biodiversidad y lugares sagrados—, aún no se juzga un rasgo fundacional de la filosofía latinoamericana.  En cambio, se remite al silencio, innecesario de la identidad nacional.  Solo al despertar —» chal-ik pan ru-su–ik-iil nu-wir-iik, venir en la felicidad de su dormir»—, es decir, al «revivir, -ach-loj-ik», se aceptará el diálogo con el legado ancestral.  En el ex-silio siempre…

V. Suplemento: expresiones citadas con la raíz «k’ux(l), «corazón»

La lectura del ensayo notará en las doce (12) citas, la persistencia de expresiones que refieren al «corazón» —a lo «cordial»—, como «centro energético» del organismo.  Al traducirlas al castellano, la multiplicidad de sus sentidos dispersa un campo semántico unificado en poqomam hacia aristas sueltas.  Aunque el orden alfabético no agrupa su contenido, resulta bastante fácil advertir varios enlaces obvios.  En primer lugar, remite a la energía cósmica (8) y terrestre (4) que sustenta toda existencia, por lo cual trasciende su simple referencia al órgano vital para expresar su latido o palpitación que hace vibrar el universo; E=mc2.  Al referir directamente al cuerpo humano, el miembro anatómico expande su movimiento hacia los sentimientos, tal cual podría predecirse en castellano.  Por ello, la cordialidad calca los sentimientos —(5), (7), (11), (12)—, al igual que se alía al pensamiento, (6).  En esta amalgama, su significación rebasa lo puramente corporal (1), hasta insinuar implicaciones directas para la identidad nacional: (2), (3), (9) y (10). 

En efecto, más que hablar de la memoria histórica sin afecto alguno, el idioma poqomam obliga a reconocer su amalgama con la razón.  Asimismo, el conjunto indisoluble entre ese palpitar sentimental y el pensar implica que la recolección (logos) de los hechos pasados la dicta una filiación (philos) cordial (-yul en náhuat, -k’uxl en poqomam).  Esta falta de amabilidad hacia los idiomas ancestrales explica la inexistencia de una Academia Salvadoreña de las Lenguas Indígenas, es decir, su exclusión del currículo universitario y de la historia nacional, sea oficial o crítica.  El palpitar cósmico del terruño salvadoreño expulsa de su ideario nacional —de su historia, literatura, filosofía, etc.—, toda investigación sobre el legado ancestral multilingüe:

chii’ in-k’ux, the chest/el torso = boca mi corazón (1)

k’ul-ik pan ni-k»uxl, recordó/vino en su corazón (2)

-k’uxlaa, re-Cordar ø corazonear (3)

la yuuq’ wili ki-k’ux, las montañas tienen sus energías = la montaña hay/existe su-corazón» (4)

ma-a-ti’-b’-a-aj a-k’uxl = prohibido (que) causes-dolor (a) tu corazón = no te preocupes/ no pongas triste tu corazón (5)

pan ru-k’uxl i-ru-q’or’, sólo pensaba… = en su corazón decía/su-decir (6)

pan k’uxliis inchalik, viene del sentimiento = en/de sentimiento/corazón/cordialidad él-venir (7)

Ru-k’u’x Kaj Ru-k’ux’x Ulew, Su Corazón Cielo Su Corazón Tierra (8)

sachlik…ruk’uxl, perder su corazón, olvidar (9)

sach-lik…chik ru-k’uxl, está-(la)-pérdida ya (de) su corazón = ya ha(bía) olvidado (10)

suq ru-k’uxl, estar-feliz su corazón (11)

«ti’ in-k’uxl, estoy triste = es-dolor mi-corazón (12).

Queda en suspenso aclarar si n-ø-ru-k’uxbee ru-wa, se come su tortilla con agrado = ella-su-comer-agrado/corazón su-tortilla» guarda una correlación etimológica con lo cordial, así como el «frío, k’ux-ik» referiría a una noción de energía.  De no tratarse de la misma etimología, esa equivalencia gráfica responde a la ley poética que asocia el sonido al sentido. 

Bibliografía digital

Por su carácter de periodismo cultural, este ensayo no cita paso a paso las fuentes de las oraciones que interpreta.  Sin embargo, expresa la deuda con la Academia Guatemalteca de las Lenguas Mayas, R. Mó Isém, I. Vinogradov, L. A. Weichel y R. Saskatchewan, et al.

https://www.academia.edu/36424930/L%C3%A9vi_Strauss_El_pensamiento_salvaje

https://www.almg.org.gt/wp-content/uploads/2020/10/GRAMÁTICA-NORMATIVA-2.pdf

https://popolmayab.files.wordpress.com/2015/09/vocabulario-poqomam.pdf

https://ourspace.uregina.ca/bitstream/handle/10294/13397/MR20244.pdf?sequence=1

Lokʼooj qʼorik Poqomam / Vocabulario Poqomam

https://www.scielo.org.mx/pdf/ecm/v58/0185-2574-ecm-58-217.pdf

http://recursosbiblio.url.edu.gt/publilppm/2014/Tesis/2006/05/02/Mo-Romelia.pdf

http://www.scielo.org.co/pdf/res/n53/n53a05.pdf

https://transparencia.gob.gt/wp-content/uploads/2017/08/14-LAIP-POQOMCHI-ESPAÑOL.pdf

https://www.cambridgescholars.com/resources/pdfs/978-1-4438-2424-8-sample.pdf

https://www.sil.org/resources/archives/8420

https://mayapedia.ru/wp-content/uploads/2020/05/Narraciones_Poqomchi_final.pdf

https://elpais.com/america-futura/2023-02-01/pescadores-de-plastico-como-el-embalse-mas-grande-de-el-salvador-se-transformo-en-una-gran-cloaca.html.

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